miércoles, 1 de octubre de 2014

L O S R E T R A T O S

                      



                                                   L O S   R E T R A T O S   Y   L A   E R A   A C T U A L

 
                Observar  retratos familiares es observar historia.  Desde época inmemorial es costumbre del ser humano el retratarse, solo, con la esposa, con los  hijos, en una imagen diferente del grupo familiar en diversas escenas o circunstancias.  Y lo hace por diversos motivos o razones: el satisfacer su ego personal o dejar constancia del momento que vive.  En todo caso, la fotografía se ha convertido en algo esencial en la vida social pues fija vestigioS importantes de una persona o de una familia, hechos utilitarios, rutinarios o preciosos para un individuo.  En la sociedad moderna la fotografía se ha tornado imprescindible pues permite mantener registros fundamentales: el control social de individuos a nivel local, estadal o nacional y también de organizaciones sociales o mercantiles.
            El uso común de la fotografía representa mucho para una persona cuando permite registrar y mantener la imagen de un familiar en un momento dado, la pícara sonrisa de  una hija muy querida, de  un ser amado ya desaparecido, el paisaje de una playa que posee recuerdos importantes o agradables, en fin son tantos los motivos de la vida de un individuo que al plasmar algunos de ellos se tornan imprescindibles  o memorables, los cuales trascienden a traves de las imágines grabadas en las fotos. 
            ¿Por qué el hombre busca retratarse? ¿Por qué ese  afán de dejar plasmada la huella de un momento, de un suceso o de una situación?  ¿Por el deseo de trascender?  Puede ser. ¿Y acaso este deseo de trascender es esencial en la vida del hombre moderno  o fue esencial en la vida del hombre de siempre? Está entre las posibilidades pero creo  que este deseo de trascender está en el hombre de todas las épocas: el de las cuevas o cavernas al pintar o plasmar en las paredes las imágenes de su época; en el hombre moderno  en los dibujos o los óleos  o pinturas; en el hombre contemporáneo en los daquerrotipos o las fotografías.  Llámelo usted curiosidad, deseo de dejar una huella de su paso  lo cierto es que el hombre comenzó a dejar una copia, por muy imperfecta que fuera, de ese momento.
            El asunto en realidad se  pierde en la bruma del tiempo.  Nace en el instante en que, en una cueva, con algún objeto (piedra o vegetal) punzante o mojado en una tinta de procedencia animal o mineral, el hombre comenzó a fijar figuras de animales o bizarras estampas de si mismo en las paredes de las cuevas donde vivía.  Cuando se descubrieron las primeras figuras de este tipo en las cuevas de Altamira (España), se vio el deseo de trascender del hombre primitivo o pre-histórico.  Es decir, desde un principio, el hombre quiso dejar la huella de su existencia.  Indudablemente, ese deseo de perdurar, de trascender el relativo corto paso que es la vida, está plasmado en las figuras de las cuevas, en los escritos cuneiformes, en los grabados egipcios, en los primeros retratos al  en los daguerrotipos, en los primeros ensayos de la fotografía de nuestros días.  Podríamos decir que ese deseo de figurar, de verse plasmado en las figuras, en los dibujos, en las fotografías es típico de ser humano.  Es indudable que ello está consustanciado con ese interés de aparentar o de reflejar su creencia de que él es el dueño o el centro de este mundo por muy  exagerada que pueda ser esta creencia  ella está consustanciada con su manera de ser.
            También la curiosidad que guía al hombre a imaginar la vida o la historia de otros hombres se muestra en nuestra inclinación por ver fotografías o cuadros representativos de posibles hechos o sucesos donde se supone que ese hombre participó.  Por eso cuando visitamos una casa por primera vez, nuestra tendencia es observar los cuadros o fotografías colgados en las paredes y de seguida imaginar los sucesos o historias que ocurrieron.  Igual fenómeno se presenta cuando nos muestran un álbum de fotografías, video o película donde aparezcan los miembros de esa familia y nos imaginamos algún acontecimiento o happening relativo a las imágenes que vemos o nos comentan y pensamos en cómo sucedieron  realmente las cosas y no nos detenemos a pensar si estamos imaginando la verdad de lo sucedido. Es una de las jugarretas que nos juega nuestra desbocada imaginación, su manera de reflejar, sin que conscientemente lo hayamos pedido, las interioridades o el pasado de esa familia. ¿Por qué?  Porque la curiosidad funciona como un acto indagatorio del ser humano.  Y la fotografía, como acto reflejo, satisface esa inclinación al mostrarnos instantes de ese pasado.
            Pero la fotografía es un descubrimiento moderno.  Apenas hizo su aparición poco después del daguerrotipo en los años  1800 y tantos, poco antes de que apareciera el apogeo del ferrocarril.  Y desde entonces la fotografía no ha dejado de perfeccionarse.  Ha pasado de ser un arte, algo que requería la presencia de un especialista, el fotógrafo, a una actividad al alcance de todos, de la acción de un fotógrafo que pasaba toda su vida retratando a seres humanos en su diario convivir, a mostrarnos la trascendencia o transformación de ciudades o países y a vivir de esta profesión.  Al momento en que la fotografía es ejecutada por cada uno de nosotros pues  el instrumento que la ejecuta, la cámara fotográfica, ha sido de tal manera perfeccionada que hasta la han incorporado a los móviles o celulares que usamos diariamente, aun cuando dicha cámara no ha sido olvidada --como si ha sucedido con la máquina de escribir que ha sido absorvida por una computadora-- y todavía se utiliza individualmente.  Es que ya vivimos en plena era de los descubrimientos pues en los últimos años han aparecido nuevos aparatos que tratan de simplificar y ampliar la vida diaria del hombre moderno: ademàs del celular o el móvil, se han incorporado otros inventos como el ipod, con sus varias funciones (tomar fotografías, actuar como móvil, hacer actividades de oficina y muchas otras funciones como cálculos, etc,).  La computadora también ha sido perfeccionada y se tornado tan versátil al incorporarle nuevas funciones que permite su uso en cualqier lugar y circunstancia.
           Todos estos instrumentos modernos han incorporado a la fotografía entre sus funciones por lo que en cualquier momento cada uno de nosotros puede ser un fotógrafo ¡pues solamento requerimos de un celular o ipod para que circunstancialmente tomemos las fotos que queramos sin necesidad de hacer nuevas inversiones ni esperar horas y hasta días para que revelen nuestras fotos!!
           
 

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