miércoles, 4 de noviembre de 2015
La necesidad de las comunicaciones
LA NECESIDAD DE LAS COMUNICACIONES
Cada vez que inicio este tipo de conexión llego al convencimiento de que la comunicación entre los humanos cobra cada día más importancia, pues una de dos: uno se mantiene en permanente relación con los demás o simplememte se aisla. De tomar esta última opción uno toma el camino que lo lleva a convertirse en un futuro anacoreta. Y esto último es casi imposible en el mundo actual.
El mundo actual es el mundo de las comunicaciones. Desde que uno se levanta cada mañana está presenta la necesidad de comunicarse con los demás, desde la conveniencia o premura para conocer lo que sucedió en su ciudad, el país o el mundo durante el lapso en estuvo durmiendo o la necesidad de obtener una determinada información para el logro de un propósito, uno tiene que comunicarse con los demás, desde la relación con alguno de los miembros de su familia hasta la necesidad de escuchar la radio, la televisión o comprar el diario para enterarse de los sucesos locales, nacionales e internacionales.
El hombre moderno es el hombre de las comunicaciones. Lo contrario del hombre de las cavernas que vivía completamente aislado y en ello fundaba su seguridad. Al contrario y en especial en el mundo de nuestros días, que es el mundo de las noticias, el hombre tiene que estar en constante comunicación con los demás, escuchar o enterarse de lo que sucede en su país o en los demás países porque ello le proporciona la sensación de la existencia, de estar vivo. Parece mentira pero hemos llegado al momento, al estado, de que si no nos enteramos de lo que está sucediendo en otros continentes entramos en una etapa de aislamiento que a la larga en negativa para nosotros como individuos o como nación.
Y esto parece insólito si recordamos que solo décadas atrás vivíamos casi aislados como individuos o como países. Hasta fines del siglo XIX o comienzos del siglo XX la mayoría de las naciones del mundo se mantenían más o menos aisladas pues eran relativamente pocas las comunicaciones con los otros países. No había la necesidad de la comunicación amplia o permanente con los demás países. Quizás ello se debió a las ambiciones de algunos gobernantes por demostrar sus fuerzas o sus ansias de poder o la manera de imponer su comercio, lo que trajo como consecuencia la guerra entre naciones al principio y luego entre continentes hasta afectar al mundo entero. Otro detalle que ha contribuido a sacar a las naciones del aislamiento han sido los inventos. La necesidad de que estos inventos llegaran a todo el mundo hizo que se incrementara el comercio entre las naciones.
Y aquí llegamos al principal motivador de las comunicaciones: el comercio. Tal vez en la psiquis del homo sapiens la necesidad de comerciar fue desarrollándose paulatinamente y cuando llegó a un determinado estado de su desarrollo lo impulsó a comunicarse con los demás. Y aquí se establece la relación de los inventos con el comercio. La rueda, tal vez el primer invento de importancia del hombre, facilitó inicialmente sus actividades diarias y luego fue el motor que impulsó sus relaciones con los demás grupos humanos. Posteriormente la necesidad de imponer su fuerza hizo que destacados hombres del mundo antiguo se desvivieran por conquistar otros pueblos y construir imperios y naciones poderosas y para lograrlo fomentaron las guerras, las cuales se hicieron tan comunes a través de los siglos que pasaron a constituir parte de nuestra esencia como especie, según connotados pensadores. Lo cierto es que las guerras, lo mismo que el comercio, han incidido en el desarrollo del ser humano hasta el presente.
Sin embargo, en el pasado las comunicaciones tenían una función algo restringida o limitada. Requirió de la presencia de determinados inventos especiales o poderosos (la fotogafía, el telégrafo, el teléfono, la electricidad, la radio, la televisión, etc, etc.) que empezaron a aparecer a partir del siglo XIX, para que actuaran como acicate que impulsara el desarrollo de las comunicaciones en el mundo.
Así las comunicaciones se ha convertido en un fenómeno que ha contribuido a relacionar a los seres humanos de manera tan amplia t manifiesta ¡que inevitablemente ha empequeñecido nuestro mundo!!!
martes, 22 de septiembre de 2015
NOVAK DJOKOVIC Y EL TENIS
N O V A K
D J O K O V I C Y E L
T E N I S
Considero que Novak Djokovic es un
extraordinario tenista. Y no lo es porque sea en la actualidad el tenista No. 1
de la ATP (Asociación Profesional de Tenis) ni tampoco porque me cuente
entre los miles de fans que Djokovic
posee, no, porque no lo soy. Yo admiro y
soy fan de Rafael Nadal. Pero no dejo de
reconocer las cualidades fantásticas de Nole, como lo llaman cariñosamente. Él se encuentra en la actualidad en esa
destacada y suprema posición debido a su consistencia, a su perseverancia en la ejecución del llamado
“deporte blanco”.
Hagamos un poco de historia
primero. El tenis fue inicialmente
considerado como un deporte elitesco pues en los primeros tiempos (a partir del
siglo XII, si mal no recuerdo) fue un deporte de los reyes y de las clases
altas de la sociedad. Fue inventado por
los franceses pero fueron los ingleses los que lo proveyeron de instrumentación
y normas de juego. También los que lo establecieron como el deporte de la alta
burguesía. A partir del siglo XIX el
tenis comenzó a ser más popular pero es en el siglo XX cuando se populariza por
completo. Como Inglaterra, o lo que se
llamó el Reino Unido Británico o Gran Bretaña, a
través de los siglos, invadió y conquistó muchos países en el mundo. Donde
llegaron, los miembros de los grupos gobernantes y las familias de la burguesía
practicaron el tenis como una manera de combatir el tedio a través de la práctica
de un deporte y contribuyeron a la difusión mundial no sólo del tenis sino
también de los otros deportes que practicaron (el polo, el fútbol, etc.).
En la actualidad las luminarias de un
deporte tan sencillo como el tenis que inicialmente aparecieron en el Reino
Unido y en Francia, ahora con la difusión de este deporte pueden brotar de
cualquier país del mundo donde la práctica del tenis es ya habitual entre sus
pobladores. Por eso destacaron las
grandes figuras de Pete Sampras en U.S.A., Roger Federer en Suiza, Rafael Nadal
en España y Novak Dyokovic en Serbia o Yugoslavia. Todos ellos llegaron a ser tenista No. 1
de la ATP en su época de gloria así como
hoy Nole ocupa ese lugar.
Novak Dyokovic nació en Belgrado, la
capital de Yugoeslavia, el 22 de mayo de 1987.
Hijo de deportista de ascendencia serbia destacó a corta edad en la
práctica del tenis y sus padres lo enviaron a formarse en canchas famosas de
este deporte en Europa. Pronto destacó
como una figura del tenis hasta ingresar en el tenis profesional antes de
cumplir los 15 años.
El tenis es un deporte sencillo (no
hay mayor sencillez que golpear una pelota y lanzarla por encima de una red)
pero muy exigente. Tanto, que por lo
general es considerado un deporte de la juventud, cuando el ser humano se halla
en la plenitud de sus facultades físicas y realiza esfuerzos increíbles para
superar obstáculos materiales para lograr objetivos. Entiéndase bien, no es que el tenis no pueda
ser practicado después que la persona supera sus 30 años (cuando se supone que
ha concluido su juventud) o en otras edades del hombre. Lo puede hacer y por lo general se observa
individuos de todas las edades practicando este deporte en la mayoría de los
países. Lo que se quiere destacar es que
sólo en la juventud las exigencias del tenis pueden ser superadas con
amplitud. Por eso los campeones en este
campo comienzan a surgir cuando el deportista se acerca a los 20 años y llega a
transitar sus momentos de gloria antes de cumplir los 30 años. y pocos cumplen
estos logros después de superar esta última edad. Ello se debe a las exigencias de este deporte que es demasiado individual y
el triunfo en el mismo depende mucho de la preservación de la condición
atlética del individuo, de buenos hábitos y de la práctica constante de
ejercicios o actividades deportivas.
Siempre se ha resaltado que el período de los 20 a los 30 años es la
edad de oro para los que practican el
tenis. La historia de este deporte
muestra que es en dicho período en que los tenistas profesionales han logrados sus
mejores triunfos y torneos. Tenistas como Fred Perry (Inglaterra), Arthur Ashe,
Jimmy Connors, André Agassi (U.S.A.), René Lacoste (Francia), Boris Baker
(Alemania), Jom Borg (Suecia), Ivan Lendl (Checoslovaquia), Lleyton Hewitt
(Australia), Guillermo Viñas (Argentina), Gustav Karten (Brazil), Pancho Segura
Cano (Ecuador) etc. Es una estela grandiosa de luminarias que en su momento,
junto con Pete Sampras, Roger Federer y Rafael Nadal, ocuparon en su época el
trono del primer lugar que hoy ocupa Novak Djokovic.
Las damas han sido consecuentes practicantes
de este deporte y también han producido luminarias, pues el tenis no es un
deporte exclusivamente varonil. Lo que
si es cierto es que hay más practicantes masculinos que femeninos, tal vez por
ello o por mi limitado conocimiento de
este deporte, que se cuentan más. deportistas masculinos que femeninos
destacados en este campo, He aquí una
reducida lista de féminas que ha brillado en los últimos años: Mónica Seles
(Serbia), Martina Navratilova, Billy Jean King, Serena Williams (U.S.A.), Steffi
Graf (Alemania), Arantxa Sánchez, Conchita Martínez (España), Gabriela Sabatini
(Argentina), etc.
Es verdad que algunos tenistas se
caracterizan por tener un saque prodigioso que los hacen temibles ante sus
adversarios, pero sea demostrado que el saque de por sí no gana juegos ni torneos. Para lograr estos objetivos el jugador de
tenis tiene que ser versátil y tener varias habilidades entre ellas el saque,
aunque hay jugadores (entre ellos Rafael Nadal) que han llegado a ser
luminarias y nunca han mostrado poseer un buen saque. La versatilidad en el tenis es una de las características de Novak
Djokovic y ello lo ha llevado a obtener muchas victorias y ganado innumerables
torneos y es seguro que por eso es hoy el No. 1 del mundo según la
clasificación de la ATP. Nelo tiene un
buen saque, no es fuerte sino por lo general está bien ubicado. Él se ha
adiestrado para depender de su
versatilidad en el juego y depende mucho de la precisa colocación de la pelota
en o cerca de la línea blanca limítrofe de la cancha opuesta, para actuar con audacia e inteligencia en el
juego antes que supeditarse a la fortaleza del saque. Fue por primera vez el
tenista No. 1 (según la ATP) del mundo en 2010, posición que perdió cuando en
el 2013 Rafael Nadal volvió a ser el No.1. Pero en el 2014 ganó de nuevo esta
posición en la que se ha mantenido hasta l presente.
N O V A K
D J O K O V I C Y E L
T E N I S
Considero que Novak Djokovic es un
extraordinario tenista. Y no lo es porque sea en la actualidad el tenista No. 1
de la ATP (Asociación Profesional de Tenis) ni tampoco porque me cuente
entre los miles de fans que Djokovic
posee, no, porque no lo soy. Yo admiro y
soy fan de Rafael Nadal. Pero no dejo de
reconocer las cualidades fantásticas de Nole, como lo llaman cariñosamente. Él se encuentra en la actualidad en esa
destacada y suprema posición debido a su consistencia, a su perseverancia en la ejecución del llamado
“deporte blanco”.
Hagamos un poco de historia
primero. El tenis fue inicialmente
considerado como un deporte elitesco pues en los primeros tiempos (a partir del
siglo XII, si mal no recuerdo) fue un deporte de los reyes y de las clases
altas de la sociedad. Fue inventado por
los franceses pero fueron los ingleses los que lo proveyeron de instrumentación
y normas de juego. También los que lo establecieron como el deporte de la alta
burguesía. A partir del siglo XIX el
tenis comenzó a ser más popular pero es en el siglo XX cuando se populariza por
completo. Como Inglaterra, o lo que se
llamó el Reino Unido Británico o Gran Bretaña, a
través de los siglos, invadió y conquistó muchos países en el mundo. Donde
llegaron, los miembros de los grupos gobernantes y las familias de la burguesía
practicaron el tenis como una manera de combatir el tedio a través de la práctica
de un deporte y contribuyeron a la difusión mundial no sólo del tenis sino
también de los otros deportes que practicaron (el polo, el fútbol, etc.).
En la actualidad las luminarias de un
deporte tan sencillo como el tenis que inicialmente aparecieron en el Reino
Unido y en Francia, ahora con la difusión de este deporte pueden brotar de
cualquier país del mundo donde la práctica del tenis es ya habitual entre sus
pobladores. Por eso destacaron las
grandes figuras de Pete Sampras en U.S.A., Roger Federer en Suiza, Rafael Nadal
en España y Novak Dyokovic en Serbia o Yugoslavia. Todos ellos llegaron a ser tenista No. 1
de la ATP en su época de gloria así como
hoy Nole ocupa ese lugar.
Novak Dyokovic nació en Belgrado, la
capital de Yugoeslavia, el 22 de mayo de 1987.
Hijo de deportista de ascendencia serbia destacó a corta edad en la
práctica del tenis y sus padres lo enviaron a formarse en canchas famosas de
este deporte en Europa. Pronto destacó
como una figura del tenis hasta ingresar en el tenis profesional antes de
cumplir los 15 años.
El tenis es un deporte sencillo (no
hay mayor sencillez que golpear una pelota y lanzarla por encima de una red)
pero muy exigente. Tanto, que por lo
general es considerado un deporte de la juventud, cuando el ser humano se halla
en la plenitud de sus facultades físicas y realiza esfuerzos increíbles para
superar obstáculos materiales para lograr objetivos. Entiéndase bien, no es que el tenis no pueda
ser practicado después que la persona supera sus 30 años (cuando se supone que
ha concluido su juventud) o en otras edades del hombre. Lo puede hacer y por lo general se observa
individuos de todas las edades practicando este deporte en la mayoría de los
países. Lo que se quiere destacar es que
sólo en la juventud las exigencias del tenis pueden ser superadas con
amplitud. Por eso los campeones en este
campo comienzan a surgir cuando el deportista se acerca a los 20 años y llega a
transitar sus momentos de gloria antes de cumplir los 30 años. y pocos cumplen
estos logros después de superar esta última edad. Ello se debe a las exigencias de este deporte que es demasiado individual y
el triunfo en el mismo depende mucho de la preservación de la condición
atlética del individuo, de buenos hábitos y de la práctica constante de
ejercicios o actividades deportivas.
Siempre se ha resaltado que el período de los 20 a los 30 años es la
edad de oro para los que practican el
tenis. La historia de este deporte
muestra que es en dicho período en que los tenistas profesionales han logrados sus
mejores triunfos y torneos. Tenistas como Fred Perry (Inglaterra), Arthur Ashe,
Jimmy Connors, André Agassi (U.S.A.), René Lacoste (Francia), Boris Baker
(Alemania), Jom Borg (Suecia), Ivan Lendl (Checoslovaquia), Lleyton Hewitt
(Australia), Guillermo Viñas (Argentina), Gustav Karten (Brazil), Pancho Segura
Cano (Ecuador) etc. Es una estela grandiosa de luminarias que en su momento,
junto con Pete Sampras, Roger Federer y Rafael Nadal, ocuparon en su época el
trono del primer lugar que hoy ocupa Novak Djokovic.
Las damas han sido consecuentes practicantes
de este deporte y también han producido luminarias, pues el tenis no es un
deporte exclusivamente varonil. Lo que
si es cierto es que hay más practicantes masculinos que femeninos, tal vez por
ello o por mi limitado conocimiento de
este deporte, que se cuentan más. deportistas masculinos que femeninos
destacados en este campo, He aquí una
reducida lista de féminas que ha brillado en los últimos años: Mónica Seles
(Serbia), Martina Navratilova, Billy Jean King, Serena Williams (U.S.A.), Steffi
Graf (Alemania), Arantxa Sánchez, Conchita Martínez (España), Gabriela Sabatini
(Argentina), etc.
Es verdad que algunos tenistas se
caracterizan por tener un saque prodigioso que los hacen temibles ante sus
adversarios, pero sea demostrado que el saque de por sí no gana juegos ni torneos. Para lograr estos objetivos el jugador de
tenis tiene que ser versátil y tener varias habilidades entre ellas el saque,
aunque hay jugadores (entre ellos Rafael Nadal) que han llegado a ser
luminarias y nunca han mostrado poseer un buen saque. La versatilidad en el tenis es una de las características de Novak
Djokovic y ello lo ha llevado a obtener muchas victorias y ganado innumerables
torneos y es seguro que por eso es hoy el No. 1 del mundo según la
clasificación de la ATP. Nelo tiene un
buen saque, no es fuerte sino por lo general está bien ubicado. Él se ha
adiestrado para depender de su
versatilidad en el juego y depende mucho de la precisa colocación de la pelota
en o cerca de la línea blanca limítrofe de la cancha opuesta, para actuar con audacia e inteligencia en el
juego antes que supeditarse a la fortaleza del saque. Fue por primera vez el
tenista No. 1 (según la ATP) del mundo en 2010, posición que perdió cuando en
el 2013 Rafael Nadal volvió a ser el No.1. Pero en el 2014 ganó de nuevo esta
posición en la que se ha mantenido hasta l presente.
N O V A K
D J O K O V I C Y E L
T E N I S
Considero que Novak Djokovic es un
extraordinario tenista. Y no lo es porque sea en la actualidad el tenista No. 1
de la ATP (Asociación Profesional de Tenis) ni tampoco porque me cuente
entre los miles de fans que Djokovic
posee, no, porque no lo soy. Yo admiro y
soy fan de Rafael Nadal. Pero no dejo de
reconocer las cualidades fantásticas de Nole, como lo llaman cariñosamente. Él se encuentra en la actualidad en esa
destacada y suprema posición debido a su consistencia, a su perseverancia en la ejecución del llamado
“deporte blanco”.
Hagamos un poco de historia
primero. El tenis fue inicialmente
considerado como un deporte elitesco pues en los primeros tiempos (a partir del
siglo XII, si mal no recuerdo) fue un deporte de los reyes y de las clases
altas de la sociedad. Fue inventado por
los franceses pero fueron los ingleses los que lo proveyeron de instrumentación
y normas de juego. También los que lo establecieron como el deporte de la alta
burguesía. A partir del siglo XIX el
tenis comenzó a ser más popular pero es en el siglo XX cuando se populariza por
completo. Como Inglaterra, o lo que se
llamó el Reino Unido Británico o Gran Bretaña, a
través de los siglos, invadió y conquistó muchos países en el mundo. Donde
llegaron, los miembros de los grupos gobernantes y las familias de la burguesía
practicaron el tenis como una manera de combatir el tedio a través de la práctica
de un deporte y contribuyeron a la difusión mundial no sólo del tenis sino
también de los otros deportes que practicaron (el polo, el fútbol, etc.).
En la actualidad las luminarias de un
deporte tan sencillo como el tenis que inicialmente aparecieron en el Reino
Unido y en Francia, ahora con la difusión de este deporte pueden brotar de
cualquier país del mundo donde la práctica del tenis es ya habitual entre sus
pobladores. Por eso destacaron las
grandes figuras de Pete Sampras en U.S.A., Roger Federer en Suiza, Rafael Nadal
en España y Novak Dyokovic en Serbia o Yugoslavia. Todos ellos llegaron a ser tenista No. 1
de la ATP en su época de gloria así como
hoy Nole ocupa ese lugar.
Novak Dyokovic nació en Belgrado, la
capital de Yugoeslavia, el 22 de mayo de 1987.
Hijo de deportista de ascendencia serbia destacó a corta edad en la
práctica del tenis y sus padres lo enviaron a formarse en canchas famosas de
este deporte en Europa. Pronto destacó
como una figura del tenis hasta ingresar en el tenis profesional antes de
cumplir los 15 años.
El tenis es un deporte sencillo (no
hay mayor sencillez que golpear una pelota y lanzarla por encima de una red)
pero muy exigente. Tanto, que por lo
general es considerado un deporte de la juventud, cuando el ser humano se halla
en la plenitud de sus facultades físicas y realiza esfuerzos increíbles para
superar obstáculos materiales para lograr objetivos. Entiéndase bien, no es que el tenis no pueda
ser practicado después que la persona supera sus 30 años (cuando se supone que
ha concluido su juventud) o en otras edades del hombre. Lo puede hacer y por lo general se observa
individuos de todas las edades practicando este deporte en la mayoría de los
países. Lo que se quiere destacar es que
sólo en la juventud las exigencias del tenis pueden ser superadas con
amplitud. Por eso los campeones en este
campo comienzan a surgir cuando el deportista se acerca a los 20 años y llega a
transitar sus momentos de gloria antes de cumplir los 30 años. y pocos cumplen
estos logros después de superar esta última edad. Ello se debe a las exigencias de este deporte que es demasiado individual y
el triunfo en el mismo depende mucho de la preservación de la condición
atlética del individuo, de buenos hábitos y de la práctica constante de
ejercicios o actividades deportivas.
Siempre se ha resaltado que el período de los 20 a los 30 años es la
edad de oro para los que practican el
tenis. La historia de este deporte
muestra que es en dicho período en que los tenistas profesionales han logrados sus
mejores triunfos y torneos. Tenistas como Fred Perry (Inglaterra), Arthur Ashe,
Jimmy Connors, André Agassi (U.S.A.), René Lacoste (Francia), Boris Baker
(Alemania), Jom Borg (Suecia), Ivan Lendl (Checoslovaquia), Lleyton Hewitt
(Australia), Guillermo Viñas (Argentina), Gustav Karten (Brazil), Pancho Segura
Cano (Ecuador) etc. Es una estela grandiosa de luminarias que en su momento,
junto con Pete Sampras, Roger Federer y Rafael Nadal, ocuparon en su época el
trono del primer lugar que hoy ocupa Novak Djokovic.
Las damas han sido consecuentes practicantes
de este deporte y también han producido luminarias, pues el tenis no es un
deporte exclusivamente varonil. Lo que
si es cierto es que hay más practicantes masculinos que femeninos, tal vez por
ello o por mi limitado conocimiento de
este deporte, que se cuentan más. deportistas masculinos que femeninos
destacados en este campo, He aquí una
reducida lista de féminas que ha brillado en los últimos años: Mónica Seles
(Serbia), Martina Navratilova, Billy Jean King, Serena Williams (U.S.A.), Steffi
Graf (Alemania), Arantxa Sánchez, Conchita Martínez (España), Gabriela Sabatini
(Argentina), etc.
Es verdad que algunos tenistas se
caracterizan por tener un saque prodigioso que los hacen temibles ante sus
adversarios, pero sea demostrado que el saque de por sí no gana juegos ni torneos. Para lograr estos objetivos el jugador de
tenis tiene que ser versátil y tener varias habilidades entre ellas el saque,
aunque hay jugadores (entre ellos Rafael Nadal) que han llegado a ser
luminarias y nunca han mostrado poseer un buen saque. La versatilidad en el tenis es una de las características de Novak
Djokovic y ello lo ha llevado a obtener muchas victorias y ganado innumerables
torneos y es seguro que por eso es hoy el No. 1 del mundo según la
clasificación de la ATP. Nelo tiene un
buen saque, no es fuerte sino por lo general está bien ubicado. Él se ha
adiestrado para depender de su
versatilidad en el juego y depende mucho de la precisa colocación de la pelota
en o cerca de la línea blanca limítrofe de la cancha opuesta, para actuar con audacia e inteligencia en el
juego antes que supeditarse a la fortaleza del saque. Fue por primera vez el
tenista No. 1 (según la ATP) del mundo en 2010, posición que perdió cuando en
el 2013 Rafael Nadal volvió a ser el No.1. Pero en el 2014 ganó de nuevo esta
posición en la que se ha mantenido hasta l presente.
N O V A K
D J O K O V I C Y E L
T E N I S
Considero que Novak Djokovic es un
extraordinario tenista. Y no lo es porque sea en la actualidad el tenista No. 1
de la ATP (Asociación Profesional de Tenis) ni tampoco porque me cuente
entre los miles de fans que Djokovic
posee, no, porque no lo soy. Yo admiro y
soy fan de Rafael Nadal. Pero no dejo de
reconocer las cualidades fantásticas de Nole, como lo llaman cariñosamente. Él se encuentra en la actualidad en esa
destacada y suprema posición debido a su consistencia, a su perseverancia en la ejecución del llamado
“deporte blanco”.
Hagamos un poco de historia
primero. El tenis fue inicialmente
considerado como un deporte elitesco pues en los primeros tiempos (a partir del
siglo XII, si mal no recuerdo) fue un deporte de los reyes y de las clases
altas de la sociedad. Fue inventado por
los franceses pero fueron los ingleses los que lo proveyeron de instrumentación
y normas de juego. También los que lo establecieron como el deporte de la alta
burguesía. A partir del siglo XIX el
tenis comenzó a ser más popular pero es en el siglo XX cuando se populariza por
completo. Como Inglaterra, o lo que se
llamó el Reino Unido Británico o Gran Bretaña, a
través de los siglos, invadió y conquistó muchos países en el mundo. Donde
llegaron, los miembros de los grupos gobernantes y las familias de la burguesía
practicaron el tenis como una manera de combatir el tedio a través de la práctica
de un deporte y contribuyeron a la difusión mundial no sólo del tenis sino
también de los otros deportes que practicaron (el polo, el fútbol, etc.).
En la actualidad las luminarias de un
deporte tan sencillo como el tenis que inicialmente aparecieron en el Reino
Unido y en Francia, ahora con la difusión de este deporte pueden brotar de
cualquier país del mundo donde la práctica del tenis es ya habitual entre sus
pobladores. Por eso destacaron las
grandes figuras de Pete Sampras en U.S.A., Roger Federer en Suiza, Rafael Nadal
en España y Novak Dyokovic en Serbia o Yugoslavia. Todos ellos llegaron a ser tenista No. 1
de la ATP en su época de gloria así como
hoy Nole ocupa ese lugar.
Novak Dyokovic nació en Belgrado, la
capital de Yugoeslavia, el 22 de mayo de 1987.
Hijo de deportista de ascendencia serbia destacó a corta edad en la
práctica del tenis y sus padres lo enviaron a formarse en canchas famosas de
este deporte en Europa. Pronto destacó
como una figura del tenis hasta ingresar en el tenis profesional antes de
cumplir los 15 años.
El tenis es un deporte sencillo (no
hay mayor sencillez que golpear una pelota y lanzarla por encima de una red)
pero muy exigente. Tanto, que por lo
general es considerado un deporte de la juventud, cuando el ser humano se halla
en la plenitud de sus facultades físicas y realiza esfuerzos increíbles para
superar obstáculos materiales para lograr objetivos. Entiéndase bien, no es que el tenis no pueda
ser practicado después que la persona supera sus 30 años (cuando se supone que
ha concluido su juventud) o en otras edades del hombre. Lo puede hacer y por lo general se observa
individuos de todas las edades practicando este deporte en la mayoría de los
países. Lo que se quiere destacar es que
sólo en la juventud las exigencias del tenis pueden ser superadas con
amplitud. Por eso los campeones en este
campo comienzan a surgir cuando el deportista se acerca a los 20 años y llega a
transitar sus momentos de gloria antes de cumplir los 30 años. y pocos cumplen
estos logros después de superar esta última edad. Ello se debe a las exigencias de este deporte que es demasiado individual y
el triunfo en el mismo depende mucho de la preservación de la condición
atlética del individuo, de buenos hábitos y de la práctica constante de
ejercicios o actividades deportivas.
Siempre se ha resaltado que el período de los 20 a los 30 años es la
edad de oro para los que practican el
tenis. La historia de este deporte
muestra que es en dicho período en que los tenistas profesionales han logrados sus
mejores triunfos y torneos. Tenistas como Fred Perry (Inglaterra), Arthur Ashe,
Jimmy Connors, André Agassi (U.S.A.), René Lacoste (Francia), Boris Baker
(Alemania), Jom Borg (Suecia), Ivan Lendl (Checoslovaquia), Lleyton Hewitt
(Australia), Guillermo Viñas (Argentina), Gustav Karten (Brazil), Pancho Segura
Cano (Ecuador) etc. Es una estela grandiosa de luminarias que en su momento,
junto con Pete Sampras, Roger Federer y Rafael Nadal, ocuparon en su época el
trono del primer lugar que hoy ocupa Novak Djokovic.
Las damas han sido consecuentes practicantes
de este deporte y también han producido luminarias, pues el tenis no es un
deporte exclusivamente varonil. Lo que
si es cierto es que hay más practicantes masculinos que femeninos, tal vez por
ello o por mi limitado conocimiento de
este deporte, que se cuentan más. deportistas masculinos que femeninos
destacados en este campo, He aquí una
reducida lista de féminas que ha brillado en los últimos años: Mónica Seles
(Serbia), Martina Navratilova, Billy Jean King, Serena Williams (U.S.A.), Steffi
Graf (Alemania), Arantxa Sánchez, Conchita Martínez (España), Gabriela Sabatini
(Argentina), etc.
Es verdad que algunos tenistas se
caracterizan por tener un saque prodigioso que los hacen temibles ante sus
adversarios, pero sea demostrado que el saque de por sí no gana juegos ni torneos. Para lograr estos objetivos el jugador de
tenis tiene que ser versátil y tener varias habilidades entre ellas el saque,
aunque hay jugadores (entre ellos Rafael Nadal) que han llegado a ser
luminarias y nunca han mostrado poseer un buen saque. La versatilidad en el tenis es una de las características de Novak
Djokovic y ello lo ha llevado a obtener muchas victorias y ganado innumerables
torneos y es seguro que por eso es hoy el No. 1 del mundo según la
clasificación de la ATP. Nelo tiene un
buen saque, no es fuerte sino por lo general está bien ubicado. Él se ha
adiestrado para depender de su
versatilidad en el juego y depende mucho de la precisa colocación de la pelota
en o cerca de la línea blanca limítrofe de la cancha opuesta, para actuar con audacia e inteligencia en el
juego antes que supeditarse a la fortaleza del saque. Fue por primera vez el
tenista No. 1 (según la ATP) del mundo en 2010, posición que perdió cuando en
el 2013 Rafael Nadal volvió a ser el No.1. Pero en el 2014 ganó de nuevo esta
posición en la que se ha mantenido hasta l presente.
domingo, 30 de agosto de 2015
UNA CIUDAD PRIMOGENITA DE AMERICA
G U N A
C I U D A D P R I M O G E N I C
A D E
A M E R I C A
En
estos días habito temporalmiente en una urbanización clase media baja en los
alrededores de Cumaná llamada “Villas de Cantarrana”, en un pueblo llamado también
Cantarrana, el cual estuvo poblado por campesinos que vivían de la agricultura
y la ganadería proveían sus insumos a la ciudad de Cumaná, capital del Estado
Sucre.
Al expandirse esta ciudad en la segunda parte
del siglo XX, las actividades campestres de los entonces pobladores de
Cantarrana fueron paulatinamente desapareciendo y con el influjo de nuevos
habitantes se fue convirtiendo en un suburbio de la ciudad capital. Los pobladores iniciales que quedaron
cambiaron su actividad campestre por otra más urbana (buhoneros, obreros de
fábrica, vendedores ambulantes de frutas y hortalizas, etc.). Motivado a su persistente crecimiento,
Cantarrana fue ampliándose, sus calles fueron macanizadas y luego asfaltadas y
a poblarse de citadinos que en Cumaná, por su capacidad económica, no
encontraron espacio para erigir sus viviendas y si la hallaron en Cantarrana. Algunos de estos nuevos pobladores utilizaron
materiales y facilidades baratos (techos de zinc, paredes de adobe, excusado de
hoyo, etc.), los cuales mejoraron considerablemente cuando el nuevo suburbio
superó sus condiciones de higiene y salubridad.
Así, se instalaron el acueducto y las cloacas. Las casas ubicadas en las arterias
principales se adornaron de atractivos jardines con flores, arbustos de adorno
y árboles frutales o de sombra, resabios estos últimos de las casas de hacienda
que existían en el lugar. Las
estructuras de las casas también han sido mejoradas: paredes de concreto y
techos de tejas o de platabanda, como dicen los lugareños. El acueducto y las cloacas han eliminados los
excusados de hoyo y los pozos sépticos.
Para combatir el fuerte calor de la región muchos pobladores han
instalados en sus viviendas aparatos de aire acondicionado o ventiladores de techo
o de piso.
Fue
aquí donde constructores con visión edificaron 15 o 20 años atrás las “Villas
de Cantarrana”. Recientemente han
aparecido otras urbanizaciones en los alrededores a fin de satisfacer
necesidades del mercado inmobiliario.
Aunque Las Villas fue
inicialmente ejecutada para satisfacer un determinado mercado
(empleados, supervisores, gerentes
medios de comercios e industrias), las urbanizaciones recientes obedecen
a un mercado más preciso, el de educadores y profesionales universitarios y
gerentes de empresas, que requieren viviendas un poco más sofisticadas en
apartamentos y townhouses.
Si
te levantas temprano, digamos a las seis de la mañana o algo más tarde y
comienzas a caminar por las aceras de Cantarrana, observarás a un pueblo que
comienza a despertar a las actividades rutinarias del día y a movilizarse hacia sus respectivos trabajos
en la comunidad, en Cumaná o en la zona industrial de esta ciudad. Es decir, disfrutan de un desayuno frugal y
luego caminan hasta llegar a su trabajo en Cantarrana o utilizan el transporte público o sus propios
vehículos para trasladarse a sus oficinas u oficios en compañías, talleres y
empresas varias ubicadas en la zona industrial, comercios u otros sitios de
Cumaná.
Cumaná
fue la primera ciudad que los españoles fundaron en la América del Sur. La
fundación se produjo alrededor de 1520, es decir, aproximadamente28 años
después de la llegada de Cristóbal
Colón a las Américas. Por eso se le
llama la Primogénita Ciudad de este continente.
Por supuesto que pronto fue víctima de los piratas ingleses, franceses u
holandeses pues el Castillo de San Antonio, Su Eminencia, que se construyera en
una colina alrededor del cual se fundó la ciudad, no tenía la suficiente fuerza
de tiro para impedir que los filibusteros cometieran sus tropelías. Fue necesario que los españoles edificaran el
Castillo de Araya, en la parte de la península del mismo nombre frente a Cumaná, para que los ataques de los
piratas fueran paulatinamente mermando hasta desaparecer por completo.
Cumaná
es célebre no sólo por ser la Primogénita de Suramérica, sino también por ser la cuna de Antonio José de Sucre, el
Gran Mariscal de Ayacucho, cuya victoria
sobre los españoles en la llanura
Ayacucho del Perú, terminó la hegemonía española en América. Sucre nació en esta ciudad el 3 de febrero de 1795 y falleció asesinado en la montaña de
Marruecos (Ecuador) en 1830. Por ser la
ciudad donde naciera el Mariscal Sucre, Cumaná fue escogida como capital del
Estado Sucre de la República de Venezuela.
Esta distinción fue ampliamente
cuestionada por los habitantes de
Carúpano, segunda ciudad de ese estado y su primer centro económico, que
aspiraba también a ser su capital. Esta
discusión llegó a su fin cuando los carupaneros, cuya ciudad fue cuna del
general Bermúdez, uno de los héroes de la independencia del país, se
convencieron de que este último suceso no tenía la trascendencia histórica ni
la grandeza del Mariscal de Ayacucho.
Como ha sucedido en otros países, este tipo de sutileza fue determinante
para que el gobierno de Venezuela de la época (principios del siglo XX)
nombrara a Cumaná centro político de la región y luego capital del Estado
Sucre.
Por
lo demás, esta ciudad, ubicada en la boca del Golfo de Cariaco y frente a la
Península de Araya, es un lugar algo caluroso pero con una bellísima vista
marina, ha sido centro de otros acontecimientos históricos, el último de los
cuales sucedió en los inicios de los años 30 del siglo pasado, cuando se
produjo la Invasión del Falke, dirigida por el general Román Chalbaud contra el
dictador Juan Vicente Gómez. La tropa de
este general intentó posesionarse de
Cumaná antes de invadir el centro del país, pero este intento fracaso
cuando Chalbaud falleció en la batalla antes de llegar al puente sobre el
Manzanares que era entonces la entrada de la ciudad. Desde entonces Cumaná se ha ampliado
considerablemente al incorporar a su
perímetro el que antes se llamaba Puerto Sucre y la pequeña llanura entre este
puerto y la antigua entrada a la ciudad, la cual está completamente urbanizada
y la denominación Puerto Sucre ha desaparecido como tal.
Los
conquistadores españoles acostumbraban a dar a la ciudad
que fundaban en América denominaciones de diversa procedencia: para eternizar el
nombre de la ciudad donde habían nacido o le gustaba esa denominación o la
misma reflejaba el medio donde se hallaba la nueva ciudad o por otra valedera
razón. Por ejemplo, la ciudad de Mérida
existía en España, también hay otra Mérida en Venezuela y otra en México. Es posible también que existan otras ciudades
con el mismo nombre en nuestro continente que nosotros no conozcamos. Igual procedimiento utilizaron para bautizar
algunos ríos. Por ejemplo el río que atraviesa
a Cumaná lo llamaron Manzanares, recordando la misma denominación que tiene el
río que atraviesa a Madrid.
Hasta
bien entrado el siglo XX Cumaná mantuvo su estructura colonial pero luego se
produjo un crecimiento en diversas direcciones.
De su estructura colonial sólo quedan algunas mansiones y las bellísimas
iglesias La Catedral y la Iglesia de Santa Inés, todos existen en lo que se ha
mantenido como centro de la ciudad, además del Castillo de San Antonio. Otras edificaciones que destacan son: el
majestuoso Hospital de Cumaná, construido para atender las necesidades de la
región, también destacan los edificios creados para satisfacer las necesidades de
vivienda para la población de menos recursos y ubicados en diversas parroquias,
estos forman núcleos urbanos tan populosos que parecieran ciudades dentro de la
gran ciudad que es Cumaná. Ésta posee
bellas avenidas, como la Bermúdez, la Mariño y la Gran Mariscal. También destaca la Avenida Perimetral, que el
pueblo llama “La Costanera”, la cual fue
construida con una doble función: correr a lo largo de La costa marítima, por
el norte de la ciudad (al entrar al poblado de Caiguire, hoy incorporado al
perímetro de Cumaná), para confluir con la autopista Antonio José de Sucre, que
por el sur proviene de la carretera nacional que viene de Puerto La Cruz hasta
unirse con la misma carretera que se dirige a Carúpano. La unión de esta dos avenidas forman una
circunvalación que rodea a Cumaná, siendo la primera ciudad con estas
características que posee el país. Otro
sitio agradable de la ciudad es el Parque Gran Mariscal, ubicado en el centro
de la ciudad, el cual posee un parque infantil y paseos, donde predomina el
frescor que proporcionan grandes árboles. En la misma zona se ubica la bella
estatua ecuestre de Sucre y el museo de la ciudad.
Por
último, Cumaná fue también la cuna de Andrés Eloy Blanco, bardo que por su
original y variada producción poética es considerado el mejor poeta del país y
también el más conocido en América y Europa. Así, obtuvo su primer premio en
los Juegos Florales de Santander, España, en 1923, con su poema “Canto a España”. Es autor de muchos poemas conocidos como Las Uvas del Tiempo, La Renuncia, Coplas del
Amor Viajero, El Molinero del Señor, Giraluna, etc. Su poema más popular es
Píntame Angelitos Negros. Andrés Eloy
Blanco nació en Cumaná el 6 de agosto de 1896 y murió en un accidente
automovilístico en la ciudad de México, el 21 de mayo de 1955.
jueves, 6 de agosto de 2015
¿U N A E X T R A O R D I N A R I A F U G A?
¿U N A E X T R A O R D I N A R I A F U G A ?
Eran las 8:52 de la noche cuando el hombre dejó su celular sobre la mesa. Luego se cambió los zapatos y caminó hacia un rincón de su celda, donde se hallaba una ducha que tenía una pared alta que le impedía que fuese observado por la cámara de seguridad de la prisión. A los pocos segundos se introdujo en un hueco, donde anteriormente estaba la rejilla de la ducha, que había sido ampliado suficientemente para movilizarse sin estorbo. Luego bajó por una escalera hasta llegar a un túnel con anchura tan amplia que permitía su movilización. El túnel poseía una longitud aproximada de 150 metros, luz eléctrica, ductos de ventilación y una línea de tren. Sobre los rieles se hallaba un raro vehículo con asiento que se unía a una especie de motocicleta. El hombre ocupó el asiento de la moto y comenzó su viaje hacia la libertad. Se deslizó sobre los rieles a la máxima velocidad que le permitía la máquina hasta llegar al final del túnel. Se bajó del vehículo y abordó la escalera que lo condujo a la superficie: un sitio solo, rodeado de altas paredes, donde supuestamente se construía una vivienda. El sitio estaba aislado, sin casas ni construcciones a la vista. Lo esperaba una comitiva que lo sacó del lugar.
El hombre que se había fugado de una de las prisiones más seguras de la República de México era Joaquín Guzmán Loero, más conocido como El Chapo Guzmán. Era su segunda fuga. La primera la hizo a principios del siglo de una prisión mejicana también considerada como de alta seguridad.
Uno se pregunta ¿dónde estará El Chapo Guzmán en estos momentos? Por supuesto que un sitio sumamente aislado y proteguido por guardias de su pandilla de narcotraficantes. ¿Dónde? Solamente un número bastante reducido de personas lo sabe.
Uno se pone a penar en los diversos caminos que traza la ambición de dinero a los hombres y las innumerables triquiñuelas e inventos que esa ambición le incitan para lograr sus propósitos. En el caso de los narcotraficantes de la república mejicana, el último invento es el de los supertúneles. Los construyen mostrando una gran maestría y buen conocimiento de la orografía del lugar, en sitios insospechados y provistos de las comodidades necesarias para facilitar el traslado de las drogas, en especial de la cocaína, habilidad que tienen asombrados a los miembros de las policías especiales tanto de México como de U.S.A. Lo particular de este caso es que los túneles han sido excavados cerca de la frontera de estos dos países sin que hasta el presente hayan encontrado a sus fabricantes en plena labor, con las manos en la masa, como decimos en Venezuela. De allí lo original y lo estratégico de su construcción.
En este sentido, los agentes secretos de ambos países han logrado escuchar las comunicaciones entre los supervisores encargados de dirigir la excavación de dichos túneles y los jefes que idearon y controlaron la fabricación de estos túneles en el proceso de su excavación. Pero hasta aquí llegaron. Escucharon los diálogos pero no lograron descifrar sus contenidos, pues en ellos los narcos utilizaron "palabras-códigos" difíciles de traducir. Tampoco han logrado precisar el o los lugares donde se encuentran los jefes, aunque piensan que sea algún lugar de Sinaloa, el estado narcotraficante por excelencia de México. Tampoco han precisado la ubicación de los supervisores que conducen la excavación. aunque saben que se hallan en la frontera U.S.A.-México, pero aún en el Estado de Sinaloa la frontera están extensa que hasta ahora ha sido difícil detectarlos.
A continuación precisaremos algunos de los lugares donde se realizan las excavaciones, la naturaleza de las mismas y su propósito.
Hasta ahora uno de los lugares donde se han excavado los supertúneles es en Tijuana, en la frontera de Sinaloa con U.S:A., en Garita de Otay, un sector industrial del norte de Tijuana, que se comunica con Otay Mesa, sector industrial al sur de San Diego. Los túneles, además de ser hábilmente construidos, son suficientemente amplios para permitir la movilización de personas; los túneles son sumamente costosos. Se estima que los más largos cuestan un poco más de un millón de dólares. La longitud determina el número de meses de la excavación. Asombra las facilidades con que están dotados estos túneles, modalidades que contribuyen a una mejor y mayor movilización de la droga: ductos de ventilación, luz eléctrica, rieles en el piso para los trenes de droga y hasta elevadores. Así mismo, tanto la entrada como la salida de estos túneles están ingeniosamente ocultados. Están excavados a varios metros de profundidad y los sitios escogidos reflejan un buen conocimiento de la estructura orográfica del lugar pues pocos la presencia de vetas de agua cuya perforación originaría inundaciones o la presencia de enormes rocas cuya perforación retardaría u obstruiría dicha excavación. Así mismo, los túneles son construidos con cierta inclinación que facilitaría su tránsito y los excavan de manera de producir un arco en el techo que proporcionan más consistencias en las paredes del túnel y evitan su desmoronamiento. Puede que en esto hayan sido afortunados pero también se pudiera pensar que fueron sabiamente planeados y excavados. Los supertúneles hasta ahora descubiertos fueron excavados para el comercio de drogas, en especial de cocaína. Sólo el utilizado en la fuga de El Chapo Guzmán tuvo un motivo distinto.
Otro elemento de discusión en este tema es la maneraen que se presume fueron seleccionados los futuros excavadores así como su posterior destino. Por lo general eran desempleados, gente angustiada por conseguir trabajo. Una red asociada a los narcotraficantes, existente en los pueblos y ciudades cercanas a la frontera, los fueron seleccionando. Les ofrecieron buenos salarios y, al aceptar, los condujeron a los sitios donde se realizaba la excavación. En dichos sitios les proveían de la alimentación requerida pero no podían salir, se presume, hasta que no se concluyera la obra. Pero se han descubierto fosas comunes cerca de los túneles por lo que también se presume un lamentable destino final.
Uno piensa en el destino inevitable de los narcotraficantes. Es cierto que llegan a obtener y manejar millones de dólares en ese comercio ilegal, que disfrutan de placeres pero, lamentablemente, este disfrute se hace a escondidas temiendo siempre ser descubiertos y luego apresados. Muchos tienen sus familias, que adoran en el mismo lugar de su operación clandestina y temen por ella. Es el caso de Pablo Escobar, el célebre narcotraficante de Medellin, muy querido en esta ciudad por la cantidad de obras que construyó en beneficio de los pobres. Pero su debilidad eran sus hijos y ello fue la causa de su muerte.
Uno se queda pensando en el valor de la libertad, de visitar los países que uno quiera, de estar con los amigos, con su familia, etc. Afortunadamente este tipo de libertad lo disfruta la mayoría de los seres humanos. Este placer no se lo pueden dar los narcotraficantes
martes, 4 de agosto de 2015
Oscar viaja a Caracas
O S C A R
V I A
J A A C
A R A
C A S
La gente del campo, dicen los citadinos, se
acostumbran tanto a ver sus montañas y prados que cuando se alejan de ellos o
la necesidad los obliga a vivir en pueblos o ciudades, pasan la vida añorando
sus lugares de origen. Sin embargo,
esto es un decir pues algo similar
sucede con los citadinos que se familiarizan tanto a vivir en una ciudad
que visitan ocasionalmente (o en vacaciones) las montañas, las playas o los
llanos. Es más, se acostumbran tanto a
vivir en su ciudad natal que cuando se ven obligados a residir en otra ciudad
del país o del extranjero, viven añorando las particularidades de su
ciudad. Este contrapunto de situaciones viene
a colación ahora que asoma a mi memoria las aventuras y desventuras de la
historia de Oscar Orozco.
Tanto Oscar como su hermano Camilo provienen de una
familia originaria de Amanita, un caserío del Estado Monagas. Camilo fue el primero que emigró de Amanita y
comenzó a laborar como trabajador doméstico
en Carúpano, el puerto más importante del Estado Sucre. Viajaba dos o tres veces al año a visitar a
su familia en Amanita y siempre mostraba nostalgia por este lugar. En una ocasión se quedó tres meses allí pero
la necesidad de trabajar lo hizo retornar a Carúpano. La causa fundamental del campesino para
emigrar es el bajo salario que recibe en
las haciendas. Por lo demás, predomina
el trabajo individual en su conuco o en
un “corte” de maíz, yuca, etc., un trabajo a destajo a un precio acordado con
el dueño de un conuco o de una parcela grande.
En sus propios cortes o en los contratados tiene que esperar la cosecha
para poder ver el resultado de su trabajo.
Como no tiene quien lo financie,
cuando trabaja en su conuco generalmente
se endeuda para poder sembrar y nadie lo protege contra el mal tiempo o la excesiva lluvia. Por eso emigra.
Pero el caso de Oscar es diferente. Siempre decía que cuando él saliera de
Amanita seria para residenciarse en Caracas y sólo regresaría a su pueblo a
visitar a su madre. Cuando tuvo la
oportunidad, Oscar se trasladó a Carúpano a laborar como doméstico en la casa
de una familia de clase media, pero siempre mantuvo el propósito de vivir en la
capital. En Carúpano, mientras
trabajaba, aprendió a manejar y pronto obtuvo su licencia de conducir. La familia con la cual trabajaba a los pocos
años comenzó a desmembrarse: los hijos empezaron a trasladarse a otras ciudades
para realizar estudios universitarios.
En esos días a Oscar se le presentó la oportunidad de trabajar en
Caracas. Fue mediante una familia que
vivía en la Urbanización La Trinidad y
se hallaba de vacaciones en ese puerto.
La razón de la contratación era que este matrimonio, por razones de trabajo,
debía viajar y laborar temporalmente en otras ciudades del país y necesitaba
una persona (hombre o mujer) que tuviera licencia de manejar y experiencia en
el trabajo doméstico para que cuidara y atendiera a sus dos hijos.
Oscar aceptó el cargo pero advirtió que tenía poca
experiencia en la cocina pero estaba dispuesto a aprender. Sus patronos,
la Sra. Rosa y el Sr. Carlos
Pineda, conscientes de que hasta ese día les había sido muy difícil encontrar
una persona eficiente en ambos oficios para que laborara en su hogar, pues, por razones económicas, ambos debían
trabajar para poder mantener el hogar, no tenían otra alternativa que aceptar a Oscar y estaban dispuestos a
enseñarle.
Oscar aprendió rápidamente a elaborar los platos que integraban
el menú básico requerido y que la señora Rosa le enseñó gustosa. Como los niños estudiaban en el Colegio Los
Arcos, cerca de La Trinidad, los
trasladaba en el auto en la mañana y luego los iba a buscar a las cuatro de la
tarde (Ellos almorzaban en el colegio).
Cuando sus padres se hallaban de viaje, luego de regresar del colegio en la mañana, Oscar procedía a
preparar la comida de la cena y para las dos de la tarde ya había terminado;
entre dos y tres y media de la tarde descansaba media hora y la hora restante
la dedicaba a aprender a leer y escribir.
(La Sra. Rosa lo estaba enseñando y cada vez que se ausentaba le dejaba
tareas escritas y de lectura para que practicara).
Oscar se adaptó rápidamente a este hogar y a sus
nuevas obligaciones. Por ser un joven honesto y efectivo en su trabajo, era
apreciado por todos los miembros de la familia.
En una ocasión el Sr. Pineda
viajó por dos semanas a San Cristóbal y la Sra. Rosa, que no sabía manejar,
había decidido tomarse unos días de descanso por lo que, junto con sus hijos y
Oscar programó un viaje a la Colonia Tovar.
El viaje era una nueva experiencia para Oscar pues
desconocía la carretera y el lugar que visitarían. También el clima era distinto pues en esa
época del año (diciembre) la temperatura en las mañana bajaba hasta cinco
grados Celsius. La Sra. Rosa, que
estaba enterada de este problema, tomó sus previsiones del caso, tanto para
ella y sus hijos como para Oscar, quien, al no tener la vestimenta apropiada
para el lugar que visitarían, le prestó un suéter grueso de su esposo que a Oscar le quedó a la perfección. Éste
decidió no ponérselo en Caracas sino cuando, en el ascenso a la montaña, se
viera obligado a utilizarlo.
Salieron a las
siete de la mañana de La Trinidad y como era un sábado no encontraron
mucho tráfico en la ciudad. Ya a las ocho estaban subiendo hacia El
Junquito. A Oscar le preocupaba la
niebla en la carretera que, en ocasiones, era tan espesa que tenía, por
precaución, que conducir con mucha lentitud y los faros del auto mantenerlos con
las luces altas. Al llegar a El Junquito,
la Sra. Rosa decidió que era mejor detenerse allí para desayunar y luego seguir
hacia la Colonia Tovar. Desayunaron con
cachapa con queso y café con leche caliente.
La temperatura estaba a diez grados y Oscar, acostumbrado a la
calefacción del auto, rápidamente se puso el suéter para poder soportar el frio
existente.
Descansaron un rato y salieron hacia las diez de la
mañana hacia la Colonia. Los chicos aprovecharon el descanso para montar un
rato a caballo, un servicio que existía en el pueblo para los turistas. Cuando comenzaron el ascenso, ya el sol tenía
tiempo calentando la región y en la carretera se veía ocasionalmente la
neblina, aunque ellos se hallaban empezando a subir la montaña. Era toda una experiencia para el joven
chofer: el excesivo frio, el tráfico de vehículos que empezaba a incrementarse
en ambas direcciones en una vía estrecha y de constantes curvas. Ello lo obligaba a ser muy cuidadoso e ir a
una velocidad bastante moderada. Pese a
todo, el viaje resultó bastante agradable y para él muy novedoso. Al rato vieron un arco sobre la carretera
indicando la entrada a la Colonia Tovar.
Oscar respiró, aliviado, creyendo que había llegado. Sin embargo, todavía faltaba buen trecho de carretera con excesivas curvas
y tráfico en la vía. Al fin llegaron.
Al observar el
lugar donde se hallaban (una hilera de casas de madera, algunas de dos pisos,
todas pintadas con colores sobrios y algo serios y ubicadas ordenadamente a
ambos lados de la vía), Oscar tuvo la impresión de que la Colonia Tovar era un
pueblo pequeño. No obstante, lo que él
estaba mirando era el centro de un poblado muy peculiar. Esa era la parte del
pueblo donde se encontraba el comercio, la iglesia, restaurantes, tiendas y
quioscos de frutas, dulces y refrescos. Era el lugar donde llegaban la mayoría
de los turistas. Todo pintoresco y agradable
a la vista. La Colonia Tovar se hallaba
en el centro de una naturaleza demasiado quebrada, con innumerables colinas
sembradas de hortalizas y frutas,
especialmente fresas. Para conocer
verdaderamente al pueblo tenía que traficar por las innumerables carreteras y
caminos rústicos que cruzaban dichas colinas, donde se hallaban los colonos con
sus familias y sus sembradíos. La
mayoría de los visitantes se contentaban con llegar a esa parte del pueblo
–donde ellos se hallaban en ese momento--
y disfrutar de la agradable temperatura, de los servicios y del comercio
así como de lo pintoresco y tranquilo
del lugar.
Oscar se
maravilló con todo lo que veía y oía
sobre los productos y el trabajo de la tierra
e inevitablemente, le entró nostalgia por Amanita. Claro, no podía compararse este sitio con el
suyo, sus pequeños valles, sus lomas, sus ríos y su cálido clima. Pero era el
campo, un campo muy peculiar, con gente callada y trabajadora. Como en Amanita. Solo que estos agricultores tenían la posibilidad de
sembrar, cosechar y vender su cosecha y con lo obtenido vivir bien y regresar
de nuevo a la tierra. Era un ciclo que
pocos cumplían en Amanita por la ausencia de recursos y de organización para
vivir de la tierra y no tener que emigrar y buscar la vida en otros mundos.
Oscar se quedó pensando en la laboriosidad de esta gente --se hallaban sentados frente a un quiosco
disfrutando del paisaje y libando refrescos de frutas-- que vivía de la tierra pero también del
aporte de los turistas. Por supuesto,
había muchas cosas que el ignoraba de la
historia de la Colonia Tovar pero
indudablemente era un pueblo digno de admiración.
La Sra. Rosa había hecho reservaciones en el hotel
Selva Negra por lo que, después del corto descanso, se dirigieron al hotel a
registrarse y posesionarse de sus habitaciones.
Algo que también impresionó a Oscar fue el trato que estaba recibiendo
de los Pineda. Al sentarse a
almorzar, Oscar sintió una mezcla de
alivio y admiración al comprobar de nuevo el trato igualitario que recibía de
esta familia, especialmente de la Sra. Rosa, quien lo veía como un miembro
importante de su grupo familiar y por lo tanto recibía, según él, aquel trato
preferencial.
En el hotel, la Sra. Rosa contrató un baquiano que los
llevaría a conocer los sembradíos de frutas y otros productos de la tierra
además de los diversos asentamientos de los colonos. Oscar respiró aliviado porque el baquiano
tenía una camioneta (donde cupieron todos) y la condujo con maestría por las
estrechas carreteras y caminos rústicos que tuvieron que transitar para llegar
a los asentamientos. La excursión,
especialmente para los niños y para el mismo Oscar resultó muy interesante e
instructiva. Llegaron anocheciendo al
hotel, cansados pero también satisfechos por el paseo. Esa noche cayeron como plomos en sus
respectivas camas y no supieron del mundo hasta bien entrada la mañana del
siguiente día. En la tarde conocieron
otros sitios cercanos, entre ellos El Jarillo, donde se maravillaron al
observar el desplazamiento de los parapentes entre las colinas que bordeaban al
pueblo.
El lunes en la mañana regresaron a Caracas. El viaje fue bastante agradable para Oscar aunque siempre manejó
con mucho cuidado debido al constante tráfico de vehículos que encontró en el
descenso. Oscar siempre recordaría este
viaje que le posibilitó conocer mejor a la familia que servía y le permitía ver
con más tranquilidad su futuro en la capital.
Meses después, el joven no sólo logró dominar la escritura y la lectura
sino que, animado por la Sra. Rosa, completó sus estudios de Educación
Primaria. Con los años pudo conocer
mejor a Caracas y las ciudades cercanas.
También tuvo la maravillosa experiencia de conocer el Litoral
Varguense y transitar por la Autopista
Caracas-La Guaira y bajar hasta Maiquetía en solo 17 minutos desde casi mil
metros de altura (Caracas se encuentra a 912 metros sobre el nivel del mar). Esa vez disfrutaron de la playa de Macuto
pero en viajes sucesivos se bañaron en Caraballeda, Naiguatá y Los Caracas.
Esa tarde, mientras limpiaba y lustraba el auto de la
familia, Oscar se quedó pensando en su futuro.
Llevaba diez años viviendo con una familia estupenda. Los hijos, Carlos y Dolores, pronto serian
bachilleres e ingresarían a la universidad.
El Sr. Pineda estaba pensando en retirarse o por lo menos cambiar los
viajes por un trabajo permanente en la
ciudad. La Sra. Rosa había decidido no
trabajar más y se retiraría el año siguiente.
Y él, ¿seguiría allí? Oscar había
pensado largamente en este asunto. Había
viajado varias veces a Amanita y llevado regalos a su madre y sus
hermanos. Le giraba frecuentemente
dinero a su mamá y había decidido que en el diciembre de ese año pasaría una
semana en Amanita. Había logrado la
licencia para manejar camiones y tenía la intención de manejar estos vehículos
en el comercio de mercancías entre Caracas y el interior del país.
Esa noche habló con los Pinedas para plantearles la
necesidad de ver cumplido su sueño.
jueves, 30 de julio de 2015
P I C H I C H O
P I C H I C H O
Cada mañana, como
el sol sale por el este, tengo la obligación de sacar a pasear a Jack, el perro de mi
hijo. Porque yo ya no tengo perro. Tuve muchos, es verdad, pero a mi edad ya no quiero esa responsabilidad, esa
mortificación y menos esa dedicación.
Pero mi hijo acostumbró a su perro que debía ser sacado de la casa cada
mañana y como él tiene que trabajar, tengo que hacerlo yo.
Jack es un perro
negro, fornido, de unos diez años de edad, es decir, ya está próximo a iniciar
su decadencia (Que yo sepa, los perros viven 14 años y hasta 16 años). No es un perro fino sino una mezcla de
Labrador con Rottweiler. Es un perro
inteligente pues sabe que no debe hacer sus necesidades en la casa. Por eso cuando quiere orinar, se agita de tal
manera que hay que sacarlo al jardín para que se desahogue. Así mismo, Jack sabe que cuando uno lo saca
en la mañana debe evacuar (digo yo, mi hijo dice “cagar”).
En las salidas
mañaneras lo primero que hace Jack es olfatear las matas del jardín, estrujarse
contra los arbustos y, como todo perro, se acerca a un árbol, alza la pata para
orinar. Siempre me he preguntado por qué
los perros orinan así y junto a un árbol; ¿por qué no sobre una pared o un
automóvil? No creo que sea una manía. Un amigo mío, que admira este acto perruno,
opina que es “parte de la idiosincrasia del perro”. Pero creo que este decir no es verdad. He observado que los perros alzan sus patas
para orinar en cualquier lugar: en la calle, junto a un arbusto o sobre
cualquier cosa que le parece un obstáculo.
Lo que si es cierto es que tienen preferencia para hacerlo junto a un
árbol. De esta preferencia arranca la
creencia y el decir popular.
Yo llevo a Jack a una
cercana área alambrada, con árboles de variados tipos y tamaños, que se encuentra a dos cuadras de nuestra
casa. Allí él hace sus necesidades. Cuando entra al cercado y luego de que yo lo
libro de la cadena, sale corriendo y luego de ejercitarse sacando tierra con
sus patas traseras y de husmear otros arbustos, se dirige a un pequeño arbusto
de su preferencia que hay en el lugar: son conjuntos de yerbas, de casi un
metro de altura, de color preferentemente verdoso aunque tiene también hojas
lanceoladas amarillas y marrones.
Desconozco su nombre pero lo cierto es que Jack los prefiere para
realizar su primaria necesidad. Entonces
deja de revoletear, engrincha su lomo trasero y comienza a pujar para que
salgan sus mojoncitos, generalmente son 4 ó 5.
Yo los dejo en el lugar. Pero si
se le antoja hacerlo en otro sitio, dentro de la extensión de jardines y gramas
que existen en el conjunto donde vivimos, si los recojo en una bolsa de
plástico y los deposito en el receptáculo de basura. En esta ciudad hay muchos perros y un gran
amor por los animales pero también se vela por su ornato. Como abundan en las calles, veredas y parques
lo que yo llamo “casilleros” para perros, los cuales están provistos del cajón para la caca de estos
animales y un dispensador de bolsas plásticas para colocar dicha caca y depositarla
luego en el susodicho cajón.
`Yo siempre he tenido
perro en mi casa. Recuerdo que el
primero me lo regalaron en Puerto Ordaz, ciudad al sur de Venezuela. No era de una raza conocida, yo diría de una
“raza común”, al ser producto de muchas mezclas. Era un perro muy cariñoso y juguetón. Mis hermanos jugaban mucho con él en el
jardín, pero tenía el temor de que si lo dejaba dormir en el jardín, es decir,
pasar la noche, se perdería o lo robarían.
Por eso lo acostumbre a dormir dentro de la casa. Un fin de semana salimos de paseo a San Félix
pero tuvimos que pernoctar allí.
Regresamos a la casa el domingo en la tarde. Encontramos a un perro tan desesperado por el
hambre que había ruñido las patas de madera de la mesa del comedor. Yo me disgusté tanto que desde ese día lo
acostumbre a dormir en el jardín.
“Pichicho”, que es su nombre (todos mis perros tuvieron siempre el mismo
nombre), se acostumbró a dormir fuera de la casa y con el tiempo andaba por la
cuadra pero siempre recalaba en la casa a dormir. Un día Pichicho se perdió. Lo buscamos por toda la cuadra y las calles
vecinas pero no lo encontramos. Se había convertido en un perro callejero. Finalmente apareció para el regocijo de todos
en la casa. Nos acostumbramos, pues, a
sus desaparecidas. En una ocasión paso un tiempo sin que lo
viéramos y una mañana, a; salir de la casa, lo encontramos muerto en el
jardín. Estaba golpeado y tenía varias
heridas. Yo creo que la golpiza que
recibió terminó siendo fatal, fue el resultado de peleas callejeras con otros
perros. Como se sintió tan desfallecido
tuvo el aliento suficiente para regresar a su casa a morir.
Yo me sentí tan
afectado que pasé unos años sin perro.
Cuando vivíamos en Maracaibo (yo ya estaba casado) sentí la necesidad y
tuve la intención de comprar un perro y acostumbrar a mis hijos a jugar con él
y quererlo. Pero nuestra estadía en esa
ciudad fue tan corta que finalmente desistí de hacerlo.
Cuando nos mudamos a
La Trinidad, si lo hice. Compramos un
pastor alemán y lo criamos desde cachorro.
Yo lo acostumbre a vivir en el jardín fuera de la casa, donde hacia sus
necesidades pero nosotros siempre mantuvimos aseado el lugar. Pichicho era un perro muy inteligente. Cuando la familia salía de paseo, le
dejábamos abierta la puerta que comunicaba el jardín trasero con el delantero,
de manera que tuviera más espacio para movilizarse y suficiente comida y
agua. Y no importaba que en un fin de
semana pernoctáramos en otro lugar pues él siempre nos recibía moviendo la cola y haciendo gestos con la cabeza como
mostrando su satisfacción porque habíamos regresado. Como había consumido todo
el alimento que le dejamos, lo proveíamos de agua y su comida especial y el los
devoraba complacido.
Pero Pichicho era
realmente un perro cuidador. Nadie se
atrevía a meterse en la casa. En una
ocasión, un ladrón, huyendo de otra casa
donde se había metido, al ser descubierto, salto a la nuestra y el perro lo
recibió gruñendo. El ladrón lo amenazó
con un cuchillo carnicero que tenía en la mano pero el perro, de un salto
felino, le mordió la muñeca e hizo que el hombre soltara el arma. Pronto, al verse mordido en piernas y brazos,
al ladrón le entró pánico y comenzó a gritar pidiendo que le quitaran al perro
de encima. Yo me desperté y salí de inmediato
al jardín y ordené a Pichicho que se calmara.
El perro obedeció y dejó de morder al ladrón que seguía gritando
desaforado. A los pocos minutos llego la
policía y se lo llevó.
En la calle del
Arenal se reunían en las mañanas muchos perros callejeros. Siempre aparecía un líder en el grupo que
rezongaba buscando pelea con otro perro; se producía la pelea y luego de vencer
al que se había atrevido a retarlo, se
paseaba regodeándose ante los otros perros para hacer respetar su
autoridad. El perro líder por
lo general desafiaba con sus gruñidos a Pichicho, que se asomaba a la reja del
garaje ante la algarabía de los otros perros.
Si yo estaba en casa, cambiaba a mi perro para el jardín trasero y lo
encerraba hasta que los otros perros abandonaran la calle. Pero en una ocasión no llegue a tiempo para
evitar la trifulca. Pichicho, ante la
excesiva provocación del otro perro, saltó la pared delantera del jardín de
unos dos metros de alto y cayó parado sobre la acera de la calle. Y comenzó la pelea.
Aquella fue una pelea
de perros memorable. Logró la admiración
de los vecinos que, ante el alboroto de ladridos, salieron a la calle a enterarse de lo que sucedía. Eran dos perros grandes y hermosos. El que llamaban “Catire”, el perro líder, era
lanudo con el pelo amarillo, las patas gruesas, el borde de la boca negra y los
ojos feroces. Pichicho era alto, delgado
pero fornido, de pelo grisáceo y hocico algo alargado, mirada inteligente y
rápida resolución ante el peligro La
pelea se produjo en el centro de la calle y los otros perros hicieron un
círculo dentro del cual se movían los dos feroces contendientes repartiendo
dentelladas. A veces parecía que ganaba
el Catire, en otras que ganaba Pichicho.
El tráfico de vehículos se interrumpió
en ambas direcciones de la calle y los choferes no tuvieron otra
alternativa que salir de sus autos y, junto con los vecinos, se dedicaron
a observar la pelea. Paso media donde cada perro, en su turno, a
fuerza de dentelladas, se llevaba a su rival de una acera a la otra, en medio
de los ladridos y el asombro de los otros perros. Tanto Catire como Pichicho estaban heridos y
sangraban pero ninguno cedía.
Continuaban dándose dentelladas.
De repente, se produjo un silencio y luego un tremendo aullido, el acto
lastimero de uno de los perros que huía.
Era Catire el derrotado pues dejó a Pichicho en medio de la calle, bien
plantado sobre sus cuatro patas. Mientras el Catire, seriamente lastimado,
abandonaba la calle seguido por la corte
de sus perros que, aun así, le seguían siendo fieles…
Los vecinos y los
choferes aplaudieron ampliamente al vencedor que seguía orondo en el medio de
la calle. Yo llamé a mi perro que al
verme obedeció y regresó a la casa. Le
curamos las heridas y le entablamos una pierna donde tenía una herida feroz y
así evitamos que se le infestara. Él,
paciente, dejo que lo curaran y mimaran.
Creo que estaba satisfecho por el triunfo. El triunfo fue también de los vecinos de la
cuadra pues eso hizo que el Catre y su corte de perros se ausentaran de la
calle del Arenal.
Pichicho siguió
siendo un perro cariñoso y cuidador.
Vivió 14 años. Yo tenía que hacer
un post-grado fuera del país pero mi preocupación para ausentarme era el perro. A veces me pasaba horas con él en el jardín,
bañándolo, acariciándolo, mimándolo.
Pero Pichicho fue inteligente hasta el final. Yo creo que el presentía mi partida pues en
los últimos días estaba triste, muy triste.
Una semana antes de ausentarme de la ciudad amaneció muerto en el
jardín. Me dio tiempo a que, junto con
mi familia, asistiéramos a su cremación.
Esa vez tome la
decisión de no tener más perros en mi casa.
lo saca en la mañana
debe evacuar (digo yo, mi hijo dice “cagar”).
En las salidas
mañaneras lo primero que hace Jack es olfatear las matas del jardín, estrujarse
contra los arbustos y, como todo perro, se acerca a un árbol, alza la pata para
orinar. Siempre me he preguntado por qué
los perros orinan así y junto a un árbol; ¿por qué no sobre una pared o un
automóvil? No creo que sea una manía. Un amigo mío, que admira este acto perruno,
opina que es “parte de la idiosincrasia del perro”. Pero creo que este decir no es verdad. He observado que los perros alzan sus patas
para orinar en cualquier lugar: en la calle, junto a un arbusto o sobre
cualquier cosa que le parece un obstáculo.
Lo que si es cierto es que tienen preferencia para hacerlo junto a un
árbol. De esta preferencia arranca la
creencia y el decir popular.
Yo llevo a Jack a una
cercana área alambrada, con árboles de variados tipos y tamaños, que se encuentra a dos cuadras de nuestra
casa. Allí él hace sus necesidades. Cuando entra al cercado y luego de que yo lo
libro de la cadena, sale corriendo y luego de ejercitarse sacando tierra con
sus patas traseras y de husmear otros arbustos, se dirige a un pequeño arbusto
de su preferencia que hay en el lugar: son conjuntos de yerbas, de casi un
metro de altura, de color preferentemente verdoso aunque tiene también hojas
lanceoladas amarillas y marrones.
Desconozco su nombre pero lo cierto es que Jack los prefiere para
realizar su primaria necesidad. Entonces
deja de revoletear, engrincha su lomo trasero y comienza a pujar para que
salgan sus mojoncitos, generalmente son 4 ó 5.
Yo los dejo en el lugar. Pero si
se le antoja hacerlo en otro sitio, dentro de la extensión de jardines y gramas
que existen en el conjunto donde vivimos, si los recojo en una bolsa de
plástico y los deposito en el receptáculo de basura. En esta ciudad hay muchos perros y un gran
amor por los animales pero también se vela por su ornato. Como abundan en las calles, veredas y parques
lo que yo llamo “casilleros” para perros, los cuales están provistos del cajón para la caca de estos
animales y un dispensador de bolsas plásticas para colocar dicha caca y depositarla
luego en el susodicho cajón.
`Yo siempre he tenido
perro en mi casa. Recuerdo que el
primero me lo regalaron en Puerto Ordaz, ciudad al sur de Venezuela. No era de una raza conocida, yo diría de una
“raza común”, al ser producto de muchas mezclas. Era un perro muy cariñoso y juguetón. Mis hermanos jugaban mucho con él en el
jardín, pero tenía el temor de que si lo dejaba dormir en el jardín, es decir,
pasar la noche, se perdería o lo robarían.
Por eso lo acostumbre a dormir dentro de la casa. Un fin de semana salimos de paseo a San Félix
pero tuvimos que pernoctar allí.
Regresamos a la casa el domingo en la tarde. Encontramos a un perro tan desesperado por el
hambre que había ruñido las patas de madera de la mesa del comedor. Yo me disgusté tanto que desde ese día lo
acostumbre a dormir en el jardín.
“Pichicho”, que es su nombre (todos mis perros tuvieron siempre el mismo
nombre), se acostumbró a dormir fuera de la casa y con el tiempo andaba por la
cuadra pero siempre recalaba en la casa a dormir. Un día Pichicho se perdió. Lo buscamos por toda la cuadra y las calles
vecinas pero no lo encontramos. Se había convertido en un perro callejero. Finalmente apareció para el regocijo de todos
en la casa. Nos acostumbramos, pues, a
sus desaparecidas. En una ocasión paso un tiempo sin que lo
viéramos y una mañana, a; salir de la casa, lo encontramos muerto en el
jardín. Estaba golpeado y tenía varias
heridas. Yo creo que la golpiza que
recibió terminó siendo fatal, fue el resultado de peleas callejeras con otros
perros. Como se sintió tan desfallecido
tuvo el aliento suficiente para regresar a su casa a morir.
Yo me sentí tan
afectado que pasé unos años sin perro.
Cuando vivíamos en Maracaibo (yo ya estaba casado) sentí la necesidad y
tuve la intención de comprar un perro y acostumbrar a mis hijos a jugar con él
y quererlo. Pero nuestra estadía en esa
ciudad fue tan corta que finalmente desistí de hacerlo.
Cuando nos mudamos a
La Trinidad, si lo hice. Compramos un
pastor alemán y lo criamos desde cachorro.
Yo lo acostumbre a vivir en el jardín fuera de la casa, donde hacia sus
necesidades pero nosotros siempre mantuvimos aseado el lugar. Pichicho era un perro muy inteligente. Cuando la familia salía de paseo, le
dejábamos abierta la puerta que comunicaba el jardín trasero con el delantero,
de manera que tuviera más espacio para movilizarse y suficiente comida y
agua. Y no importaba que en un fin de
semana pernoctáramos en otro lugar pues él siempre nos recibía moviendo la cola y haciendo gestos con la cabeza como
mostrando su satisfacción porque habíamos regresado. Como había consumido todo
el alimento que le dejamos, lo proveíamos de agua y su comida especial y el los
devoraba complacido.
Pero Pichicho era
realmente un perro cuidador. Nadie se
atrevía a meterse en la casa. En una
ocasión, un ladrón, huyendo de otra casa
donde se había metido, al ser descubierto, salto a la nuestra y el perro lo
recibió gruñendo. El ladrón lo amenazó
con un cuchillo carnicero que tenía en la mano pero el perro, de un salto
felino, le mordió la muñeca e hizo que el hombre soltara el arma. Pronto, al verse mordido en piernas y brazos,
al ladrón le entró pánico y comenzó a gritar pidiendo que le quitaran al perro
de encima. Yo me desperté y salí de inmediato
al jardín y ordené a Pichicho que se calmara.
El perro obedeció y dejó de morder al ladrón que seguía gritando
desaforado. A los pocos minutos llego la
policía y se lo llevó.
En la calle del
Arenal se reunían en las mañanas muchos perros callejeros. Siempre aparecía un líder en el grupo que
rezongaba buscando pelea con otro perro; se producía la pelea y luego de vencer
al que se había atrevido a retarlo, se
paseaba regodeándose ante los otros perros para hacer respetar su
autoridad. El perro líder por
lo general desafiaba con sus gruñidos a Pichicho, que se asomaba a la reja del
garaje ante la algarabía de los otros perros.
Si yo estaba en casa, cambiaba a mi perro para el jardín trasero y lo
encerraba hasta que los otros perros abandonaran la calle. Pero en una ocasión no llegue a tiempo para
evitar la trifulca. Pichicho, ante la
excesiva provocación del otro perro, saltó la pared delantera del jardín de
unos dos metros de alto y cayó parado sobre la acera de la calle. Y comenzó la pelea.
Aquella fue una pelea
de perros memorable. Logró la admiración
de los vecinos que, ante el alboroto de ladridos, salieron a la calle a enterarse de lo que sucedía. Eran dos perros grandes y hermosos. El que llamaban “Catire”, el perro líder, era
lanudo con el pelo amarillo, las patas gruesas, el borde de la boca negra y los
ojos feroces. Pichicho era alto, delgado
pero fornido, de pelo grisáceo y hocico algo alargado, mirada inteligente y
rápida resolución ante el peligro La
pelea se produjo en el centro de la calle y los otros perros hicieron un
círculo dentro del cual se movían los dos feroces contendientes repartiendo
dentelladas. A veces parecía que ganaba
el Catire, en otras que ganaba Pichicho.
El tráfico de vehículos se interrumpió
en ambas direcciones de la calle y los choferes no tuvieron otra
alternativa que salir de sus autos y, junto con los vecinos, se dedicaron
a observar la pelea. Paso media donde cada perro, en su turno, a
fuerza de dentelladas, se llevaba a su rival de una acera a la otra, en medio
de los ladridos y el asombro de los otros perros. Tanto Catire como Pichicho estaban heridos y
sangraban pero ninguno cedía.
Continuaban dándose dentelladas.
De repente, se produjo un silencio y luego un tremendo aullido, el acto
lastimero de uno de los perros que huía.
Era Catire el derrotado pues dejó a Pichicho en medio de la calle, bien
plantado sobre sus cuatro patas. Mientras el Catire, seriamente lastimado,
abandonaba la calle seguido por la corte
de sus perros que, aun así, le seguían siendo fieles…
Los vecinos y los
choferes aplaudieron ampliamente al vencedor que seguía orondo en el medio de
la calle. Yo llamé a mi perro que al
verme obedeció y regresó a la casa. Le
curamos las heridas y le entablamos una pierna donde tenía una herida feroz y
así evitamos que se le infestara. Él,
paciente, dejo que lo curaran y mimaran.
Creo que estaba satisfecho por el triunfo. El triunfo fue también de los vecinos de la
cuadra pues eso hizo que el Catre y su corte de perros se ausentaran de la
calle del Arenal.
Pichicho siguió
siendo un perro cariñoso y cuidador.
Vivió 14 años. Yo tenía que hacer
un post-grado fuera del país pero mi preocupación para ausentarme era el perro. A veces me pasaba horas con él en el jardín,
bañándolo, acariciándolo, mimándolo.
Pero Pichicho fue inteligente hasta el final. Yo creo que el presentía mi partida pues en
los últimos días estaba triste, muy triste.
Una semana antes de ausentarme de la ciudad amaneció muerto en el
jardín. Me dio tiempo a que, junto con
mi familia, asistiéramos a su cremación.
Esa vez tome la
decisión de no tener más perros en mi casa.
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