lunes, 14 de julio de 2014

Comidas Típicas: El Sancocho

                          

                                   Comidas Típicas:  El Sancocho


            Hacer un sancocho es una actividad fiestera en el oriente de Venezuela.  Generalmente hay un motivo especial que la produce: una reunión semanal de amigos, el recibimiento o despedida de un familiar, un conocido o amigo, un cumpleaños o cualquier actividad particular casi siempre relacionada con la familia.  También puede ser una reunión en el campo, en un fin de semana, sin motivo especial o en vacaciones en la playa cuando, motivado a los baños de mar y los tragos, el disfrute de un buen sancocho parece la mejor culminación de la diversión.
            Hoy estuvimos disfrutando el agua marina en Playa de Los Cocos (donde el mar es por lo general algo "picado" pero hoy, haciéndonos una concesión muy inusual, amaneció apacible lo cual disfrutamos a plenitud), en el Morro de Río Caribe, como culminación de unos días de descanso con hermanos y algunos amigos.  También festejando a Omar y Rosa Arriechi, miembros muy especiales de nuestra familia desde su misma génesis. Crecieron y se formaron con  nosotros.  Son parte de nuestra intimidad.
            En la noche, como grato colofón, se les preparó un sancocho de cuatro patos.  Fungieron como cocineros especiales --ahora le dicen chefs--  Angito, en la preparación de la vitualla, y Manuelito, en la preparación de los patos.  Amenizado con los tragos, el trabajo que generaría el sancocho, comenzó a las siete de la noche, cuando los chefs llegaron a nuestra casa de la calle Chamberí con los patos y la vitualla (como le dicen en el oriente a los diversos vegetales que forman parte del sancocho y le dan la sazón).  Los gastos fueron cubiertos por todos los hermanos.  En nuestro país se estila cubrir los costos de una festividad de este tipo con lo que llamamos una "vaca" (Esta palabra tiene aquí un significado muy particular: la contribución en dinero de varias personas para cubrir los gastos del acto o actividad a realizarse).
            Observé la habilidad de Manuelito al pelar los patos luego de sumergirlos en agua hervida y haberlos degollado --es decir, tomaba cada pato por la cabeza con la mano, le daba dos vueltas en el aire y luego lo dejaba en el piso donde se revolcaba hasta morir-, los colocaba sobre  la mesa y procedía a quitarles las plumas, después de lavarlos de nuevo con agua caliente para quitarle el sucio del suelo. Procedió después a cortarle la cabeza a cada pato y seccionarlos en cuatro y, por último a dividirlo en trozos tan pequeños que facilitara el disfrute de la carne, ya cocida, por parte de los invitados.  Utilizó un cuchillo largo y grueso (aquí lo llaman "cuchillo carnicero") para los cortes necesarios, los cuales, de no tener la destreza necesaria podría producirse heridas de cierta consideración.  Por supuesto, ya Manuelito había procedido a desechar los órganos y partes de cada pato que no se utilizarían en el hervido: las tripas o intestinos,el buche, la cabeza y las patas.
            Por su parte, el chef Angito se ocupó de la vitualla, es decir, la verdura y demás vegetales que sazonarán al sancocho: yuca, ocumo,  ñame, perejil, cebolla, ajo, pimentón, ají, cilantro, etc.  También utilizó un cuchillo especial, más largo  y grueso que el cubierto de mesa, bastante diferente del utilizado para cortar la carne, pero indudablemente cómodo para preparar la verdura y hacer más apetitoso al condumio.  Después, luego que el  agua en la paila en la cocina estuviera lo suficientemente caliente, se procedió a echarla la vitualla y los trozos de carne de pato y esperar pacientemente a que todo ese menjurje se cocinara.
            Pocas veces he comido pato, un animal que, según algunos, es una carne algo pesada para la digestión.  Pero también he oído que todo depende de cómo es preparado.  En este caso, por los resultados del sancocho, lo estuvo bien pues ¡no quedó nada en la olla!! En poco tiempo el condumio despareció por completo y los invitados quedaron satisfechos.
            Estuvimos charlando y maraqueando nuestras respectivas bebidas por largo tiempo, disfrutando de la tranquilidad de la noche...

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