En
estos días habito temporalmiente en una urbanización clase media baja en los
alrededores de Cumaná llamada “Villas de Cantarrana”, en un pueblo llamado también
Cantarrana, el cual estuvo poblado por campesinos que vivían de la agricultura
y la ganadería proveían sus insumos a la ciudad de Cumaná, capital del Estado
Sucre.
Al expandirse esta ciudad en la segunda parte
del siglo XX, las actividades campestres de los entonces pobladores de
Cantarrana fueron paulatinamente desapareciendo y con el influjo de nuevos
habitantes se fue convirtiendo en un suburbio de la ciudad capital. Los pobladores iniciales que quedaron
cambiaron su actividad campestre por otra más urbana (buhoneros, obreros de
fábrica, vendedores ambulantes de frutas y hortalizas, etc.). Motivado a su persistente crecimiento,
Cantarrana fue ampliándose, sus calles fueron macanizadas y luego asfaltadas y
a poblarse de citadinos que en Cumaná, por su capacidad económica, no
encontraron espacio para erigir sus viviendas y si la hallaron en Cantarrana. Algunos de estos nuevos pobladores utilizaron
materiales y facilidades baratos (techos de zinc, paredes de adobe, excusado de
hoyo, etc.), los cuales mejoraron considerablemente cuando el nuevo suburbio
superó sus condiciones de higiene y salubridad.
Así, se instalaron el acueducto y las cloacas. Las casas ubicadas en las arterias
principales se adornaron de atractivos jardines con flores, arbustos de adorno
y árboles frutales o de sombra, resabios estos últimos de las casas de hacienda
que existían en el lugar. Las
estructuras de las casas también han sido mejoradas: paredes de concreto y
techos de tejas o de platabanda, como dicen los lugareños. El acueducto y las cloacas han eliminados los
excusados de hoyo y los pozos sépticos.
Para combatir el fuerte calor de la región muchos pobladores han
instalados en sus viviendas aparatos de aire acondicionado o ventiladores de techo
o de piso.
Fue
aquí donde constructores con visión edificaron 15 o 20 años atrás las “Villas
de Cantarrana”. Recientemente han
aparecido otras urbanizaciones en los alrededores a fin de satisfacer
necesidades del mercado inmobiliario.
Aunque Las Villas fue
inicialmente ejecutada para satisfacer un determinado mercado
(empleados, supervisores, gerentes
medios de comercios e industrias), las urbanizaciones recientes obedecen
a un mercado más preciso, el de educadores y profesionales universitarios y
gerentes de empresas, que requieren viviendas un poco más sofisticadas en
apartamentos y townhouses.
Si
te levantas temprano, digamos a las seis de la mañana o algo más tarde y
comienzas a caminar por las aceras de Cantarrana, observarás a un pueblo que
comienza a despertar a las actividades rutinarias del día y a movilizarse hacia sus respectivos trabajos
en la comunidad, en Cumaná o en la zona industrial de esta ciudad. Es decir, disfrutan de un desayuno frugal y
luego caminan hasta llegar a su trabajo en Cantarrana o utilizan el transporte público o sus propios
vehículos para trasladarse a sus oficinas u oficios en compañías, talleres y
empresas varias ubicadas en la zona industrial, comercios u otros sitios de
Cumaná.
Cumaná
fue la primera ciudad que los españoles fundaron en la América del Sur. La
fundación se produjo alrededor de 1520, es decir, aproximadamente28 años
después de la llegada de Cristóbal
Colón a las Américas. Por eso se le
llama la Primogénita Ciudad de este continente.
Por supuesto que pronto fue víctima de los piratas ingleses, franceses u
holandeses pues el Castillo de San Antonio, Su Eminencia, que se construyera en
una colina alrededor del cual se fundó la ciudad, no tenía la suficiente fuerza
de tiro para impedir que los filibusteros cometieran sus tropelías. Fue necesario que los españoles edificaran el
Castillo de Araya, en la parte de la península del mismo nombre frente a Cumaná, para que los ataques de los
piratas fueran paulatinamente mermando hasta desaparecer por completo.
Cumaná
es célebre no sólo por ser la Primogénita de Suramérica, sino también por ser la cuna de Antonio José de Sucre, el
Gran Mariscal de Ayacucho, cuya victoria
sobre los españoles en la llanura
Ayacucho del Perú, terminó la hegemonía española en América. Sucre nació en esta ciudad el 3 de febrero de 1795 y falleció asesinado en la montaña de
Marruecos (Ecuador) en 1830. Por ser la
ciudad donde naciera el Mariscal Sucre, Cumaná fue escogida como capital del
Estado Sucre de la República de Venezuela.
Esta distinción fue ampliamente
cuestionada por los habitantes de
Carúpano, segunda ciudad de ese estado y su primer centro económico, que
aspiraba también a ser su capital. Esta
discusión llegó a su fin cuando los carupaneros, cuya ciudad fue cuna del
general Bermúdez, uno de los héroes de la independencia del país, se
convencieron de que este último suceso no tenía la trascendencia histórica ni
la grandeza del Mariscal de Ayacucho.
Como ha sucedido en otros países, este tipo de sutileza fue determinante
para que el gobierno de Venezuela de la época (principios del siglo XX)
nombrara a Cumaná centro político de la región y luego capital del Estado
Sucre.
Por
lo demás, esta ciudad, ubicada en la boca del Golfo de Cariaco y frente a la
Península de Araya, es un lugar algo caluroso pero con una bellísima vista
marina, ha sido centro de otros acontecimientos históricos, el último de los
cuales sucedió en los inicios de los años 30 del siglo pasado, cuando se
produjo la Invasión del Falke, dirigida por el general Román Chalbaud contra el
dictador Juan Vicente Gómez. La tropa de
este general intentó posesionarse de
Cumaná antes de invadir el centro del país, pero este intento fracaso
cuando Chalbaud falleció en la batalla antes de llegar al puente sobre el
Manzanares que era entonces la entrada de la ciudad. Desde entonces Cumaná se ha ampliado
considerablemente al incorporar a su
perímetro el que antes se llamaba Puerto Sucre y la pequeña llanura entre este
puerto y la antigua entrada a la ciudad, la cual está completamente urbanizada
y la denominación Puerto Sucre ha desaparecido como tal.
Los
conquistadores españoles acostumbraban a dar a la ciudad
que fundaban en América denominaciones de diversa procedencia: para eternizar el
nombre de la ciudad donde habían nacido o le gustaba esa denominación o la
misma reflejaba el medio donde se hallaba la nueva ciudad o por otra valedera
razón. Por ejemplo, la ciudad de Mérida
existía en España, también hay otra Mérida en Venezuela y otra en México. Es posible también que existan otras ciudades
con el mismo nombre en nuestro continente que nosotros no conozcamos. Igual procedimiento utilizaron para bautizar
algunos ríos. Por ejemplo el río que atraviesa
a Cumaná lo llamaron Manzanares, recordando la misma denominación que tiene el
río que atraviesa a Madrid.
Hasta
bien entrado el siglo XX Cumaná mantuvo su estructura colonial pero luego se
produjo un crecimiento en diversas direcciones.
De su estructura colonial sólo quedan algunas mansiones y las bellísimas
iglesias La Catedral y la Iglesia de Santa Inés, todos existen en lo que se ha
mantenido como centro de la ciudad, además del Castillo de San Antonio. Otras edificaciones que destacan son: el
majestuoso Hospital de Cumaná, construido para atender las necesidades de la
región, también destacan los edificios creados para satisfacer las necesidades de
vivienda para la población de menos recursos y ubicados en diversas parroquias,
estos forman núcleos urbanos tan populosos que parecieran ciudades dentro de la
gran ciudad que es Cumaná. Ésta posee
bellas avenidas, como la Bermúdez, la Mariño y la Gran Mariscal. También destaca la Avenida Perimetral, que el
pueblo llama “La Costanera”, la cual fue
construida con una doble función: correr a lo largo de La costa marítima, por
el norte de la ciudad (al entrar al poblado de Caiguire, hoy incorporado al
perímetro de Cumaná), para confluir con la autopista Antonio José de Sucre, que
por el sur proviene de la carretera nacional que viene de Puerto La Cruz hasta
unirse con la misma carretera que se dirige a Carúpano. La unión de esta dos avenidas forman una
circunvalación que rodea a Cumaná, siendo la primera ciudad con estas
características que posee el país. Otro
sitio agradable de la ciudad es el Parque Gran Mariscal, ubicado en el centro
de la ciudad, el cual posee un parque infantil y paseos, donde predomina el
frescor que proporcionan grandes árboles. En la misma zona se ubica la bella
estatua ecuestre de Sucre y el museo de la ciudad.
Por
último, Cumaná fue también la cuna de Andrés Eloy Blanco, bardo que por su
original y variada producción poética es considerado el mejor poeta del país y
también el más conocido en América y Europa. Así, obtuvo su primer premio en
los Juegos Florales de Santander, España, en 1923, con su poema “Canto a España”. Es autor de muchos poemas conocidos como Las Uvas del Tiempo, La Renuncia, Coplas del
Amor Viajero, El Molinero del Señor, Giraluna, etc. Su poema más popular es
Píntame Angelitos Negros. Andrés Eloy
Blanco nació en Cumaná el 6 de agosto de 1896 y murió en un accidente
automovilístico en la ciudad de México, el 21 de mayo de 1955.