martes, 21 de abril de 2015

E L R E G R E S O D E R A F A E L N A D A L





                                                         E L  R E G R E S O  D E  R A F A E L  N A D A L

                Estoy en camino de superar  una particular preocupación.  Cuando lo sepa usted pensará lo que le venga en gana y hasta suponer que el mundo verdaderamente está cambiando debido a casos aparentemente incomprensibles.  Pero digo la verdad.  Hasta esta semana estuve preocupado porque Rafael Nadal parecía ido del tenis después que el año pasado, luego de una operación de apendicitis y problemas en la rodilla, al regresar a la cancha  perdió con rivales que había derrotado varias veces en el pasado.  Después de obtener la copa campeonil en el Roland Garros de Paris el año pasado y superar las enfermedades anotadas, el magnífico tenista español había sufrido un declive inesperado al no ganar en ninguno de los torneos en que participó hasta que finalmente ganó el abierto de Buenos Aires a comienzos de este año.  Pero luego sucumbió en el torneo Indian Wells de California y en el Miami Open, torneo que siempre le había sido esquivo en campañas anteriores.
            Pero el problema era que se le veía fuera de forma, cometiendo errores que jamás había cometido y dando la impresión que llegaba al final de su carrera.  Pero en sus últimos encuentros, en especial en la derrota que le propinó al norteamericano John Isner y su magnífico juego contra el alicantino Ferrer, me siento más aliviado porque comprendo que el tenista español ha regresado a su forma anterior y el que pierda o gane ahora será normal, cuestiones del juego.
           
            En mi familia así como algunos  amigos cercanos me critican que tengo una fijación con este tenista.  Yo creo que simplemente es una excesiva admiración.  Hasta hace pocos años  yo no era fanático del tenis.  Pero tuve la oportunidad de observar por televisión el grand slam del 2008 en Wimblenton y me maravilló observar la magnífica performance del tenista español. En esa ocasión, en el partido final por el campeonato, Nadal se enfrentaba a Roger Federar, en esos momentos era el tenista  número uno del mundo y con el que había perdido con anterioridad.  Pero esta vez el joven tenista nacido en Manacor, Mallorca, España, tuvo una excelente manifestación de sus cualidades mentales y físicas.  (Los grand slams son los campeonatos más importantes de cada temporada. Se juegan 4 en el año: en Merlborn, Australia en enero; Rolland Garros en Paris en mayo; el Wimblenton en Londres en Julio y el U.S. Open en Nueva York en septiembre.  Son campeonatos muy exigentes y en ellos compiten los mejores tenistas del mundo y son los mejores que pagan también: el ganador del torneo obtiene una bolsa que no baja del millón de dólares.)
            En el Wimblenton a que antes hice referencia,  el tenista balear comenzó perdiendo los dos primeros sets; luego ganó sensacionalmente los dos siguientes y en el quinto se presentó a la apoteosis pues ambos tenistas dieron lo mejor de sí en pos de la victoria. Federer exhibió un buen saque así como buena colocación de la pelota en los extremos de la cancha; Nadal entonces ni ahora exhibió un buen saque pues no es su fuerte.  Los aciertos más frecuentes del jugador de Manacor se produjeron cuando colocaba la pelota en las rayas laterales de la cancha así como en lugares difíciles de alcanzar por el jugador suizo. Este tipo de jugadas son típicas en la actividad de Nadal sobre la cancha. En esta ocasión causó un gran desconcierto en su oponente.  Federer esperaba ganar la copa como ya lo había hecho en años anteriores.  Pero esta vez se vio tan desconcertado y fue tan grande su derrota que lloró en la cancha.
            En esa ocasión estuvo tan emocionado que escribí un artículo alabando la pericia de Rafael  Nadal, quien es el mejor tenista que ha producido España, el único tenista español que ha ganado 14 grand slams asi como innumerables partidos y torneos en los últimos diez años. También es el tenista que luce imbatible en la cancha de arcilla o tierra movida (el otro tipo de cancha más común es la de cemento), que es la que existe en el Rolland Garros de París, donde Nadal ha ganado 9 veces el torneo, un record que luce casi imposible de superar.  Debido a los tropiezos que el tenista mallorquino ha sufrido últimamente, el Rolland Garros de este año parece una incógnita pues no se sabe si esta vez también lo ganará.

            El deporte blanco, como se conoce al tenis, es muy exigente y por lo general sólo los tenistas jóvenes salen triunfantes.  Rafael Nadal tiene 28 años y se espera que se mantenga en este deporte hasta que por lo menos cumpla los 32.  Después de esta edad la mayoría de los tenistas se retiran, en especial los que han hecho grandes hazañas obteniendo los mejores torneos y también las mejores bolsas (Nadal ha  ganado hasta  la fecha más de 72 millones de dólares).  Sin embargo, según ha comentado este tenista, se retirará cuando ya no posea la fuerza ni la stamina que exige este deporte.