E L T R A B A J A D
O R L A T I N O
El trabajador extranjero
ilegal que llegaba a los Estados Unidos siempre representó un problema para
este país y por eso su gobierno los combatió desde un principio. Aquellos
que intentaban llegar por los pasos fronterizos y no tenían autorización
escrita del país para hacerlo, no les permitían la entrada. Esto hizo que
utilizaran medios ilícitos, los llamados “caminos verdes” para entrar a ese
país. Con el paso de los años este tipo
de tránsito ilegal presentaba un conflicto muy particular para ese país: por
una parte, en los estados donde se necesitaba trabajadores para atender
extensos sembradíos, a un costo relativamente bajo, como era el caso de los
estados de California, Georgia, etc., este tipo de trabajador ilegal era
bienvenido pues los salarios bajos que recibían protegían y hasta mejoraban las
ganancias de los propietarios de las fincas.
Pero eran ilegales pues no tenían ningún tipo de autorización que les
permitía su estadía en el país. Esto
creó un problema grave en U.S.A. A la
larga la situación se solucionó autorizando por escrito a los que ya estaban
dentro e incrementando los controles para reducir considerablemente este tipo
de ilegalidad.
Para buscar una solución,
desde los Estados Unidos trataron de contratar trabajadores en los estados
fronterizos pero unos opinaron que al establecer condiciones, a veces
increíbles de resolver por parte de los trabajadores mejicanos, la búsqueda de
soluciones se redujo. Poco a poco la solución finalmente implementada fue
incrementar los controles a lo largo de la extensa frontera que hay entre
México y los Estados Unidos. Es decir, implantar una mayor vigilancia en los
sitios claves de la frontera (“claves”
porque eran los lugares por donde pasaban el mayor número de ilegales. Además,
esto era un problema más de U.S.A., país
con una moneda “dura” y muy estable y por lo tanto muy atractiva y altos
salarios (si se les comparaban con los existentes en los países vecinos) que de
México, con una moneda débil y exceso de población laboral de bajos recursos y
baja formación.
El problema continuó y se
incrementó el problema de la frontera norteamericana con México, cuando los
países de Centro América, la mayoría con casi permanentes crisis económica o
política, aumentaron la afluencia de trabajadores de bajos recursos y baja
formación a los Estados Unidos por los caminos verdes.
Esto hizo que los
estadounidenses pensaran en otras soluciones.
Una de ellas fue incrementar la vigilancia en la frontera con México, lo
cual se implementó de inmediato al aumentar la formación de vigilantes para esa
frontera y la de ampliar los sitios de vigilancia. Pero la otra solución en que se pensó, de
implantarse, resultaría muy onerosa para el país: la construcción de un muro a
lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos. Este recordó el célebre “Muro de Berlín” y
los problemas políticos y económicos que el mismo trajo para Alemania y Europa
en general y los Estados Unidos, lo cual
también causó problemas políticos entre
este último país y Rusia, demasiados conocidos y que no vale la pena insistir
aquí.
Creo que U.S.A. no debe aislarse del resto de Latinoamérica
si persiste y concluye ese muro. No vale
la pena por el excesivo costo que el mismo representa y que el muro no
solucionará el problema de la emigración de trabajadores de estos países a esa
nación. El ser humano es tan ingenioso
que inventará alguna manera de que el muro resulte inoperante.
A lo que también quería
referirme es que en U.S.A. se les llamó (y se les llama) “latinos” a todos
estos trabajadores que de alguna manera pasaron a través d los caminos verdes a
ese país para engrosar su fuerza laboral e insistieron hasta conseguir sus
papeles de trabajo o residencia laboral para trabajar en él. En la actualidad son miles de miles de
trabajadores originarios de México y de otros países de Centro y Suramérica que
actualmente laboran allí muchos de los cuales tienen a su familia a su lado. Es tanta la cantidad de latinos que viven y
trabajan en esta nación que recientemente ellos fueron considerados como la
fuerza laboral de U.S.A. proveniente del extranjero y que superan a las que
vienen de otra s zonas o países del mundo e inclusive mayor que los nativos descendientes
de afro-americanos.