jueves, 1 de noviembre de 2018

Los ciclos del hombre -- I




          Casi siempre cuando converso con mis amigos salen a relucir reminiscencias sobre la infancia o la juventud que, con el paso del tiempo se convierten en recuerdos felices.  Todos tenemos la tendencia a recordar los momentos felices que hemos tenido en nuestras vidas o a poco memorar los que se convierten en nuestras pequeñas grandes tragedias.  ¿Cuantos son los ciclos de la vida de un hombre? Todos los que queramos imaginar o querer referir. Por lo general son: infancia, juventud, madurez y ancianidad.
          De todas, quizás la más querida o por lo menos la más recordada con afecto es la infancia, tal vez porque en ella predomina la inocencia y donde mostramos más apego a nuestros padres.  El proceso del desapego de la infancia es importante, es decir, el irse poco a poco separando de la infuencia de nuestros padres, de irse distanciando de su regazo hasta lograrlo es el fin de la infancia.  Para muchos este es un proceso largo, para otros relativamente largo (que es patrón más común) o corto o muy corto o muy corto (qu es el menos común) o los que no  la tuvieron porque los padres por alguna causa se marcharon.
          Lo más agradable de la infancia es la ingenuidad, la ausencia de malicia que uno tiene ante todo lo que sucede, o al presumir siempre la bueno ante un suceso cualquiera. Dicen que aquellas personas que recuerdan muchos momentos felices de su infancia casi siempre disfrutan de una vida plena porque pudieroon disfrutar por completo de su infancia.  Tambien se comenta que los que no tuvieron una infancia feliz tampoco llegan a ser felices el resto de su vida. ¿Hasta cuando dura la infancia? Eso depende del curso de la vida (azaroso, problemático, agradable, satisfactorio, etc,) de cada persona. Pero casi siempre el que tiene una infancia feliz no suele enfrentar grandes traumas el resto de su vida.
          La conexión entre la infancia y la juventud es la adolescencia (que suele tener rasgos y actividades de una y de la otra), que puede ser simple o complicada todo depende de cada persona o de su medio ambiente.
          La juventud  es considerado como el ciclo más importnte de la vida de un hombre por muchas razones, entre otras, por ser la estación donde el ser humano llega al máximo de sus posibilidades  físicas y mentales. Pero este criterio, pese a ser cierto, tiene sus bemoles: hay personas, como  J. F. Kennedy, que en el comienzo de su madurez tuvo el máximo de su potencialidad mental.  Se dice que los atletas -y los deportistas llegan a exponer su juventud al máximo. Esto es realmente cierto y hay deportes, como el tenis y el beisbol, donde los deportistas profesionales llegan a obtener sus mayores triunfos durante esta etapa vital. Pero en toda regla hay excepciones, pero esto no quiere decir la la juventud puede alargarse sino que los actos que se realizan en la juventud sus consecuencias pueden prolongarse más allá del periodo asignado a la misma. Por lo demás es muy satisfactoria esta etapa pues el ser humano se siente muy poseido de sus facultades y de sus logros, como César y Napoleón quienes realizaron sus mejores hazañas durante el transcurso de ella.  El ser humano, en la juventud, se siente tan poseido de su capacidad que puede dominar al mundo. Pero también, por esta creencia, hay personas que cometen los errores más graves. Napoleón creyó que podía dominar a Rusia pero jamás pensó que el crudo invierno ruso lo derrotaría. Sin ir muy lejos es en la juventud cuando solemos cometer errores que a veces lamentamos el resto de nuestros días.
          A los jóvenes les dejo este aserto para que piensen bien sus decisiones antes de tomarlas.

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