miércoles, 27 de febrero de 2019

Josefina --parte I

           


           Tal vez la amistad sea uno de los rasgos más sublimes y bellos de la raza humana.   No hay nada más fascinante que observar una amistad entre dos personas que supera los tiempos y las vicisitudes y se mantiene incólume.  Esta reminiscencia viene a mi mente cuando recuerdo la historia de Josefina y Matilde.
           Josefina fue una muchacha de 15 años que llegó del interior del país a trabajar en labores del hogar; en la casa de Matilde; ayudaba  a Matilde en la crianza de sus dos hijos y en el mantenimiento de la casa. Por las noches, Matilde le enseñó a leer y escribir a Josefina. Dos años después, animó a la muchacha a que asistiera de noche a la escuela para adultos que funcionaba en la urbanización.  requería tiempo y dedicación Josefina se interesó en el estudio y años después sorprendió a la familia cuando obtuvo su Certificado de 6to. grado de Educación Primaria.  Después Josefina se interesó en la moda y se inscribió en un curso de Corte y Costura.  Luego de aprobarlo, con el uso de figurines de la moda, Josefina se dedicó a confeccionar sus propios vestidos. Como tenía habilidad e imaginación, pronto destacó confeccionando vestidos tanto para ella como para Matilde y también para Luisaelena, la hija de ésta.
           Por supuesto, como esto requería tiempo y dedicación, Matilde no quería que Josefina se esclavizara con esta actividad por lo que llegó a un acuerdo con la joven de que trabajara en la costura solo en las noches, que la familia corría con los gastos de materiales que utilizara en la confección de los vestidos y que ella recibiría un sueldo adicional por cada traje que terminara. "Lo que quiero con esto es darle valor a tu trabajo y a no esclavizarte. Si resulta que haces un buen trabajo,  ¿quien quita que en el futuro te conviertas en una costurera profesional y tengas tu propio negocio aquí en La Trinidad?"  Es decir, Matilde le tomó tanto cariño a la joven que, al ver las ideas que tenía como costurera y la habilidad que tenía para la confección de vestidos que ya, antes de empezar,
deseaba éxito en el negocio.
            Así fue.  Los vestidos que Josefina elaboró para Matilde y su hija, estuvieron tan bien hecho que pronto fueron una novedad en la calle del Arenal donde vivían.  Algunas amigas de Matilde se interesaron en que le hicieran vestidos a ellas también ypoco a poco Josefina fue estableciendo una clientela y una reputación profesional.
           Con el final de la  segunda Guerra Mundial comenzaron a llegar a Venezuela inmigrantes europeos que se establecieron en diversas ciudades del pais, entre ellas, Caracas.  Entre estos miembros de la diáspora destacaron los italianos que fortalecieron y renovaron la industria de la construcción del pais asi como artesanos de diversos oficios, como la mueblería, que también llegaron.  Una de las características de estos buenos inmigrantes era la de adaptarse a las costumbres del lugar donde se asentaron y también a darse a conocer en sus oficios y artesanías.
           Uno de estos italianos, Gyovanni que, como no tenía capital, comenzó elaborando sillas para niños y luego las vendía en una esquina cerca de la iglesia de Baruta.  Así fue poco a poco reuniendo capital hasta que pudo compar sus herramientas de carpintería y ebanistecería; se habló con el dueño de un galpón en las afueras del pueblo para que le alquilara una parte del galpón para establecer su carpintería.  Llegaron a un acuerdo y Gyovanni pudo así montar su primer negocio.  En los primeros meses o tal vez durante su primer año, Gyovanni prácticamente salía de su negocio sólo a vender los muebles que había construido; dormía en su negocio (en una esquina del galpón hizo un cuarto donde metió un pequeño escritorio, una silla y un colchón para dormir. Comía en un restaurant del pueblo. En ese tiempo observó al dueño del galpón que trabajaba para otras industrias en la preparación de láminas limpias y de cierto tamaño para ser utilizadas en el comercio de Baruta o Caracas.  Al galpón le traían troncos gruesos y con su equipo de trabajo los limpiaba, cortaba en láminas de cierto largo y espesor, luego las limpiaba y pulía y dejaba listas para la venta. También hacía trabajos de ebanistería para algunos negocios de Baruta. Rodrigo, el dueño del galpón, como cerraba las puertas de hierro del galpón con llave y como Gyovanni dormía alli, le entregó una llave de la puerta principal con el convenio de que no dejara el galpón solo después de las 9 de la noche. Gyovanni siempre le cumplió. Rodrigo, las primeras semanas apareció en el galpón  después de las 9 de la noche y verificó que el italiano cumplía con el acuerdo.  Entretanto, Gyovanni a los 6 meses tenía tanto trabajo en su negocio que se vio obligado a contratar un ayudante y dos operarios. El ayudante tenía conocimieentos y experiencia en trabajos de mueblería; los dos ayudantes entraron comoaprendices en mueblería y  Gyovanni los formaría en diversas ramas de la mueblería.
           Al año el negocio estaba viento en popa tanto en producción de muebles como en ventas. Sin embargo Gyovanni se convenció que las ventas podrían ir mejor si estuviera si tuviera un negocio en Baruta donde exhibiera sus muebles. Era el mes de junio y pensó que debía tener ese negocio en Baruta, instalado, a más tardar en octubre. Alquiló una casa de dos puertas y una ventana, ideal para la exhibición de muebles.  El resto de la casa tenía dos habitaciones, comedor y cocina, ideal para que él se mudara y viviera con mayor comodidad. Así lo hizo. Diseñó  varios juegos de muebles de estar y comedor y se los entregó a Ramiro, su ayudante en el galpón, para que fuera cortando las piezas de los futuros muebles, mientras él se encargaba, con unos obreros de limpiar y pintar la casa donde estaría la nueva mueblería. Los cuatro juegos de muebles (dos comedores y dos salas) deberían estar listos e instalados a mediados de septiembre. (Él pensaba abrir la "Mueblería Italia" a principios de octubre).  Entretanto, estaba diseñando dos nuevos juegos para ser fabricados para noviembre; y el diseño de mesas y sillas que se instalarían en el comedor de la casa donde él viviría y se tendrían como exibición con cómodas o algún otro mueble del comedor. En otras palabras el sitio donde él almorzaría o cenaría debería ser también centro de exhibición. 
           Así se estaba preparando Gyovanni para establecerse como comerciante en Baruta con las mejores intenciones de ser un comerciante exitoso.

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