sábado, 29 de septiembre de 2018

LA DIÁSPORA VENEZOLANA - FASE I

 


          La lamentable situación que vive Venezuela en estos días no sabemos hasta cuándo durará.  Un país que tuvo durante todo el siglo XX una economía estable, al extremo de que éramos la envidia de muchos países latinoamericanos que salían de una crisis para luego penetrar enotra o  o como los países de América Central 
--con la excepción de Costa Rica-- que tenían una economía permanentemente deficitaria, Venezuela poseía una economía que se basaba en las fluctuaciones a nivel internacional de las fluctuaciones de los precios del barril de petróleo, que no eran muchas en esos años.  Entonces recibíamos en el país a todos los habitantes de los países del continente que emigraban porque en sus respectivos países tenían dificultades económicas o políticas.  A todos los recibíamos pues no teníamos problemas para que se establecieran o trabajaran en nuestra nación: había espacio suficiente y una permanente estabilidad económica para que se vivieran y trabajaran el tiempo que quisieran.  Pero tarde o temprano tendría que suceder: nos llegó la mala hora.
          Al final del siglo XX comenzaron nuestros problemas de índole político.  A estos se agregaron los problemas económicos con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de la república cuando ganó las elecciones de diciembre de 1998.  Chávez prometió resolver el problema político y habló de infinidades de proyectos para atacar el económico. Nada cumplió. Comenzaba un proyecto económico y al poco tiempo lo sustituia por otro o lo abandonaba.  Sólo fue constante en la construcción de viviendas para los trabajadores.  Sus intenciones políticas las dio a conocer pronto: apoderarse del gobierno y no abandonarlo nunca a menos que muriera (y fue lo que sucedió: murio de cáncer en el poder).  El país que tenía una economía boyante, mantenida por PDVSA, una de las cinco corporaciones del mundo manejadas con eficiencia y dando ganancias, cayó en malas manos: Chávez acabó con el sindicato (opuesto políticamente a él) y a los trabajadores, supervisores y gerentes que tampoco lo querían; nombró presidentes de la corporación hasta que dio con uno (Rafael Ramírez) que si le permitió que manejara el dinero de PDVSA a su antojo.  Chávez hizo que nombraran a trabajadores, supervisores y gerentes incompetentes pero que lo respaldaban políticamente, pero nada sabían del negocio ni del trabajo petrolero y la corporación comenzó a hacer aguas: el país nada supo de cómo Chávez utilizó, malgastó o robó los millones de dólares de esta compañía.  La crisis de abril de 2002 fue mal manejada por los políticos de la oposición que no supieron aprovechar la huida del presidente del Palacio de Miraflores (sede del gobierno) pues nadie sabía el paradero de Chávez durante 8 días.  Un miembro de la oligarquía caraqueña quiso apoderarse de la sede y hasta nombró ministros, pero los militares no lo aprobaron.  Finalmente Chávez regresó al poder. Dio un discurso, pidio perdón por su proceder y prometió cosas que no cumplió.  Siguió con su política destructiva del país.    Se relacionó con Fidel Castro, de Cuba, un país en permanente crisis económica.  Castro comenzó a aprovecharse de la situación, Chávez le asignó a Cuba 100.000 barriles de petroleo mensuales para ayudar a que Cuba mejorara su economía. Castro los manejo a su antojo y la mayoría lo vendía a otros países y el dinero lo utilizaba para enriqucerse. (Esta asignación nunca fue considerada ni aprobada por el congreso nacional como lo mandabala constitución puees Chávez hacía lo que quería en el país.                     Cuba comenzó a venderle servicios a Venezuela (médicos, administrativos, etc.) que el país tenía que pagar de contado (Castro le tenia asignado directamente un sueldo en dólares a los médicos.  Estos los guardaban y muchos cuando pudieron se fueron de Venezuela al huir por Colombia hacia  Norteamérica).
          Entre tanto, poco a poco el país se fue desmoronando por la acción destructiva de Chávez.  Poseía el don de la palabra y con su carisma, tuvo la máxima exposición en las cinco horas dominicales que dedicaba por televisión en cadena nacional en el programa "Habla el Presidente" y, como si fuera Lucifer quien exorsizaba a la audiencia venezolana, es decir, a aquellos que en su ingenuidad e ignorancia les creía la cantidad de sofismas irreverencias y mentiras aceptaba lo que él decía.  Chávez llegó a la irreverencia de llevar a Miraflores una caterva de brujos cubanos para que lo "purificarlo". Eran viajes exclusivos desde Cuba que el fisco nacional pagaba además de las prebendas y dineros que recibían por su "trabajo".
          Chávez fue a las elecciones de diciembre de 2010 cuando el cáncer se había apoderado de él.  Fue desausiado por los médicos de Sao Pablo y se entregó a los médicos cubanos considerados por él lo mejor ¡pero tenían más de 30 años de atraso en esta ciencia! En 2012 hizo un viaje final a Cuba y de allí regresó muerto al país. Los precios del petróleo ya tenían tiempo a la deriva y continuaban bajando y la mala administración de PDVSA continuaba en su apogeo, Venezuela  fue empujada a la ruina por la caterva de estafadores que continuaban gobernándola. Continuaron las expropiaciones de compañías en las zonas urbanas y en el campo, elgobierno no les pagó a la mayoría de sus dueños y al poco tiempo eran entes improductivos lo que contribuyó a hundir más al país. N. Maduro, seleccionado por Chávez como sucesor, era vicepresidente y asumió el mando al morir éste.  Maduro fue un sindicalista autobusero con escasa instrucción, sin conocimientos económicos ni administrativos  lo único que hizo fue medrar en el gobierno y, por supuesto, continuó la debacle del país. Con los mismos asesores que Chávez tenía, el apoyo de los militares, Maduro armó el fraude con la presidenta del Consejo Nacional Electoral para las próximas elecciones presidenciales y pese las protestas de la mayoría del país ganó las eleccionesy continuó mandando.
          En otras circunstancias los militares lo hubieran derrocado.  Pero pronto el pais se convenció que estaba gobernado por una cuerda de zátrapas y de narcotraficantes y de militares que participaban en el tráfico de drogas.  Es decir, los militares no se atrevieron a derrocar a Maduro para no ir en contra de sus propios compañeros.  Venezuela se había convertido en un territorio donde los narcotraficantes hacían sus negocios.  El país a confirmar esta situación cuando las autoridades de USA denunciaron los nombres de generales que hacían este comercio ilícito y participaban en la administración del país y pendian al gobierno que los entregaran  para juzgarlos,  Maduro no los entregó, al contrario, los defendió y mantuvo en esu gobierno.  Esta gente tenían al país por cárcel y no se atrevían a salir de él pues corrian el riesgo de ser apresados. Más tarde se rumoró que hubo un intento de militares comandado por un un general que había sido denunciado como narcotraficante. La prensa norteamericana se hizo eco de esta situación pues este general pidió reunión con las autoridades norteamericanas pero éstas negaron su apoyo si él era el jefe del golpe de estado, Y murió este intento de los narcos de tomar todo el gobierno.  Esto significa que no sabemos hasta cuándo estarán los chavistas en el poder por la pasividad de los militares y por haber penetrado el narcotráfico en el gobierno del país.

jueves, 27 de septiembre de 2018

RECUERDO DE ROMULO GALLEGOS -pARTE ii




        Continuando nuestro recuerdo sobre Rómulo Gallegos deseamos hablar un poco de la importancia de algunas de sus novelas, en especial las más conocidas. Además de su función educadora que realizara en la ciudad de Caracas, Gallegos dedicó su vida después de los 30 años a la literatura y a la política.  Escribió un poco más de 20 cuentos, algunos de los cuales por su extensión podrían considerarse como noveletas, todas desarrolladas en el medio urbano del centro del país.  Además, luego de ser derrocado por los militares de su cargo de presidente electo de Venezuela, escribió en el exilio en Cuba y México, una novela en cada en agradecimiento por la atención recibidas}: en Cuba narró una historia sobre la vida de los etudiantes universitariosy en México una historia sobre algunos aspectos de la rvolución mejicana.
          En Venezuela antes y después de la muerte de este excelso escritor se efectuaron polémicas discusiones con el fin de determinar cuál de las novelas escritas por este autor puede considerarse como la mejor.  En algún momento en vida el Maestro manifestó su preferencia sobre "Doña Bárbara" pero los críticos de mi país consideraron que esta apreciación estaba prejuiciada por darle preferencia a la novela que lo hiciera conocer en el exterior.  También esta novela, llevada al cine en México, sirvió para inmortalizar a Maria Félix, una actriz mejicana que hizo una soberbia actuación del personaje principal de la novela y desde entonces recibió el mote de "la Doña". Muchas otras películas de Gallegos fueron llevadas al cine mejicano.  En mi opinión la mejor versión fue la película hecha sobre "Doña Bárbara".
           Otros críticos mostraron su preferencia por "Cantaclaro" pero hay que considerar que la historia de este cantor ya existía entre los muchos cantores de joropos en los llanos y Gallegos sólo la adaptó y amplió para construir junto con otras historias de su creación para ensamblar su novela. Entre ellas hay que resaltar la historia de la hija, ésta, desesperada, para evitar cometer un incesto, luego que Cantaclaro pasara unos días en su hato, se fue con el coplero.  En la huida se llega al paroxismo  cuando el Dr. Payara aceptó la decisión de la hija y la abrió la puerta del hato para facilitarles la huida. La hija que estaba dormida sobre el caballo de Cantaclaro, no se percató del acto del padre, pero si el cantor que dijo: "Gracias, doctor Payara por la confianza".  Cantaclaro llevó a la joven al hato de su familia, donde su hermano, célibe hasta entonces, pues se había dedicado a mantener y administrar la propiedad de la familia. Con el tiempo el cantador se dedicó a las fiestas y a sus aventuras amorosas y no regresó a su hato.  El solteron de su hermano finalmente se enamora de la joven y se casan.  Pese a la originalidad de la trama, no considero que "Cantaclaro" sea la mejor novela de Gallegos.
          Creo entonces que la discusión de cual sería la mejor novela de Gallegos quede reducida a dos novelas: "Doña Bárbara" y "Canaima".  La primera destaca por su originalidad y por ser la primera novela latinoamericana que resalta la vida en el llano como arquetipo de la geografía del país.  Considero que "Doña Bárbara" es superior a las otras novelas consideradas como epopeyas en sus respectivos paises de Latinoamérica. Este criterio se basa en la originalidad de la trama, la creatividad del autor y la belleza de muchos de sus capítulos, como "La Doma".  Sin embargo, para ser honesto, creo que Gallegos no le proporcionó un final adecuado a esta novela.  Al leerlo, uno se percata que su final luce forzado y poco adecuado.
           La otra obra que también puede considerarse como su mejor novela es "Canaima", donde la selva es presentada, por su afecto maléfico, como "devoradora de hombres".  Esta novela describe la vida de la guayana venezolana durante las primeras décadas del siglo XX, en plena dictadura de Juan Vicente Gómez.  El libro también describe como los jefes civiles de los pueblos que comportan como jefes absolutos en los pueblos que dirigen asi como también narra diversas historias de hombres que, atraidos por la selva se internan y se pierden en ella o los que participan en las expediciones en la selva que produce la llamada la "fiebre del caucho" y fracasan o surgen en esa explotación.  Una de las ventajas que tuvo Gallegos al escribir "Canaima" fue que la hizo cuando se hallaba en la plenitud de su capacidad narrativa.  Hay buenas descripciones de la vida en la soledad de la selva.  El mismo personaje principal, Marcos Vargas, fracasó cuando fue "devorado" por el aislamiento y la soledad de la selva.  Es sublime la descripción de algunos pasajes del Orinoco.  También es original la manera como muestra la soledad de la selva.  Por ejemplo inicia un capítulo así: "¡Árboles, árboles, árboles, árboles!" y con esto nos indica, sin decir más, que la abundancia de estos seres representan la soledad y el aislamiento de la selva.  Por estos atributos y otros que escapan a mi mente en este momento, algunos críticos consideran que"Canaima" es la mejor novela de Rómulo Gallegos.
          En relación a la comparación de "Doña Bárbara" con otras obras latinoamericanas, pienso lo siguiente: publicada en 1928, se podría comparar con "La Vorágine" (1924) de Jose Eustasio Rivera (Colombiano) por su cercania en su publicación y por tratar de un tema similar: la desolación de la vida en la selva.  No creo que deba compararse con "Facundo" (1845), la novela de Domingo Faustino Sarmiento (Argentino), aunque ésta se desarrolla en las pampas, ambiente parecido a los llanos venezolanos, acaece en una época en que la Argentina, recién salida de  las guerras de independencia, apenas ha comenzado su vida republicana.  En cambio "Doña Bárbara"sucede en pleno siglo XX, casi un siglo después de las guerras de independenia venezolana, aunque ambas tratan  la temática "civización-barbarie".  En todo caso, de proceder la comparación, necesitaría de un análisis mucho más profundo y extenso para llegar a conclusiones más precisas y claras.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

LA JUVENTUD Y EL DEPORTE



          Como es bien sabido el deporte es una actividad que por lo general se realiza en la juventud, cuando el ser humano disfruta de la mejor etapa de su vida y cuando, sin pensarlo dos veces, se atreve a todo pues parece tener la disposición para hacerlo que la mayoría de las veces, pues esa disposición no se presenta en la madurez o en la vejez.  Fisiológicamente también es importante el hombre llega en la juventud a la etapa final de su crecimiento y casi siempre es cuando muchas veces dejan de hacer cosas importantes, como es el caso de algún deporte que iniciaron su práctica en la adolescencia. 
          Esto es cierto pues muchos seres, luego de cumplir 20 años o al comenzar a trabajar en una carrera debido a que han terminado sus estudios, como excusa, dejan de practicar algún deporte.  Sin embargo, es en la práctica de un deporte cuando se realizan las cosas más inauditas y es precisamente en la juventud cuando logran hacerlas. por ejemplo, en beisbol, atrapar una pelota de "cordón de zapato" (es decir, antes de que ella llegue al suelo o la grama) y así lograr un formidable out o producir un jonrón de más de 400 pies; o realizar un gol en futbol o soccer al disparar con el pie una bola desde medio campo y penetrar la portería contraria; o en basketbol tirar un pelota desde más de 10 metros y lograr encestarla o correr en menos de un minuto de cesta a cesta, encestar la pelota y anotarse dos puntos, pese a la oposición del equipo contrario y así lograr derrotarlo ... generalmente estas hazañas las realizan los jugadores profesionales cuando disfrutan de su juventud.  Aunque también es posible realizarlas en la llamada "vejez deportiva" pero no se produce con frecuencia.  Lo que si es cierto y algunas veces frecuente es que en los deportes el ser humano realiza sus actos efectivos y, por ende satisfactorios, en la etapa de la juventud.  así, un tenista profesional ejecuta sus mejores jugadas (un saque rápido, efectivo e imbatible pues se transforma en un as o un tiro preciso y también imbatible pues cae en la linea contraria y lejos de la acción del jugador opuesto; o un bateador, a quien el equipo contrario teme porque de nada produce un jonrón o un jugador como el argentino Messi debido a que éste cuando esta frente a la portería contraria es temible pues hace lo indecible para producir un gol o un encestador típico del basketbol, como Leron James, porque logra puntos o los evita cuando está cerca de la cesta contraria.  Estos y muchos otros actos sorpresivos sólo se producen cuando el jugador está en plena juventud.
          Ahora bien, ¿qué causa furor en la fanaticada de un deporte y la impulsa a realizar actos inesperados como negarse a que su equipo pierda, por ejemplo, y cuando sucede destruye media tribuna o instalaciones del stadium causando heridos en la fanaticada contraria?  Son situaciones inesperadas del deporte, excesos que se producen en una faticada por el extremo  amor que sienten por su divisa de soccer o futbol.  Este tipo de comportamiento hasta ahora no se podido explicar con claridad.  Cuando sucede hay que tomar medidas de fuerza para combatirlo, como llamar a la policía o a la guardia nacional para que ingresen al stadium, suspendan el juego y eviten que pandillas de iracundos cometan males mayores.  Hasta el presente estos actos inesperados se han producido en Inglaterra o Europa con los fanáticos de soccer o futbol.  También en América del Sur, en Rio de Janeiro o Buenos Aires, donde también existe este tipo de fanático agresivo pero, que se sepa, no ha llegado a los extremos producidos en el viejo continente.
          En deporte como el tenis nunca se ha presentado este tipo de incidente, tal vez porque el tenis nació como un "deporte de alcurnia" pues comenzó a ser practicado por miembros de la alta sociedad francesa.  Pero yo asumiría también por su propia naturaleza pues es un deporte que se practica entre dos personas, en un sitio reducido  y separadas por una malla o red, es visto por un público relativamente reducido ubicado alrededor de la  cancha.  Es en nuestra época, desde la segunda mitad del siglo XX, que el tenis ha alcanzado una popularidad inesperada que ha obligado a la construcción de stadiums especiales para poder ubicar a tantos fanáticos.  Pero sigue siendo un deporte elitesco en el sentido que asisten relativamente pocos fanáticos y los boletos son relativamente caros para los puestos alrededor de la cancha que es desde se permite apreciar mejor el juego.  Por eso es lógico pensar que la popularidad del tenis en nuestra época convierte a sus admiradores en "fanáticos de televisión" al no poder pagar los altos precios de los puestos alrededor de la cancha.  Yo diría que la mayoría de los deportes en la actualidad se convierten a los que lo aprecian en "fanáticos de televisión" por el excesivo costo de los boletos o por la distancia en que se encuentran los fanáticos del sitio donde se realiza el deporte, por ejemplo, en Miami o Nueva York y se ve en la televisión en las principales ciudades de Estados Unidos, el resto del continente americano y muchas en cualquier ciudad del mundo.
          Sea como fuere, el deporte se sigue practicando casi siempre por la mayoría de la juventud de cualquier país.

viernes, 21 de septiembre de 2018

NOTA FOLKLORICA



          Cuando pienso en mi infancia por lo general viene a mi mente la música folklórica de mi país, Venezuela, pues era lo que oia con frecuencia en la radio de esos días.  Como entonces viviamos algo aislados, la radio era el adelanto comunicacional de esos días pues todavía no existía la televisión y otros adelantos que hoy nos parecen comunes.   La música popular que entonces  se escuchaba en la radio de mi ciudad era el vals, el pasodoble, el merengue y el joropo, estos dos últimos típicos de  mi país.
          La nuestra era una familia del oriente del pais que había emigrado a Caracas.  Recuerdo que la primera vivienda que habitamos en Chacao era una casa colonial ubicada frente a la plaza Bolívar del lugar.  Ella tenía una cochera en el fondo de la casa, sin coches y sin caballos pues  ambos ya no existían en la ciudad.
          Mi abuela tenía una radio la cual prendía desde que se levantaba y ecuchaba con preferencia la música vernácula de entonces.  Se oían merengues que, al estar de moda, se escuchaban en varias ocasiones durante el día. Una de esas canciones populares era "Compae Pancho", producida y cantada por Lorenzo Herrera, un cantante de la región entonces muy conocido.  Este compositor, supe luego que había nacido en Guarenas, un pueblo cerca de Caracas.  Además de músico también actuaba en las comedias que se presentaban en los teatros de la región y también en las comedias que se oían en la radio.  El popularizó  y también grabó "Compae Pancho" en discos de 78 r.p.m. que se vendieron en todo el país.  He aquí la letra de este merengue:
                        Oiga Compae Pancho
                         lo que me pasa lo sabe usted
                         que la negrita del rancho
                         con el pulpero ayer se me fué.
                         Ay mi compae si usté la ve
                         dígale por su hijjito Compae Pancho
                         vuelva otra vez   (bis)
                         
                          Oiga Compae  Pancho
                           lo que pasó no ha pasado ná
                           sólo que la camisa estaba muy almidoná.
                           Ay mi compae si usté la ve
                           dígale por su hijito Compae Pancho
                           vuelva otra vez.    (bis)

                           Oiga Compae Pancho
                            lo que pasó se lo contaré
                            palabras acaloradas
                            y luego el puño que se me fué.
                            Ay mi compae si usté la ve
                            dígale por su hijito Compae Pancho
                            vuelva otra vez.    (bis)

                             Oiga Compae Pancho
                             lo que pasó lo entiende usté
                             me siento enguayabado
                             no tengo gusto ni pal café.
                             Hay mi compae si usté la ve
                             dígale por su hijito Compae Pancho
                              vuelva otra vez.   (bis)

          Esta canción la escuché innumerables veces en la radio cuando tenía 8 años y se me grabó para siempre.  Después supe que Lorenzo Herrera amaba tanto a su país que le compuso más 500 canciones que enriquecieron el folklore nacional.  El mrengue es un canto popular que nació en el Estado Miranda y se divulgó por todo el centro del país. También existe un tipo de merengue en la República Dominicana, en el mar Caribe cerca de nuestro país.  Ambos merengues son bailables pero el baile del nuestro es un poco más lento, el dominicano es mucho más movido. El nuestro ya casi no se baila aunque se sigue escuchando; el dominicano todavía se baila en su país.
          Otro merengue venezolano que se hizo famoso y muy popular fue "Barlovento", compuesto por Eduardo Serrano, un músico de la caraqueña Orquesta de Luis Alfonzo Larrain. Este merengue se divulgó mucho en el país cantado y grabado por cantantes y conjuntos populares del pais en las décadas posteriores a 1940, año en que creo fue compuesto este merengue. La orquesta de Luis Alfonzo la tocaba mucho en sus bailes casi siempre a petición de ls bailadores.  He aquí su letra:

                              Barlovento, Barlovento,
                              tierra ardiente y del tambor
                              tierra de las fulías y negras finas
                              que llevan de fiesta
                              su cintura prietra;
                              al son de la curbeta
                              y el taki-taki de la mina.
                              Sabroso mueve la cadera
                              la barloventeña cuando camina
                              sabroso suena el taki-takitá sobre la mina
                              que vengan los conuqueros
                              para el baile de San Juan
                              que la mina está templada
                              pá bailar el takititá, el takititá, el takititá...

          Un pueblo que canta así como el mío hay que quererlo
siempre, siempre, siempre.

jueves, 20 de septiembre de 2018

RECORDANDO A ROMULO gALLEGOS - Parte I

     

          El hombre es un ser pensante y no hay mejor mente, mejor productor de pensamientos que un escritor: él imagina historias, crea personajes, elucubra fortuitas creencias, analiza situaciones, verifica circunstancias, resuelve cambios o mayores situaciones en busca de la solución de un conflicto, la conducción de jóvenes mentes por el sendero adecuado, la combinación de impresiones con la intención de precisar una situación histórica o la solución de un enigma.  Todos estos elementos  y otros que en este momento escapan a mi mente se encuentran en la labor educadora, en los cuentos y las novelas de Rómulo Gallegos, el excelso escritor venezolano. 
          Alguien dirá  que es posible que estos elementos del pensar humano sean utilizados en una forma u otra por cualquier escritor.  Tal vez.  Pero es como el lenguaje.  Uno habla un determinado idioma y al comunicarse con él trasmite ideas que permiten relacionarlo con los demás o alcanzar un determinado propósito.  Un escritor puede llegar a trasmitir estos conceptos pero pocos conseguirán obtener objetivos educativos o escribir historias con un solo propósito: liberar a su pueblo.  Todo lo que hizo en vida Rómulo Gallegos fue con la intención de liberar del atraso a  su país, Venezuela.
          Nacido cuando ya el siglo XIX comenzaba a declinar en una
 Caracas en plena aparición de sus luego recordados techos  rojos, Gallegos comenzó a venerar a su ciudad y su país desde su infancia cuando fraguaba pequeñas historias sobre Caracas o se enfrascaba en la lectura de todo lo que pasaba por sus manos en los días que todavía no se había percatado de la tragedia que vivia su nación: el ser constantemente asediada por la ambición militar. 
          A principios del siglo XX ya Cipriano Casro y Juan Vicente Gómez habían penetrado en el Táchira (en los límites con Colombia) con su ejército con la intención de llegar triunfante a Caracas, la capital de Venezuela.  Y lo lograron.  No encontraron resistencia a lo largo del camino y la ciudad estaba tan desguarnecida que penetraron en ella sin disparar ni un tiro.  Cipriano Castro había intentado con anterioridad la misma hazaña sin mayor suerte pero esta vez se hallaba delirando de alegría en la Casa de Gobierno ubicada en el centro de la población.  Tanta alegría para una triste consecuencia para la nación pues su propósito era apoderarse del gobierno para enriquecerse y dilapidar los dineros del tesoro nacional.  En esos días Venezuela se hallaba en deuda con paises europeos que, al no recibir pago alguno, intentaron bloquear en 1902 las costas venezolanas.  La intervención de los Estados Unidos evitó males mayores.  Castro, como era de esperarse, celebró la retirada de los buques europeos con una fiesta.  Tanta festividad improductiva lo enfermó de cirrosis hepática.  Como no se curaba en el país decidió mejorar la salud en el extranjero.  En 1908 abandonó a Venezuela y a los pocos días Juan Vicente Gómez, su compadre, lo traicionó.  Como siempre el ingenuo país que era Venezuela creyó en su palabra de gobernante y lo apoyó porque también esperaba un mejor porvenir.  Gómez estuvo gobernando con mano de hierro durante 27 años y murió en el poder (1935).  Pero Gómez no fue un gobernante tonto.  Sabía que otros ambiciosos (igual que él y Castro en su momento) tratarían de derrocarlo.  Organizó el Ejército y creó la Escuela Militar e hizo que en el futuro los soldados ingresaran al Ejército a través de la Escuela Militar. Hizo de Maracay una ciudad rodeada de cuarteles y vivió en ella el resto de sus días.  El petróleo comenzó a surgir en el Lago de Maracaibo y luego en otras regiones y Gómez se convirtió en el hombre más rico del país.  Muchos trataron de derrocarlo pero se estrellaron en la estructura militar que los defendía.
          Entretanto Rómulo Gallegos se dedicó a la educación en la ciudad de Caracas.  Su ambición inicial fue formar juventudes que buscaran el beneficio y el enaltecimiento de la República.  También lo atraía la literatura y sin abandonar la educación comenzó a escribir sus historias.  En 1928 apareció impresa "Doña Bárbara", su tercera novela que lo hizo famoso en Venezuela y el  mundo.  Pronto comprendió que el pais debía organizarse de manera diferente y que se debía aprovechar la muerte de Gómez para que el país dejara de ser gobernada por militares, que fuera dirigida por civiles. (Un loable pensamiento pero ¿quién le pondría el cascabel al gato?).  Con estas ideas se unió a Acción Democrática, un partido político nuevo que abrazaba sus mismas ideas. Por eso A.D. lo lanzó como candidato a la presidencia de la república en las elecciones de segundo grado que se escenificaron en 1941 en el congrso nacional, oponiéndose al General Isaias Medina Angarita, el candidato del gobierno.  Ni él ni su partido pensaron que llegaría a ganar esta elección pero creyeron que la imagen de Gallegos (conocido en el pais por su éxito con "Doña Bárbara") le daría al partido una nombraría nacional y lograría así incrementar sus miembros tanto en la capital como en el resto del país. El General Medina fue nombrado el nuevo presidente de Venezuela.  En 1945 otros militares derrocaron a Medina pero esta vez se unieron al partido Acción Democrática para formar un gobierno cívico-militar con  Rómulo Betancourt, líder de A.D., que negoció con los militares y logró la presidenciadel nuevo gobierno.  El Teniente-Coronel Marcos Pérez Jiménez, uno de los líderes de los militares aceptó pues nada sabía de cómo dirigir al país.  Pero se puso al frente del Ministerio de la Defensa para aprender a hacerlo y también para vigilar a Betancourt.  Éste no perdió tiempo y empezó a organizar su partido en todo el país.  Para diciembre de 1947 se organizaron las elecciones del presidente de la república y de los miembros del congreso nacional, por primera vez en Venezuela por el voto libre y secreto de todos los venezolanos. Para no quedarse atrás los otros partidos mayoritarios también nombraron sus candidatos a la presidencia de la república: Rafael Caldera, por el partido Copei y Jóvito Villalba por el partido Unión Republicana Democrática.  Ganó Rómulo Gallegos la presidencia de la república y asumió el cargo a principios del año 1948.  Fue una fiesta nacional.  Después de la investidura en el congreso nacional hubo un baile (el único que se hecho en los salones del congreso después de una elección presidencial) y actos diversos en la ciudad. Entre ellos, un espectáculo folklorico en el Nuevo Circo de Caracas donde estuvieron representados todos los cantos folklóricos de las diversas regiones del país en honor al presidente de la república quien asistió al espectáculo.
          Cuando las aguas volvieron a su nivel, Gallegos se enfentó al empinoso camino que significaba gobernar a un país que hasta ese momento había sido mayoritariamente dirigido por militares.  No tuvo que pensar mucho cuando se percató que lo que tenía que hacer era contener a los militares quienes, al terminar las fiestas, comprendieron que cada día se alejaba más la posibilidad de dirigir directamente al país. Y comenzaron a circular los rumores sobre sus intenciones de mando. Betancourt y Gallegos se dieron cuenta de ello.  El mismo Gallegos le salió al paso con una serie de reuniones con los cabecillas militares donde él trató de que ellos aceptaran la importancia de su papel fuera del gobierno. Las charlas del presidente se tornaron famosas entre los cabecillas militares quienes a su vez le hicieron ver al presidente la importancia del poder militar en el país.  El presidente lo aceptaba como poder pero a su vez les hacía ver la importancia del  poder que representaba el pueblo y la conveniencia de cambiar dirigentes en el gobierno periodicamente mediante elecciones.  Gallegosdemostraba pasión en estas reuniones y se preocupaba porque las dudas de los militares tuvieran repuestas satisfactorias, dominó con su labia y la magistratura de su posición las reuniones; los militares mostraron respeto y consideración por el ptrsidente, éste se apoyó en el para ir sembrando un enfoque diferente de la situación nacional pero poco a poco Gallegos se fue convenciendo de que una cosa era el respeto por sus ideas y posiciones y otra lo que  los militares querían y hacían fuera de las reuniones.  El presidente y los líderes adecos comprendieron la posición cada vez más débil del presidente.  La solución no podía ser un levantamiento popular en favor del gobierno pues el país no estaba preparado para ello: lo harían los miembros del partido Acción Democrática pero no  los miembros de los otros partidos mayoritarios pues no predominaba entre los miembros de  los otros partidos conciencia cívica necesaria para ello.  Además era probable que los militares ya supieran cuales eran los líderes adecosy al decidir tomar el gobierno serían los primeros en ser apresados.  Por ejemplo, Betancourt sabía que él sería el primero porque ya había tomado la precaución de mudarse cerca de la embajada de Colombia.
          Las reuniones continuaron aunque cada vez fueron  menos frecuentes o intensas hasta que el presidente decidió no continuar con ellas pues ya no tenían razón de ser.  El levantamiento militar finalmente se produjo el 18 de octubre de 1948. Hubo toque de queda ese día y los siguientes y ninguna actividad hubo en Caracas el 18 y el 19.  En la noche del 18 se escuchó por la radio un decreto militar donde se indicaba la toma del gobierno y las razones que tenían los militares para hacerlo.  El presidente Gallegos fue expulsado del país y se dirigió a Cuba.  Rómulo Betancourt ya estaba asilado en la embajada de Colombia.  Muchos líderes adecos fueron apresados... el país se preparaba para ser nuevamente gobernado por los militares ...

lunes, 17 de septiembre de 2018

UNA OPERACION DEFINIIVA Y MUY PELIGROSA


U N A   O P E R A C I Ó N   D E F I N I T I V A   Y   M U Y   P E L I G R O S A

--El Bujía se metió anoche en el abasto de la esquina.  Lo sé porque lo acompañó El Cojo y me lo dijo —comentó Doña María—Está durmiendo la mona en su casa.  Vendió lo que sacó del abasto y lo invirtió en comprar aguardiente.  Mejor no cuentes con él, Leo, por el resto de la semana.
--Entiendo, mamá, ya estaba pensando en no llevarlo porque él es muy descuidado.  Y borracho, mucho menos para confiar en él –le contestó El Rubio.
--Y usted es muy inteligente para depender de El Bujía…
--¡Eso! ¡Dígalo ahí!...  Además, con lo que quiero hacer, sólo voy a necesitar de El Lelo.
--Allá tú –le respondió Doña María—pero ese es otro despistado…
--Si, pero bueno para lo que lo necesito –fue la repuesta de El Rubio, que metió los bártulos que iba a necesitar en una faja de lona y luego se la amarró a la cintura: sería ocultada por la larga franela azul marino que llevaba encima, que también ocultaría el revólver que el joven se colocó entre la correa y la parte trasera del pantalón.  Al salir de su casa caminó hasta la esquina donde ya lo esperaba Carlos, El Lelo.  Eran las nueve de la noche.
--¿Trajiste la moto?—Fue el saludo que El Rubio le dio.
--Si.  ¿Cómo la voy a dejar? Sin ella no podemos hacer nada.
--No exageres, pero es buena para salir rápido del lugar.
--¿Hacia dónde vamos?
--Hacia Altamira Norte.  Es una quinta que tengo “vistiada” cerca de la Avenida Roche.
--¿Seguro?  Mira que en esa zona hay mucha vigilancia.
--No en la calle donde está la quinta.  Ya te lo dije: la tengo vistiada desde hace algunos meses…
--Bien, tú eres el que sabe, jefe.  ¿Nos vamos?
            Caminaron hasta el lugar donde se hallaba estacionada la motocicleta, apenas a pocos pasos de la esquina.  Subieron a ella y salieron disparados del barrio “Las Lomas” de Petare.  Entraron en la Avenida Francisco de Miranda.  A esa hora, cerca de las diez de la noche, el tráfico en la arteria había mermado considerablemente, controlado sólo por los semáforos pues la mayoría de los fiscales de tránsito habían terminado su guardia.  Leo se distrajo observando lo que sucedía en las aceras de la avenida: los transeúntes (solos o en parejas) caminaban con rapidez, con cierta desesperación o temor, mirando en todas las direcciones.  Esta intranquilidad se notaba más en las esquinas, mientras esperaban el cambio de luces del semáforo que les permitiera cruzar la calle y continuar su intranquilo andar.  En la Plaza Francia cruzaron a la derecha y penetraron en la Avenida Luis Roche.  Pese al orden que regularmente existía en ese sector, se observaba mayor circulación de vehículos, la cual fue paulatinamente disminuyendo a medida que se ascendía en dirección al Cerro El Ávila hasta tornarse casi inexistente cuando cruzaron a la izquierda, relativamente cerca de la Avenida Boyacá, la cual todavía tenía bastante tráfico, pues éste era delatado por el persistente cambio de luces de los faros de los autos que la circulaban.  Penetraron en una calle muy iluminada pero inmensamente sola.  Cuando Leo hizo detener la motocicleta, le dijo a su compañero, luego de ratificarle la soledad del lugar:
--Es mejor que escondas la moto en el monte, detrás de ese árbol –una ceiba inmensa—por si sucede algo.  No quiero que te la quiten.  Además, si viene la policía y la ve sola en la calle, va a sospechar.  Al salir solo nosotros sabemos dónde está y eso facilita la huida.
--Jum… O.K. Rubio… tú te la sabes todas…-- y procedió a esconder su vehículo en el lugar que el otro le indicara.
            En efecto, luego de cometer el robo en la quinta indicada (después de violentar una ventana trasera, sorprendentemente sin ninguna protección), retornaron rápidamente a la calle, pues el sonido de la alarma alertó a los vecinos que llamaron a la policía en el momento en que ellos corrían hacia la ceiba.  El Lelo prendió la motocicleta y salieron rápido del lugar.  Cuando bajaron por la Avenida Roche, una patrulla de la policía se dirigía al lugar de la quinta asaltada…
            En la sala de su casa, El Rubio repartió el botín.  (El Lelo ubicó rápidamente la caja fuerte y la abrió exitosamente.  Por eso recibió la mitad del dinero y de las joyas que encontraron.  El Rubio se quedó con el resto).  Poco después que El Lelo se marchara, Leo entró en la habitación de su madre y le entregó un bello collar dorado.  También abrió la caja fuerte (que se hallaba dentro de la mesa de noche) y colocó en ella su parte del botín. 
            La madre se hallaba casi parapléjica (solamente movía la cabeza y los brazos), la mesa de noche se movilizaba sobre ruedas de manera que la madre pudiera manipularla y sacar de ella lo que necesitara, entre ellas, el dinero que requiriera para los gastos de la casa.  Rosa, una señora de confianza que atendía a la enferma durante buena parte del día (de8:00 A.M. a 6:00 P.M.), ya se había marchado.  (Las horas restantes Leo se encargaba de atender a su madre).  Aparentemente las actividades importantes de la casa que afectaban a la lisiada se hallaban adecuadamente coordinadas y bajo un control inmejorable.
            Pero en aquella ocasión, cuando Leo, El Rubio, fraguaba su nuevo golpe, el cual, a todas luces, parecía importante y crucial para su futuro, aquél temía que algo fallara, o tal vez fuera la buena suerte, que siempre lo acompañaba, la que pudiera defraudarlo esa vez.  El Rubio se había acostumbrado a desvalijar viviendas de un mismo sector de la ciudad, Altamira Norte y ello había generado denuncias en la Policía de Chacao de los habitantes del sector.  El detective Bermúdez, de esta entidad policial, le estaba siguiendo la pista.  El Rubio no lo sabia aunque presumía que era lógico cualquier previsión de las autoridades policiales, de allí su inquietud en esta ocasión y la manera cuidadosa conque preparaba su próxima acción.  El detective Bermúdez descubrió que la mayoría de los robos ocurrían en casas o apartamentos solos (o con pocos habitantes) y se dedicó a realizar un censo de este tipo  de viviendas en todo el Este de la ciudad, en especial a las viviendas que se hallaban en Chacao y se propuso a ejercer una vigilancia especial en ellas (quintas solas o abandonadas temporalmente por diversos motivos o apartamentos con uno o dos residentes o donde vivieran mujeres solas o  con algún acompañante; gente por lo general de avanzada edad  y buena posición económica…) Era un proyecto bastante exigente y costoso, por lo que el alcalde lo aprobó por un tiempo, como una operación piloto, que debía ser revisada y valorada antes de darle una aprobación definitiva…
            Entretanto, El Rubio, ya definitivamente decidido, luego de pensar una y otra vez los detalles de la operación y oída la opinión favorable de su madre, se reunió en su casa con El Bujía y El Lelo y les habló del plan de un asalto a un apartamento de un edificio de Altamira Norte que parecía interesante. 
--Hay dos apartamentos en este edificio que, me han informado, tienen joyas y dinero abundante en dólares y euros.  En un apartamento viven una señora mayor con una joven que la asiste.  Tienen tiempo viviendo allí.  Un confidente amigo mío me informó que es una vieja rica, con mucha plata dentro del apartamento pues desconfía de los bancos.  En otro apartamento habita un joven matrimonio que cobró una herencia años atrás y tiene varios negocios en Caracas y también desconfían de los bancos, aunque tienen dineros depositados en ellos, pero también en diversos sitios del apartamento.  Un amigo mío y yo queremos asaltar ambos apartamentos el mismo día.  Como a mí me gusta trabajar de noche y Rodríguez, el amigo mío, prefiere trabajar de día, traté de convencerlo para hacer esta operación en la noche pero no lo logré.   Acordamos hacerlo juntos en un lapso de 24 horas.  Yo atacaría el domingo en la noche y él el lunes en la mañana.  Yo tendría las de ganar si me desocupo temprano en la noche.  ¿Qué te parece, Bujía? ¿Estás dispuesto a acompañarme?  Es buena plata y podrías hacer ese viaje que sueñas hacer a Margarita. ¿Te anotas?
--¿Qué tengo que hacer? -- respondió el aludido.
--Acompañarme, mantener el control de los habitantes del apartamento mientras El Lelo se encarga de la caja fuerte.  Nos dividiremos el alijo entre los tres.  Pero hay una condición.
--¿Cuál?
--No ingerir aguardiente las 24 horas antes del atraco.  Si te siento el olor a ron antes de partir te quedas en el barrio.
--Está bien.  ¿Cuándo?
--El próximo domingo.  Aquí a las 9 de la noche.
--O.K.
--Ya El Lelo está enterado y de acuerdo.  Iremos en dos motos:  la tuya y la de Lelo.
--Bien. Aquí estaré.
--Recuerda: nada de tomar ron ese fin de semana.  Podrás rascarte las veces que quieras después, aquí o en Margarita.
--De acuerdo.
            Ese día, como siempre, ya había consultado el plan con su madre.  Luego de oírlo, ella le comentó:
--Me parece bien pero desconfío del Bujía.  Creo que cometerá errores en el lugar y pondrá en peligro la operación.  Además…
--¿Qué pasa?  ¿Qué ves que no vea yo?
--Nada.  Pero ¿no crees que ya tenemos suficiente dinero para retirarnos a la casa de Higuerote?  Mi hermana Luisa está sola y esperándonos de un momento a otro…
--No hay dinero suficiente para montar un negocio y vivir de lo que produzca.  Recuerda que la idea es que yo me retire de este tipo de vida y tú dejes de angustiarte…  Está bien.  Te prometo una cosa.  Creo que hay suficiente pasta en esta operación…De todas maneras será la última. ¿De acuerdo?  ¿Estás satisfecha?
--Si.
--Bien.  Así se hará.
            Los tres se reunieron el domingo en la noche en la casa de Leo.  Luego partieron a las 9 de la noche rumbo a Altamira en las dos motocicletas.  Leo indicó que no era conveniente estacionarlas juntas.  Como eran de colores diferentes (roja, la de El Bujía; negra la de El Lelo) podían parquearlas en la misma cuadra en sitios distintos.  Así lo hicieron: parquearon las motocicletas en la misma cuadra, entre vehículos, cercanas una de la otra, pero en aceras distintas.
            El apartamento estaba en el segundo piso.  Brincaron la tapia y caminaron hasta la parte trasera del apartamento.  Se las ingeniaron para subir al balcón del segundo piso mediante el uso de mecates con nudos en los extremos que lanzaron hasta que se enroscaron en los barrotes protectores del balcón y, uno a uno, en medio de un silencio impresionante, fueron ascendiendo hasta el balcón.  Parecían unos monos acostumbrados a este tipo de maromas, moviéndose con agilidad en medio de la tranquilidad imperante.  Los favoreció el hecho de que los domingos en la noche los habitantes del edificio acostumbraban a acostarse temprano para madrugar el lunes, día de trabajo.  También porque era un segundo piso y se cansaron poco en el ascenso.  Al estar los tres en el balcón, El Bujía aplicó sus mañas y usó un instrumento punzante para forzar la cerradura y abrir las puertas de la ventana.  Con sigilo, entraron en una habitación, tal vez la principal, sin nadie en ella.  Según El Rubio, dos personas vivían en el apartamento: una señora mayor y una joven acompañante.  Había que localizarlas y neutralizarlas.  Los tres callaron para precisar los ruidos del apartamento para ubicarlas con precisión.  El Rubio creyó, acertadamente, que se encontraban en la sala viendo la televisión, pues el sonido típico de de este aparato (música y voces mezcladas) era lo que se escuchaba con precisión.  Esto fue pronto comprobado.  La habitación conducía a un pasillo y éste a otra habitación y la sala.  Caminaron hasta la sala.  La joven fue la primera que los vio.  Pegó un grito pero El Bujía, con una agilidad sorprendente, brincó y le puso la mano en la boca evitando la propagación excesiva del alarido.  De seguidas El Rubio les informó:
--Si se mantienen calmadas nada le pasará a ninguna de las dos.
            La señora o miró y comprendió que era el jefe de la banda.  Entonces se dirigió a él cuando preguntó:
--¿Por dónde entraron?
--Por la ventana, señora y le repito: si permanecen calladas, tranquilas, si no hay bulla no habrá problemas…
--¿Y si no?
--Tendremos que actuar y castigarlas.
--¿Qué quieren? ¿No ven que somos dos mujeres completamente indefensas?
--Queremos las joyas y el dinero que tengan.  Luego nos marchamos.
--Aquí lo que tengo son Bs. 20,000 en billetes nuevos.  Tómelos –Y le lanzó el monedero que El Rubio atrapó en el aire, sonriendo y comentando:
--Sabemos que tiene una caja fuerte con dinero y joyas, ¿dónde está?
            La mujer se mordió los labios.  Comprendió que había cometido el error de menoscabarlos y sintió que no tenía otra alternativa que decirles el lugar.
--En mi habitación.
--Lelo, ve a la habitación por donde entramos.  No prendas las luces; usa tu linterna y trata de abrirla.  Bujía ponle un pañuelo en la boca a la joven y amárrala a la silla.  Cuando estés seguro de que no gritará ni causará problemas, ve a ayudar a Lelo en la habitación.  Yo atenderé a la doña –y se volvió hacia ella con una sonrisa en los labios.  Para su sorpresa la señora estaba tranquila, segura de sí misma, tal vez dispuesta a desafiarlo.
--Parece que ha pensado en todo el joven.  Pero no creo que puedan abrir la caja fuerte.  Le repito, aunque no debo decirlo, se precisa de un experto y no creo que ninguno de ustedes lo sea.
--La vida tiene sorpresas… dice la canción de Rubén Blades.
--Bien; si no pueden, ¿qué va usted a hacerme? ¿Matarme?  Porque yo tampoco sé cómo abrirla.
--Si, puede saber la combinación.
--No puedo.  Para que no pierdan el tiempo y se van con lo que puedan llevar, una de las condiciones que puse para que instalaran la caja fue que yo no tuviera la combinación; que cada vez que yo quisiera abrirla la compañía enviaría un experto para hacerlo.  Es más costoso pero me proporciona seguridad.
--A menos que…
--¿Violenten l caja con una explosión?  Tampoco serviría.  El ruido sería tan grande que pronto tendría la policía aquí…
--Usted como que también ha pensado en todo…
--Así parece, joven.  Si usted es lo suficiente inteligente, como parece, recogería sus bártulos y su gente y se iría de mi casa.  Cuando se decida, le daré 15 minutos para ponerse a salvo…
            De pronto, los presentes se sorprendieron cuando escucharon el timbre de la puerta.  Todos, a excepción de la doña, cuya cara se iluminó con una sonrisa.  Al ver que El Rubio se levantó de su asiento y sacó el revólver, ella le dijo:
--No se preocupe, usted me cae bien y se ha portado como un caballero.  Déjeme a mí manejar esto y nada pasará.
            El Lelo y El Bujía seguían en la habitación.  El Rubio, con el revólver en la mano, acompañó a la señora hasta la puerta.  Colocó el arma en la espalda a la doña cuando ésta abrió la puerta.
--Buenas noches, don Manuel, ¿haciendo el recorrido del domingo en la noche?
--Si, señora, ¿todo está bien?
--Si, don Manuel, sin novedad en el frente.
--Esta noche estoy más preocupado pues la Policía de Chacao, el detective Bermúdez, que usted conoce, me llamó alertándome de unos ladrones que están cebados en esta urbanización y pidiéndome que tenga más precaución.  Yo le estoy informando sobre este aviso.
--Y yo se lo agradezco, don Manuel.  Lo tomaré en cuenta.  Buenas noches.
--Buenas noches tenga usted –Luego de cerrar la puerta y dirigiéndose a El Rubio le comentó:
--No ve que nada pasó pues ambos, usted y yo, actuamos con el suficiente cuidado y evitamos una tragedia…
--Así parece –Fue el escueto comentario de El Rubio luego de mirarla intensamente a los ojos.
            Al regresar a la sala se encontraron con la amplia sonrisa de El Lelo quien le comentó:
--Logré abrirla.  Tengo el dinero y las joyas en la busaca.  Es hora de irnos.
            El Rubio se volvió hacia la señora y le dijo:
--¿No se lo dije?  Ahora soy yo quien le pide que cumpla su palabra.
--¿Cómo que logró abrirla? –Gritó la señora, exaltada, quien no creía lo que oía -  Se supone que eso lo haría un experto.
--Entonces eso me hace a mí un experto –Se explayó El Lelo con el orgullo de un pavo real.
--Eso es evidente, Lelo, evidente –dijo El Rubio sonriendo también –Pero hay que irse por el mismo camino que vinimos, pero ya.  Recuerde, señora, su promesa: quince minutos.
--No se preocupe.  Promesa es promesa.  Afortunadamente yo nada pierdo.  Hay una cláusula en el contrato que me cubre en estos casos.
--La felicito.  Buenas noches—Se despidió El Rubio mientras salía disparado hacia la habitación por donde había entrado.
            Con el mismo cuidado y silencio con que hicieron el ascenso realizaron el descenso.  Cuando todos estuvieron juntos en el jardín, se dirigieron sigilosos hacia el sitio por donde habían entrado.  Leo consultaba constantemente el reloj.  Esta vez llevaban siete minutos cuando llegaron a la tapia; en cinco minutos subieron y bajaron la misma; luego de prender las motos y salir disparados del lugar, se completaron los quince minutos.  Al bajar por la Avenida Luis Roche, sintieron el ulular de las patrullas policiales que se dirigían al edificio.
            Ya en la casa de El Rubio, agitados pero alegres, Leo hizo el reparto del botín: bolívares dólares y euros.  También lo hizo con las joyas, pero como era buen conocedor de las mismas, el jefe se quedó con las de mayor valor…
            Al quedar solo, El Rubio se dirigió al cuarto de la madre.  Al llegar y abrir la puerta, la encontró algo ansiosa pero luego observó cuando ella descansó con un suspiro y cambió de actitud al ver en la cara del hijo la alegría del triunfo.  Con gesto de confianza, el joven le comentó:
--Ahora si podemos irnos, mamá.  Hay suficiente dinero para establecernos en Higuerote…
            A la mañana siguiente, al escuchar la noticia del robo en la radio, El Rubio pensó en su amigo Rodríguez y deseó que no intentara acercarse al edificio de Altamira Norte en la mañana.  Si lo hizo tuvo forzosamente que desistir de su operación así como de alejarse del lugar lo más antes posible: el sitio se hallaba inundado de patrullas policiales y vehículos de radio y televisoras, además de reporteros de periódicos y canales televisivos.  Caminando entre ellos, también se hallaba el detective Bermúdez, visiblemente contrariado por lo sucedido …


viernes, 14 de septiembre de 2018

NAOMI OSAKA - UNA SORPRESIVA VICTORIA

           El grand slam U. S. Open produjo recientemente dos noticias que resultaron por demás atractivas: por un lado la reincidente actitud de Serena Williams y por el otro la sorprendente victoria de Naomi Osaka, la nueva estrella del tenis japonés.
          Si es cierto que la crisis de la Williams es una falta que en este deporte es poco tomada en cuenta a los tenistas varones por el juez de un partido cualquiera, pero el árbitro del partido Williams--
Osaka si castigó las instrucciones que el coach de la Williams le indicaba desde la tribuna al penalizarlo correctamente, pero Serena reaccionó y le reclamó al árbitro produciendose un tome y dame inesperado que resultó perjudiciar para la tenista pues aquél reaccionó poniéndole sansiones justificas que le hicieron perder el partido.  Esta conducta de Williams no es nueva, al contrario, es reincidente de comportamiento similar en años anteriores, el cual, tal vez, es consecuencia del poder que cree poseer al ser la mejor tenista de los Estados Unidos del presente siglo.
          En este tipo de conducta hay que diferenciar dos situaciones: la primera, es que ningún jugador de tenis, sea hembra o varon, debe tener preferencia en la aplicación del reglamento pues las reglas deben aplicarse a todos por igual.  Aparentemente esto no esta sucediendo y las instituciones del tenis en ambos géneros deben tomar cartas en el asunto de manera que esta situación irregular se elimine.  La segunda, es que ningún tenista, sea hombre o mujer, llámese Serena Williams, Rafael Nadal o Roger Federer --las figuras que han recibido el mayor número de premios en nuestros días--, pues su situación prominente en este deporte no los autoriza a violar el reglamento, al contrario, deben ser los primeros en cumplirlo.  Que se sepa, tanto Nadal como Federer si lo han hecho. Ambos han realizado una exigencia muy diferente: que se mejoren las condiciones de los campeonatos de tenis, lo cual nada tiene que ver con la violación del reglamento.  Aspiramos, como humildes fanáticos del tenis, que se estudien sus propuestas (si llegaron a formalizarlas) y que los jueces de los partidos eviten casos violatorios del reglamento de un deporte que cada día suma nuevos fanáticos alrededor del mundo.
          El otro asunto importante a tratar en este escrito se refiere al inesperado y apoteósico triunfo de Naomi Osaka, la tenista nacida en Japón y formada en los Estados Unidos, que con apenas 20 años acaba de ganar el U. S. Open en la rama femenina.  Hay que reconocer que, pese a la ruidosa alharaca que produjo este encuentro, Osaka hizo méritos para ganar esta copa (y con ella el premio de 3 millones 800.000 dólares que obtuvo): jugó
con gran soltura, con buenos e inteligentes disparos al campo contrario, una labor que sorprendió a  Serena Williams y la hizo deslucir en más de una ocasión.
          La reclamación de Serena Williams en cierta manera oscureció la magnífica perfomance de Naomi Osaka.  También hay que destacar que la inexperiencia de esta joven tenista no destacara sus palabras en la ceremonia de premiación pero esto es entendible y hasta cierto punto aceptable.  Vendrán situaciones similares donde la jugadora japonesa mostrará una mayor soltura, una mayor adaptabilidad a las circunstancias.  Eso esperamos sus innumerables fanáticos.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

UNA BALACERA INESPERADA


           

                                    U N A   B A L A C E R A   I N N E C E S A R I A

Cuando Roberto abrió la puerta de su casa sintió el silencio como si mostraba la acción misteriosa de una inesperada celada, de allí su indecisión de penetrar en ella.  Pero debía salir, ir a la farmacia cercana a comprar la medicina para la madre que había pasado una noche atroz tosiendo constantemente.  Se sentía algo cansado pues escasamente pudo dormir atendiendo a su madre, sobándole el pecho pues pensaba que al hacerlo la ayudaría a superar la crisis.  En efecto, ella se calmaba un poco y pasaba cierto tiempo respirando normalmente pero luego volvía al ajetreo de la tos constante.  Lo mismo sucedía cuando tomaba un poco de agua.  –Es como si tuviera algo en la garganta que me pica y me obliga a toser para sacarlo de allí –le comentó al hijo con voz algo agónica.  El comprendió su sufrimiento y lamentó que nada podía hacer para auxiliarla.
--Cuando amanezca iré a la botica y le explicaré al encargado; tal vez él sepa de algo que te pueda aliviar.  Si es así, te lo traeré –fue su comentario consolador.
            Ahora se hallaba caminando sobre la acera de la calle hacia la farmacia más próxima en busca del medicamento.  Recordó que, durante la noche, mientras atendía a su madre, notó el agite acostumbrado de las calles del barrio: los disparos entre las bandas de malandros que se peleaban entre sí buscando el predominio en la zona.  En ocasiones la balacera se prolongaba y continuaba en la mañana (¿Qué hora era será? ¿Tal vez las seis y media o las siete? No lo sabía pues no usaba reloj pulsera).  El silencio que envolvía a la calle en ese momento de su desplazamiento lo exaltaba lo suficiente hasta sentirlo tétrico.
            Llegó a la esquina y mientras cruzaba la calle, empezó un tiroteo.  Él se desesperó al sentir que, cada vez más que el silbido de las balas se acercaba al sitio donde se encontraba.  Afortunadamente llegó ileso al subir a la otra acera y, desesperado, buscó la protección de la carrasposa pared y deslizó su cuerpo sobre ella como si, al llegar al filo de la esquina y cruzar, lograba la protección de las balas que anhelaba. Al hacerlo, se excitó más cuando una bala se incrustó en la pared a escasos centímetros de su cabeza.  Roberto se asustó tanto al sentir el impacto de la bala que la presencia del pánico estuvo a punto de producirle una conducta irracional.  No sabe cómo se contuvo y no corrió.  Prefirió continuar arrastrándose sobre la áspera pared en su camino hacia la farmacia, que se hallaba en la próxima esquina, un deslizamiento que le trasmitía cierta confianza y un mínimo de seguridad en su avance.
            Fue cuando lo vio.  Desesperado, como él, por los disparos, el chico (no tendría más de doce años), ubicado en la acera opuesta, decidió correr el riesgo y corrió al cruzar la calle buscando la protección del otro lado o tal vez buscando su compañía al verlo en la acera opuesta.  Entonces se produjo un cruce de disparos que lo detuvo: su cuerpo se tambaleó al sentir los impactos.  Desesperado, el chico intentó proseguir en su lance pero otro disparo (o disparos: Roberto no podía asegurarlo con precisión) detuvo su carrera por completo y se desplomó en el medio de la calle, temblando.  Luego cesó el temblor mientras el cuerpo yacía en el pavimento.
            Roberto detuvo su deslizamiento a lo largo de la pared por breve tiempo.  Sintió angustia al observar la escena.  Su primer impulso fue correr y auxiliar al chico.  Un acto irracional, dadas las circunstancias, pero instintivo pues había que ayudar al caído.  Se detuvo a tiempo.  Mejor dicho: lo detuvo el sonido de una proliferación de balas que en ese instante cruzó la calle.  Contempló con sincero dolor el cuerpo inmóvil sobre el suelo frio de la calle y luego decidió continuar su deslizamiento sobre la correosa pared de la edificación.
            Momentos después, cuando se hallaba a diez metros de la farmacia que se encontraba en plena esquina, cesaron por completo los disparos. Al llegar observó que las puertas del expendio de medicinas estaban cerradas pero, antes de deplorarlo, observó luz en su interior y que había un postigo abierto para atender al público.  Fue cuando Roberto tuvo la certeza de que los disparos habían cesado.  Él le estuvo explicando al farmaceuta los síntomas de la enfermedad de su madre y cuando el otro dio muestras de haberlo entendido, le pidió que le recetara una medicina que le aliviara o eliminara la tos.  El farmaceuta fue bastante claro con Roberto al indicarle que el remedio que le entregaba sólo serviría como calmante pero que su madre debía acudir un médico.
            Roberto asintió, pagó y dio las gracias.  Con la rapidez que su andar le permitía retornó a su hogar.  Así mismo transmitió a su madre las instrucciones recibidas sobre la toma del remedio y cuidó de que ella actuara acorde con las mismas y le resaltó la importancia de que luego acudiera al médico.  Ella asintió.  La medicina produjo el efecto deseado pues, días después la tos desapareció por completo.  Tanto, que la madre decidió no acudir a la consulta médica…
            Al pasar por el lugar donde había caído el chico, Roberto vio una aglomeración de gente y luego la llegada de la ambulancia.  Observó con tristeza e impotencia cuando su cuerpo, sobre una camilla, era introducido en el vehículo. Él vio el uso de la ambulancia como algo innecesario pues estaba convencido de que el adolescente ya estaba muerto cuando cayó sobre el pavimento de la calle.  Sin embargo, no lo parecía y creyó, esperanzado, que estaba aún vivo.  No obstante, reflexionando sobre la escena que había presenciado, llegó a la conclusión de que él no se había equivocado y que tal vez los paramédicos habían recogido el cadáver que luego llevarían a la morgue…
            Poco después el vehículo salía disparado del lugar.  Minutos más tarde, escuchando el ulular de la ambulancia, la gente, sin dejar de comentar sobre lo sucedido en la calle, comenzó a disgregarse hasta que la vía quedó callada, alterándose ocasionalmente por la presencia de uno que otro vehículo….


martes, 11 de septiembre de 2018

BREVE SEMBLANZA -- RICARDO PIGLIA



             Hoy comienzo en mi blog estos bosquejos bibliográficos que no pretenden otra cosa que presentar un enfoque de aquellos escritores cuya lectura de sus obras me han impresionado al  proporcionarme horas agradables de lectura de sus obras (en particular de sus novelas y cuentos) que han resultado, además de entretenidas, juiciosas y educativas. Esta lectura también me ha permitido tener un contacto, una cercanía, con paisajes, ciudades y sitios de América Latina que de otra manera jamás hubiera logrado.  Espero que les guste.  Así mismo, estas semblanzas tienen el propósito de motivarlos a que disfruten estas obras (si acaso ya no lo han realizado) como yo lo he hecho hasta el presente.
           Ricardo Piglia (Argentino -- nació en 1940 en Adrogué; murió en 2017 en Buenos Aires) es uno de los grandes escritores latinoamericanos, falleció de una extraña y rara enfermedad cuando ya había realizado una definitiva trayectoria en el panorama literario español de nuestro tiempo.
           Desde sus primeras obras Piglia destacó por poseer una literarura exigente y afilada, poseida de ironía y análisis que insuflaba a sus novelas y cuentos enfoques por demás interesantes y atractivos.  Con su novela "Blanco Nocturno" llegó al pináculo de su creación literaria y obtuvo el premio "Rómulo Gallegos", el Premio de la Crítica, el Internacional de Novela "Dashiel Hammett", el Casa de las Américas de Narrativa "José María Arguedas"; posteriormente también recibió el Premio "José Donoso" (Chile). Adicionalmente la publicación del primer tomo de "Los Diarios de Emilio Renzi" recibió un amplio reconocimiento de los críticos de Babelia (Papel Literario del diario El País - España) así como de las revistas literarias "El Cultural" y "El Periódico" del mismo país.
           Piglia publicó las novelas "Respiración Artificial", "La Ciudad Ausente" y "Plata Quemada" (llevada al cine por Marcelo Piñeyro); también las colecciones de cuentos "Nombre Falso", "La Invasión" y "Prisión Perpetua" y un sinnúmero de ensayos agrupados en "Crítica y Ficción", "El Último Lector" y "Antología Personal".
           Tal vez este escritor argentino  lamentablemente no tuvo tiempo para redactar su biografía y la misma quedó esbozada en lo que en vida publicó como "Los Diarios de Emilio Renzi".  Su último libro es una antología de cuentos especiales que se publicó después de su muerte en Buenos Aires (2018).
           Ricardo Piglia fue también un excelso profesor universitario que dictara conferencias, charlas y cursos literarios en Buenos Aires y otras ciudades argentinas y en los Estados Unidos, particularmente en Princeton.  A través de sus escritos en "Los Diarios de Emilio Renzi" Piglia dio a conocer sus reflexiones sobre la literatura de su tiempo asi como sobre los escritores famosos del mundo que de una u otra manera lo influenciaron; al mismo tiempo destacó los escritores jóvenes de su país que trataban de sobresalir.  Confieso que sólo leí los tomos 2 y 3 de "Los Diarios de Emilio Renzi".  El primer tomo no lo he podido conseguir en el Estado de Florida (U.S.A.) donde actualmente resido.  Lo que leido hasta ahora de esta obra me ha parecido muy interesante y educativo. Recomiendo su lectura pues a través de ella se conoce tanto los intereses literarios como las búsquedas de este autor.