SUCESOS TRANSCENDENTALES
La historia esta llena de sucesos transcendentales que, pese a ser algunos de ellos inesperados y de haber sido oportunamente difundidoS y comentadoS en su época, soy hoy desconocidos por la mayoría de los habitantes de este continente. Hechos como el Sitio de Cajamarca, acaecido al comienzo de la etapa de la conquista de América por los españoles, por las consecuencias que el mismo traería a la entonces futura Sudamérica, entre ellos un cambio fundamental en su historia. El 16 de noviembre de 1532, el entonces gobernador Francisco Pizarro al frente de 168 soldados españoles capturó en Cajamarca a Atahualpa, el emperador de los Incas, y quien estaba al frente de 80.000 indios.
Lo importante de este acontecimiento es que el Sitio de Cajamarca y la consecuente captura de Atahualpa fue fundamental para la posterior derrota de los incas en el Perú y la posesión de España de la América del Sur. La victoria de Hernán Cortés al apoderarse de Montezuma, el emperador de los Aztecas, en México, completó el cuadro que permitió la posesión de los españoles de prácticamente de todo el continente americano.
¿Cómo fue esto posible? ¿Cómo con un grupo de 168 soldados pudo Francisco Pizarro derrotar a un ejército de 80.000 indios? Sencillamente por la posesión de armas de guerra superiores, tales como alcabuces, cañones, espadas o sables y la presencia del caballo como instrumento de guerra. Todos estos elementos eran desconocidos por los indios.
Por medio de mensajes, Pizarro invitó al emperador Atahualpa a una reunión en Cajamarca. Atahualpa y su ejército ya se hallaban en el lugar cuando Pizarro y sus soldados llegaron en la tarde del 15 de noviembre a los alrededores de Cajamarca. Descendieron en la noche y ocuparon la plaza o centro del poblado, teniendo el cuidado de esconder la caballería que era desconocida por los indios. El ejército de Atahualpa se había disgregado en los alrededores del lugar y continuaban llegando contingentes de indios. El emperador notificó a Pizarro que estaba listo para la reunión. Este envió al fraile Vicente de Valverde a hablar con Atahualpa. El fraile presentó a éste la biblia conminándolo a que él y su pueblo se sometieran a sus dictámenes. Quiso Atahualpa tener entre sus manos la biblia y el fraile se la hizo llegar. El gobernante de los incas rechazó la oferta y no viéndole utilidad alguna al libro lo tiró al suelo. Valverde la recogió e, indignado, regresó al campamento y reportó a Pizarro lo sucedido. Este procedió a dar a su gente la señal de ataque. Los soldados de la infantería y caballería salieron de su escondite y cargaron contra la masa de indios que había en los alrededores de la plaza y en el camino. Los sonajeros que instalaron en las patas de los caballos hacían un ruido horrible. Esto unido a la sorpresa de los indios que vieron por primera vez a los caballos, produjo en ellos un gran pánico. Desarmados y horrorizados por el miedo, comenzaron a huir del lugar mientras caían por los disparos, atravesados por los sables o arrollados por los caballos y empezaron a acumularse muertos y heridos por donde pasaban los españoles.
El propio Pizarro, armado con su sable y su daga, en medio de su gente penetró en la estampida de indios que huía hasta llegar a la litera de Atahualpa que contemplaba sorprendido el grotesco espectáculo. La litera estaba sostenida por indios lo que la hacía inaccesible al jefe a los españoles, pues a medida que exterminaban a sablazos o disparos a los indios que la sostenían estos eran inmediatamente sustituidos por otros indios. Tuvieron que exterminar al mismo tiempo los indios de ambos lados mediante la combinación de tiros, sablazos y una carga de caballería para permitir a Pizarro trepar la litera y apresar a Atahualpa. Los indios que estaban alrededor de la litera nunca abandonaron a su jefe y perecieron defendiéndolo. Los indios aterrorizados por los disparos y los caballos --que ellos nunca habían visto u oído-- no paraban de correr a campo travieso. Los otros indios acampados a un kilómetro del lugar, no intervinieron. Muchos de ellos, al ver a sus compañeros huir y verles el pánico en los ojos, procedieron también a huir. Cayó la noche pero los españoles a caballo seguían persiguiendo y matando indios indefensos. Se dijo que esa vez perecieron más de 7.000 indios y, como se tornó entonces en costumbre en todo este tipo de batalla, ningún español pereció.
¿Cómo fue posible que Pizarro capturara a Atahualpa con relativamente escasa tropa (106 soldados de infantería y 62 soldados a caballo) pudiera capturar a Atahualpa que supuestamente estaba defendido por 80.000 indios? ¿Por qué Atahualpa aceptó la reunión en Cajamarca y cayó inocentemente en la trampa que le tendieron? Es evidente que Pizarro fue un zorro viejo y que Atahualpa, por la falta de información sobre el enemigo, confió demasiado en su superioridad numérica. Pero hay que resaltar las ventajas militares que estaba del lado de los españoles: sables de acero, alcabuces y cañones (el uso de la pólvora) y sobre todo el utilización del caballo como instrumento de guerra. A esto Atahualpa opuso indios armados con flechas, mazos de piedra, bronce o madera, hachas e instrumentos similares. Sus soldados tampoco estaban acostumbrados a montar animales en las batallas. Ante este pobre equipo militar se justifica el desbarajuste, el pánico y la huída en masa. En el resto de América solo cuando de los indios domaron y utilizaron el caballo y aprendieron a usar las armas de fuego pudieron enfrentar a los españoles y en general a los europeos con posibilidad de éxito. Por eso en todos los combates que realizaron los incas contra los españoles en esos años fueron derrotados. (Sólo los araucanos del sur de Chile. los indios de las pampas argentina y los sioxs de Norteamérica, que domesticaron caballos y aprendieron a usar las armas de fuego, pudieron hacer resistencia a los europeos y fueron al fin superados por ejércitos mejor equipados).
Ante la captura de Atahualpa, Pizarro pidió como rescate un cuarto lleno de oro que debía tener aproximadamente las siguientes medidas: 7.5 de alto, 5.5 de ancho y 8 metros de largo. Atahualpa estuvo preso ocho meses, tiempo que aprovechó Pizarro para conocer mejor al Perú y obtener refuerzos de Panamá que tornaron a su ejército en una formidable fuerza. Sin embargo, Pizarro no cumplió su palabra. Al vencerse el plazo y pagarse el rescate, Pizarro mató a Atahualpa como una manera de facilitar la conquista del Perú.
El triunfo de los españoles sobre los incas se debió también a una serie de factores, fuera de las ventajas militares que ayudó a Pizarro en su empresa. El desconocimiento de la escritura por parte de Atahualpa impudió que conociera lo que sucedía fuera de su territorio y se enterara sobre las andanas de Pizarro por un mensaje de boca dado por un indo de su confianza que estuvo dos días con el grupo de Pizarro y reportó al emperador que era gente desorganizada. Esto hizo que Atahualpa pensara que no era un grupo de guerra, lo que era evidentemente erróneo. La predominancia tecnológica de los europeos permitió a Pizarro llegar a Panamá y bajar al Perú. El atraso de los incas en la navegación impidió a Atahualpa enterarse de la llegada de los españoles a América y mucho menos conocer de la existencia de los aztecas. El hecho deque los incas fueran una organización centralizada fue un factor negativo pues al desaparecer la cabeza fue fatal para el resto del imperio.
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