L A D E B I
L I D A D H U M A N A
Para practicar un deporte
o realizar otra actividad existe un requisito indispensable y es, básicamente,
que a uno le guste, Se puede figurar en
un deporte o en una determinada
actividad simplemente por compromiso, como sería del joven
que se dedique a estudiar una profesión,
por ejemplo, abogacía, y al hacerlo, cumple con una tradición familiar. Pero no lo hace porque esa es su inclinación
natural. Lo más probable es que figure
poco como profesional en esa carrera y al final no se sienta a gusto en su
desempeño. En este orden de ideas, viene a la mente el caso de un individuo que
realiza otras actividades sin perder de vista su propia inclinación o el que
decide a tiempo concretarse a la actividad que le indica su inclinación. Este último es el caso del recientemente
fallecido músico venezolano Hernán Gamboa que abandonara sus estudios de
Pediatría para concretarse a la música y destacar en el estudio del cuatro, ese
instrumento típico nuestro. En este
ámbito Gamboa fundó el que luego fuera
un famoso conjunto criollo, Serenata Guayanesa, en 1971. Este músico
se conoció internacionalmente como un virtuoso en el conocimiento y la práctica del cuatro
venezolano.
Así sucede en los deportes: hay aficionados
que se dedican a un determinado deporte porque les gusta, lo practican desde
que son niños y posteriormente continúan en esta actividad y hasta llegan a
convertirse en profesionales al consagrar su vida a este deporte. Tal como ha sucedido con el argentino Lionel Nessi, tal
vez el mejor futbolista de esta época.
Lo mismo puede decirse de
los tenistas Dnovak Djokovic, Roger
Federer y Rafael Nadal, tres luminarias
del tenis moderno, tres figuras del ámbito mundial de este deporte, aunque en estos
días sea Nelo Djokovic considerado la figura No, 1 del tenis del orbe, Sin embargo, en años recientes
figuraron en esa posición tanto Federer como Nadal, destacando el primero como
el que ha ganado más grand slams (17) y Nadal le sigue de cerca (con 14) aunque Djakovic aún
no se les acerca pero actualmente lucha por alcanzarlos y (¿por qué no?)
superarlos en el futuro cercano. Es
cierto que tanto Roger como Rafael se hayan en el declive de sus respectivas
carreras y que han tenido mejores épocas, pero son deportistas sanos que pueden
recuperarse y volver a figurar.
Sin embargo, nada es
eterno para el ser humano. Todos
tendemos a luchar por figurar o sobresalir en una determinada actividad, muchos
fracasan, algunos se mantienen en el estrellato por un tiempo y pocos llegan a
ser figuras destacadas. Y lo que es aún más difícil: mantenerse por años a la
cabeza de un determinado deporte. Pronto
se produce el lógico desgaste físico y viene el declive. Esto lo aprovechan otros deportistas con
mejores condiciones atléticas para surgir y sustituirlos. Es una inevitable y permanente rotación,
aunque a cualquier profesional le gustaría mantenerse en la cúspide –y
excepcionalmente algunos lo logran-- pero hay que considerar que otros también
tienen el derecho de llegar al tope si
poseen las condiciones para hacerlo. También hay que considerar otro factor: los
fanáticos, como llamamos a los permanentes observadores de un deporte.. A estos les llegará el momento en que se
fastidiarían de observar a la misma persona en el tope de un determinado deporte y
mostrarían cierto desinterés por el mismo. También hay que aceptar y comprender
que el común de la gente, lo que generalmente llamamos la mayoría, poco le
gusta figurar, prefieren el anonimato, vivir tranquilos en sus hogares, junto a
los suyos, sin exponerse a mayores acontecimientos, disfrutando el día a día de
la vida. Los que sobresalen son los
pocos y lo hacen porque está en su naturaleza hacerlo, luchar constantemente
por figurar, por estar en el tope de un deporte o actividad. La tragedia radica en que muchas de estas
luminarias quieren permanecer demasiado tiempo como tales pero sus condiciones
físicas no se lo permiten. Cómo va usted a evitarlo:¡es parte de la debilidad
humana!!