domingo, 30 de agosto de 2015

UNA CIUDAD PRIMOGENITA DE AMERICA

G                             U N A   C I U D A D   P R I M O G E N I C A  D E   A M E R I C  A

            En estos días habito temporalmiente en una urbanización clase media baja en los alrededores de Cumaná llamada “Villas de Cantarrana”, en un pueblo llamado también Cantarrana, el cual estuvo poblado por campesinos que vivían de la agricultura y la ganadería proveían sus insumos a la ciudad de Cumaná, capital del Estado Sucre.
             Al expandirse esta ciudad en la segunda parte del siglo XX, las actividades campestres de los entonces pobladores de Cantarrana fueron paulatinamente desapareciendo y con el influjo de nuevos habitantes se fue convirtiendo en un suburbio de la ciudad capital.  Los pobladores iniciales que quedaron cambiaron su actividad campestre por otra más urbana (buhoneros, obreros de fábrica, vendedores ambulantes de frutas y hortalizas, etc.).  Motivado a su persistente crecimiento, Cantarrana fue ampliándose, sus calles fueron macanizadas y luego asfaltadas y a poblarse de citadinos que en Cumaná, por su capacidad económica, no encontraron espacio para erigir sus viviendas y si la hallaron en Cantarrana.  Algunos de estos nuevos pobladores utilizaron materiales y facilidades baratos (techos de zinc, paredes de adobe, excusado de hoyo, etc.), los cuales mejoraron considerablemente cuando el nuevo suburbio superó sus condiciones de higiene y salubridad.  Así, se instalaron el acueducto y las cloacas.  Las casas ubicadas en las arterias principales se adornaron de atractivos jardines con flores, arbustos de adorno y árboles frutales o de sombra, resabios estos últimos de las casas de hacienda que existían en el lugar.  Las estructuras de las casas también han sido mejoradas: paredes de concreto y techos de tejas o de platabanda, como dicen los lugareños.  El acueducto y las cloacas han eliminados los excusados de hoyo y los pozos sépticos.  Para combatir el fuerte calor de la región muchos pobladores han instalados en sus viviendas aparatos de aire acondicionado o ventiladores de techo o de piso.
            Fue aquí donde constructores con visión edificaron 15 o 20 años atrás las “Villas de Cantarrana”.  Recientemente han aparecido otras urbanizaciones en los alrededores a fin de satisfacer necesidades del mercado inmobiliario.   Aunque Las Villas fue  inicialmente ejecutada para satisfacer un determinado mercado (empleados, supervisores, gerentes  medios de comercios e industrias), las urbanizaciones recientes obedecen a un mercado más preciso, el de educadores y profesionales universitarios y gerentes de empresas, que requieren viviendas un poco más sofisticadas en apartamentos y townhouses.
            Si te levantas temprano, digamos a las seis de la mañana o algo más tarde y comienzas a caminar por las aceras de Cantarrana, observarás a un pueblo que comienza a despertar a las actividades rutinarias del día y  a movilizarse hacia sus respectivos trabajos en la comunidad, en Cumaná   o   en la zona industrial de esta ciudad.  Es decir, disfrutan de un desayuno frugal y luego caminan hasta llegar a su trabajo en Cantarrana o  utilizan el transporte público o sus propios vehículos para trasladarse a sus oficinas u oficios en compañías, talleres y empresas varias ubicadas en la zona industrial, comercios u otros sitios de Cumaná.
         Cumaná fue la primera ciudad que los españoles fundaron en la América del Sur. La fundación se produjo alrededor de 1520, es decir, aproximadamente28 años después de la   llegada de Cristóbal Colón a las Américas.  Por eso se le llama la Primogénita Ciudad de este continente.  Por supuesto que pronto fue víctima de los piratas ingleses, franceses u holandeses pues el Castillo de San Antonio, Su Eminencia, que se construyera en una colina alrededor del cual se fundó la ciudad, no tenía la suficiente fuerza de tiro para impedir que los filibusteros cometieran sus tropelías.  Fue necesario que los españoles edificaran el Castillo de Araya, en la parte de la península del mismo nombre  frente a Cumaná, para que los ataques de los piratas fueran paulatinamente mermando hasta desaparecer por completo.
            Cumaná es célebre no sólo por ser la Primogénita de Suramérica, sino también por  ser la cuna de Antonio José de Sucre, el Gran   Mariscal de Ayacucho, cuya victoria sobre los españoles en   la llanura Ayacucho del Perú, terminó la hegemonía española en América.  Sucre nació en esta ciudad el 3 de febrero  de 1795 y falleció asesinado en la montaña de Marruecos (Ecuador) en 1830.  Por ser la ciudad donde naciera el Mariscal Sucre, Cumaná fue escogida como capital del Estado Sucre de la República de Venezuela.  Esta distinción fue  ampliamente cuestionada por  los habitantes de Carúpano, segunda ciudad de ese estado y su primer centro económico, que aspiraba también a ser su capital.   Esta discusión llegó a su fin cuando los carupaneros, cuya ciudad fue cuna del general Bermúdez, uno de los héroes de la independencia del país, se convencieron de que este último suceso no tenía la trascendencia histórica ni la grandeza del Mariscal de Ayacucho.  Como ha sucedido en otros países, este tipo de sutileza fue determinante para que el gobierno de Venezuela de la época (principios del siglo XX) nombrara a Cumaná centro político de la región y luego capital del Estado Sucre.
            Por lo demás, esta ciudad, ubicada en la boca del Golfo de Cariaco y frente a la Península de Araya, es un lugar algo caluroso pero con una bellísima vista marina, ha sido centro de otros acontecimientos históricos, el último de los cuales sucedió en los inicios de los años 30 del siglo pasado, cuando se produjo la Invasión del Falke, dirigida por el general Román Chalbaud contra el dictador Juan Vicente Gómez.  La tropa de este general intentó posesionarse de  Cumaná   antes de invadir el  centro del país, pero este intento fracaso cuando Chalbaud falleció en la batalla antes de llegar al puente sobre el Manzanares que era entonces la entrada de la ciudad.  Desde entonces Cumaná se ha ampliado considerablemente  al incorporar a su perímetro el que antes se llamaba Puerto Sucre y la pequeña llanura entre este puerto y la antigua entrada a la ciudad, la cual está completamente urbanizada y la denominación Puerto Sucre ha desaparecido como tal.
            Los conquistadores españoles acostumbraban a dar a la   ciudad que fundaban en América denominaciones de diversa procedencia: para eternizar el nombre de la ciudad donde habían nacido o le gustaba esa denominación o la misma reflejaba el medio donde se hallaba la nueva ciudad o por otra valedera razón.  Por ejemplo, la ciudad de Mérida existía en España, también hay otra Mérida en Venezuela y otra en México.  Es posible también que existan otras ciudades con el mismo nombre en nuestro continente que nosotros no conozcamos.  Igual procedimiento utilizaron para bautizar algunos ríos.  Por ejemplo el río que atraviesa a Cumaná lo llamaron Manzanares, recordando la misma denominación que tiene el río que atraviesa a Madrid.
            Hasta bien entrado el siglo XX Cumaná mantuvo su estructura colonial pero luego se produjo un crecimiento en diversas direcciones.  De su estructura colonial sólo quedan algunas mansiones y las bellísimas iglesias La Catedral y la Iglesia de Santa Inés, todos existen en lo que se ha mantenido como centro de la ciudad, además del Castillo de San Antonio.  Otras edificaciones que destacan son: el majestuoso Hospital de Cumaná, construido para atender las necesidades de la región, también destacan los edificios creados para satisfacer las necesidades de vivienda para la población de menos recursos y ubicados en diversas parroquias, estos forman núcleos urbanos tan populosos que parecieran ciudades dentro de la gran ciudad que es Cumaná.  Ésta posee bellas avenidas, como la Bermúdez, la Mariño y la Gran Mariscal.  También destaca la Avenida Perimetral, que el pueblo  llama “La Costanera”, la cual fue construida con una doble función: correr a lo largo de La costa marítima, por el norte de la ciudad (al entrar al poblado de Caiguire, hoy incorporado al perímetro de Cumaná), para confluir con la autopista Antonio José de Sucre, que por el sur proviene de la carretera nacional que viene de Puerto La Cruz hasta unirse con la misma carretera que se dirige a Carúpano.  La unión de esta dos avenidas forman una circunvalación que rodea a Cumaná, siendo la primera ciudad con estas características que posee el país.  Otro sitio agradable de la ciudad es el Parque Gran Mariscal, ubicado en el centro de la ciudad, el cual posee un parque infantil y paseos, donde predomina el frescor que proporcionan grandes árboles. En la misma zona se ubica la bella estatua ecuestre de Sucre y el museo de la ciudad.
            Por último, Cumaná fue también la cuna de Andrés Eloy Blanco, bardo que por su original y variada producción poética es considerado el mejor poeta del país y también el más conocido en América y Europa. Así, obtuvo su primer premio en los Juegos Florales de Santander, España, en 1923, con su poema “Canto a España”.  Es autor de muchos poemas conocidos como Las Uvas del Tiempo, La Renuncia, Coplas del Amor Viajero, El Molinero del Señor, Giraluna, etc. Su poema más popular es Píntame Angelitos Negros. Andrés Eloy Blanco nació en Cumaná el 6 de agosto de 1896 y murió en un accidente automovilístico en la ciudad de México, el 21 de mayo de 1955.

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