viernes, 9 de noviembre de 2018

Lenguaje de las ciudades--Valencia, Vla.




          Como toda ciudad de alguna importancia histórica y comercial de la provincia venezolana, Valencia era, en 1928, presa de sojuzgamiento que imponía la dictadura gomecista, pese a que en ella se escinificaron hechos políticos que fueron determinantes en el futuro del país. Adicionalmente, a fin de tener una visión lo más completa posible de la ciudad donde viera la luz por primera vez Aldemaro Romero, es oportuno indagar, aunque sea someramente, la situación socialy musical de Valencia y sus alrededores en esa época.
          En primer lugar, 1928 es considerado un año muy relevante en la hi,storia contemporánea de Venezuela, pues ocurre el primer movimiento político  urbano organizado contra la dictadura del general Gómez.  En febrero de 1928, tomando como excusa las festividades carnavalescas de Caracas, la Federación de Estudiantes de Venezuela organizó la Semana del Estudiante con el propósito de organizar dichas fiestas que terminarían con la coronación de la reina estudiantil en el Teatro Municipal de la ciudad. La realidad era que se proponían a levantar a los estudiantes contra la dictadura, lo cual estaba combinado con la sublevación del cuartel San Carlos en el norte de Caracas.  El desfile fue conducido por sus líderes hacia el Panteón Nacional, donde se efectuaron los discursos estudiantiles acordados, con los cuales, en cierta manera, apoyaron las actividades subversivas de los militares. No contaron ambos bandos disidentes con la actuación personal del general Eleazar López Contreras, quien, vestido de paisano, se mezcló con la multitud que se dirigía al Panteón Nacional y al cuartel, y ya dentro de éste, sorprendió a todo el mundo haciendo respetar su autoridad y tomando el mando del ejército allí acantonado y ordenando acciones contra los militares alzados y todos aquellos que se sumaron al movimiento. En esos momentos se originó la confusión, los consiguientes muertos y heridos junto al fracaso del primer intento serio realizado en Caracas contra la tiranía. Luego del abortado movimiento militar-estudiantil, la dictadura desató una tremenda represalia en las principales ciudades del país, Valencia entre ellas. En el apogeo de esta represión, nació en esta ciudad Aldemaro Romero, el 12 de marzo de 1928.
          En cuanto al aspecto social, Valencia siempre ha sido una ciudad cerrada, llamada por muchos, conservadora. La sociedad valenciana de los años veinte era muy similar a la que yo conociera en la década de los años cincuenta del pasado siglo. El valenciano era desconfiado con el que llegara a la ciudad y frente a los otros habitantes de la misma actuaba con cautela, midiendo sus palabras como si temiera equivocarse y no le gustara rectificar, también era poco comunicativo, se reservaba mucho cosas para si y evitaba comentarlas a menos que fuera absolutamente necesario. Lo "conservador", además, en la preservación de ciertas costumbres y en la formación de ciertos grupos --que no llegaban a convertirse en castas-- dentro de la misma sociedad. Un ejemplo de esto era el llamado Club de los Amigos, que tenía 25 miembros y según comentarios de algunos lugareños nunca tuvo más de esa cantidad por ser demasiado exigentes los requisitos para ingresar al mismo. Por supuesto con el avance del tiempo y la modernización de la ciudad ya convertida en una hermosa metrópolis en la década de los noventa y con la llegada de personas provenientes de otras regiones y paises se espera que no persista la misma idiosincracia.
          En cuanto a su desarrollo cultural, Valencia siempre ha sido una cuidad representativa del empuje del Estado Carabobo, el cual ha sido muchas veces loado no solo por sus escritores y poetas sino también por sus músicos. Si la prominencia de sus héroes, de sus batallas gloriosas o de acontecimientos cumbres ha sido profusamente alabada por sus poetas y narradores, las elegías y festividades que generaron estos sucesos han sido trasladados al pentagrama a través de valses, merengues, joropos y cantos folklóricos como El Sangeo y el Golpe Sanjuaanero.
          En la década de los años veinte el movimiento musical que predminaba en la capital carabobeña, podría ser enfocado en dos aspectos: la música que era tocada por el pueblo (ergo, clase humilde y clase media que recién iniciaba su desarrollo) y la que predominaba en la llamada clase alta o grupo social adinerado. Así como en Caracas los músicos formaban los conjuntos "cañoneros", en Valencia se organizaba un movimiento similar. Los músicos de esta ciudad acostumbraban a reunirse en bares y allí acudían las personas interesadas en que le amenizaran un baile o una serenata. Se contrataba a un músico y éste, a su vez, escogía a otros músicos para formar un conjunto musical. De esta manera surgieron los "músicos vente tú". Primero fue el Bar Filarmónico el centro de reunión y luego el Bar La Torre de Plata frente a la Plaza Bolívar. El Bar LaLira en el Misterio. en la Calle Constitución, fue lugar de reunión para estos menesteres. A muchos de los directores de estos "vente tú" los llamaban "picadores" pues solían tomar para si una porción del dinero que le correspondía a cada músico. Otra participación segura de estos músicos populares se presentaba durante la celebración de las navidades, el carnaval y las fiestas patronales de Valencia y pueblos vecinos. Además de los aires folklóricos regionales, la música que por lo general  tocaban estos músicos eran el joropo y sus diversas derivasiones, el merengue y el vals criollo.
         

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