La Doctrina de Monroe en síntesis es un principio de la política exterior de los Estados Unidos, establecido en 1823, durante la presidencia de James Monroe, que no permitía la intervención de las potencias en los asuntos internos de los paises del hemisferio americano. Con su aplicación, años después, puso de moda la expresión "América para los americanos". El presidente Monroe la presentó en su sexto discurso al congreso norteamericano sobre el Estado de la Unión.
Al principio esta doctrina produjo cierto excepticismo y años después entusiasmo a medida que la influencia de Estados Unidos crecía en Latinoamérica. Fue cuando nació el concepto "América para los americanos". Por lo menos durante el siglo XIX los políticos e intelectuales latinoamericanos agradecían a ese país su posición ante las potencias europeas de la Santa Alianza pero al mismo tiempo temían a la injerencia de los Estados Unidos en sus nacientes repúblicas. Conceptos como "Latinoamérica no debe objeto de colonización por parte de las potencias europeas" o "cualquier intervención de dichas potencias la consideraría Estados Unidos como peligrosa para la paz y seguridad de su país", nacieron entonces.
La idea de que la América Latina era el "patio trasero" de loa Estados Unidos se fundamentaba en la Doctrina de Monroe. Por eso este país debía ejercer control sobre la construcción de un canal que uniera a los océanos Atlántico y Pacífico que entonces se estaba gestando.
En efecto, la empresa francesa que construyera el Canal de Suez en Egipto, comenzó la construcción del Canal de Panamá. Entonces Estados Unidos nada hizo. Se contentó con impedir el comercio de Europa con los paises de Centroamérica y del Caribe. Además, crecía en dicho país la discusión de la construcción de un canal similar en Nicaragua. La empresa francesa luego abandonaría en 1888 esta construcción al no superar situaciones insalvables en partes del mismo.
Durante el siglo XIX , posterior a la emisión de la Doctrina de Monroe, se produjeron en Latino América una serie de eventos protagonizados por las potencias europeas donde pudo aplicarse la Doctrina de Monroe pero los Estados Unidos nada hicieron al respecto: Inglaterra ocupó la islas Malvinas en 1833 y realizó el bloqueo de Argentina entre 1839 y 1840. (Una situación similar se produjo a mediados del siglo XX cuando un dictador Argentino hizo que su marina y ejército intentara recuperar Las Malvinas. La breve guerra entre ambos países la perdió Argentina. Pero los Estados Unidos no intervinieron); España ocupó la República Dominicana entre 1861 y 1865; en esos años se produjo la intervención francesa en México y también la ocupación de Inglaterra en la Guayana motivando la protesta venezolana. Esto sólo produjo las conversaciones de Inglaterra y Venezuela para fijar, años después, los límites entre ambos paises en la Guayana. En este último caso, si lo hubo, la intervención de la doctrina Monroe fue ínfima pues las discusiones en La Haya concluyeron con la aprobación de los límites entre ambas naciones propuestos por Inglaterra, lo que produjo las protestas venezolanas.
Para 1880 el presidente norteamericano agregó a la Doctrina de Monroe un corolario de que su país se sentiría legitimado de apoderarse de la zona del canal de Panamá si surgían dificultades en la construcción del canal. En 1888 la empresa francesa abandonó la construcción de dicho canal. Esto hizo que los Estados Unidos abordaran su construcción. El finalizar con éxito dicha construcción significó un triunfo para ese pais. También significó el nacimiento de la República de Panamá.
Al comienzo del siglo XX, en 1902 - 1903, Alemania, Italia e Inglaterra bloquearon las costas venezolanas exigiendo el pago de una deuda. La república Argentina emitió la doctrina Drogo que establecía que ningún poder europeo podía usar la fuerza para cobrar una deuda monetaria. Entre tanto el presidente Theodore Roosvelt estableció un corolario a la Doctrina de Monroe que decía: "Nosotros no garantizamos a ningún estado la defensa contra el castigo de otro estado de alguna mala conducta".luego el mismo Roosvelt explicó a la prensa "Habla bajo y usa un gran mazo", refiriendose a la América Latina. Estó originó una gran protesta de los paises latinoamericanos. Sin embargo, el presidente venezolano Cipriano Castro protestó ante los Estados Unidos exigiendo la aplicación de la Doctrina de Monroe. Estados Unidos fueron obligados a intervenir y cesó el bloqueo de las costas venezolanas.
Se concluye que, lamentablemente, la Doctrina Monroe muestra en su contenido una serie de propósitos que beneficiarían, de ser siempre aplicaddos, a todos los países al sur del Rio Grande.
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