jueves, 10 de julio de 2014

Los pueblos de Nueva Inglaterrac





                                  Los pueblos de Nueva Inglaterra


          No intento con este escrito otra cosa que recoger mis impresiones por las visitas que he tenido que hacer a estos pueblos del este de los Estados Unidos.  Creo  que ya no estoy para viajar a otros lugares pues me canso pronto en especial si tengo que caminar mucho.  Desplazarme en un vehículo es otra cosa.  El 3 de julio del 2014 salimos de Northampton a visitar a Boston.  Abandonamos al pueblo a las ocho de la mañana y recalamos en la capital de Massachussetts alrededor de las diez a. m.  Traficamos por la misma autopista que conocimos en  1983  cuando  visitamos por primera vez a esta ciudad.  Entonces vivíamos en West Haven, Conn., lugar de Nueva Inglaterra donde hice mi maestría en la universidad de esa ciudad.  La misma autopista.  Sólo que en este país saben lo que cuesta construir vias de este tipo y las mantienen en buen estado lo cual es preferible a construir una nueva cuando la vieja está en estado deplorable.  Se nota que le han hecho varias reparaciones pues se halla perfectamente traficable y no tiene ni un hueco.  Los vacíos que a veces se siente son breves y tolerables y son indicativos de que allí se hizo una reparación.
            Boston, por supuesto, es ahora otra ciudad.  Nada de lo que veo me recuerda la ciudad que visitara hace  31 años.  Lo que más recuerdo de ese viaje fue la precipitada entrada que tuve con el auto que conducía al salir de la autopista para entrar a una avenida porque no me percaté a tiempo que debia tomar esa salida.  También recuerdo algo difuso el almuerzo que tuvimos --éramos un médico venezolano y su señora, mi esposa y yo--  en un restaurante del muelle y la prueba de evacuación en caso de incendio del hotel donde llegamos.  Prueba perfecta pues todos los inquilinos salieron ordenadamente de las habitaciones, se reunieron en el sitio que les indicaron y conversaron hasta que terminó el ejercicio para luego retornar a sus respectivas habitaciones.
            Bos´ton,  como dije, es otra ciudad.  Ahora tiene túneles en el centro de la ciudad para facilitar el tránsito vehicular que transcurre por l centro de la ciudad.  Tuvimos que atravesarlos por equivocación de la ruta que debía tomar nuestra choferesa (Luzmarina) lo cual agradecemos pues nos permitió conocer esta parte de la ciudad poblada en su centro, como New York de innumerables rascacielos.    La construcción de nuevos edificios no se detiene en esta ciudad y como Boston es  un puerto de mar tambien abundan en las riberas cercanas a los muelles.  La zona del puerto, por lo menos la zona turística, es muy agradable.  Pero el sol está inclemente, la temperatura cercana o por encima de los 100ºF., era para mi poco tolerable: me sentía muy agobiado y sudaba a chorros.  Ibamos a visitar (en esta ocasión, además de mi señora y yo, éramos Luzmarina, mis nietos Angel Santiago y Ernesto Jesús, y Milagros, una sobrina del esposo de Luzmarina, mi hija) el acuario ubicado en una de las riberas, pero yo no llegué.  Preferí quedarme a la sombra de un árbol buscando superar la sofocación. Sentí cierta zozobra, luego pasé un rato más en duermevela que dormido, después Luzma me ayudó a levantarme y salir de la sombra del árbol.  Sentí un dolor en la paantorrilla derecha y caminé con lentitud.  Nos sentamos junto a una mesa de la ribera a conversar y esperar a Olga y los muchachos que salieran del acuario.  Luzma me invitó a ver la exhibición de unos pinguinos en la cercanía mientras esperábamos. No eran pinguinos sino leones marinos que viajaban de un lugar a otro en su sitio de cautiverio, un agua presumiblemente muy fría, mientras yo, afuera, separados por un grueso vidrio, me agobiaba del calor.  Ya habíamos visitado el Quincy Market, antiguo mercado de la ciudad ahora convertido en un sitio turístico.
            Almorzamos en un restaurante al lado del Quincy Market.  Yo había invitado pero luego, en el momento del pago, Luzmarina no quiso que yo pagara la cuenta. El almuerzo estuvo variado con preferencia de alimentos del mar y donde Angel Santiago, el único  que prefirió otro tipo de comida, seleccionó un C.D. New York (un lomito).  Visitamos a Boston durante ocho horas.  Lo sé con exactitud por el tiempo que se pagó por el estacionamiento del vehículo, $40.oo (a $5.oo la hora).  La salida de Boston fue más rápida (tomamos la autopista 91) pues esta vez no hubo equivocación.  Como siempre que visitamos un lugar, Luzma tenía que comprar algo.  Esta vez lo hizo en una tienda para caballeros, compró regalo para su esposo.  Tuvimos en el regreso momentos de lluvia en la carretera pero sin mayores consecuencias.

          Como antes mencioné el primer pueblo de Nueva Inglaterra donde me instalé fue West Haven, Conn., donde hice mi maestría en Administración, mención Relaciones Industriales, en 1983.  Ahora he tenido que visitar a Luzmarina en Northampton, donde ella está estudiando inglés.  Ella nos ha invitado a mi señora y a mi a pasar un mes con en ella este lugar  y en esta  ocasión hemos hecho excursiones para conocer los pueblos cercanos, lo cual no hice cuando vivíamos en West Haven por falta de recursos económicos y porque estaba dedicado al estudio de la maestría.
          Me he dado cuenta  que, con excepción de las grandes ciudades (Hartford, Boston, New York), los pueblos vecinos son relativamente pequeños y existieron o existen debido  a una actividad específica (agricultura, ganadéría, comercio) desde que fueron fundados.  Ahora es la educación uno de los principales motores que los mueve.  Este tema es importante pues en estos pueblos tan pequeños resulta extraño que existan universidades y colegios especializados  (como el M.I..T. Massachussetts Institute of Technology, cerca de Boston, con fama mundial), el Smith College aqui en Northampton, una de las primeras universidades para mujeres de este pais.  No es que los pueblos sean muy cultos y por eso requieren de este tipo de instituciones, sino que para ellos la educación es un negocio que es preciso hacerlo bien y lo hacen pues de ello depende su existencia.  Ignoro hasta que punto este tipo de instituciones representa cierto atractivo para el resto del país, si tomamos en cuenta que aquí la educación es gratuita hasta High School (Bachillerato) pues lo demás, universidades y colegios especializados, deben ser pagados.  Claro, entendemos  que en U.S.A. hay una serie de incentivos para los estudiantes de bajos recursos (en especial, becas del Estado o de instituciones privadas o públicas), no obstante esto cubre un sector minoritario del país  pues la mayoría deben los padres o los mismos estudiantes pagar sus estudios.
          Sin embargo, a este país vienen muchos estudiantes de Latinoamerica o Europa a estudiar en las universidades y colegios especializados carreras diversas que no existen en sus respectivos paises o que aprovechan para también estudiar el inglés o simplemente vienen a estudiar este idioma dada la importancia que el dominio del mismo representa en el comercio mundial.  Considero, pues, que el gran negocio de estos pueblos es el estudio del inglés, compitiendo a su vez con Inglaterra, que también tiene pueblos o  zonas especiales para el estudio de este idioma.
          Claro que la novedad  y el atractivo que representa el convivir en el país considerado como la primera potencia del mundo no deja de tener sus ventajas y  conveniencias en especial para los estudiantes  pertenecientes a familias de altos recursos de Latinoamérica y del mundo para hacer cursos de especialización o maestrías y, como es necesario el dominio del idioma vernáculo, también del inglés.  Pero también hay estudiantes provenientes de la clase media así como estudiantes de bajos recursos reciben becas  de instituciones privadas o públicas,  como son las famosas becas "Mariscal de Ayacucho" que otorga el Estado Venezolano a este tipo de estudiante para realizar estudios en Europa o Estados Unidos.

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