martes, 24 de junio de 2014

El aprendizaje de un idioma


                     EL APRENDIZAJE DE UN IDIOMA


             ¿Cuándo se aprende un idioma?  Cuando existe la necesidad del mismo. El niño comienza a hablar cuando le nace la necesidad de comunicarse con los demás.  En ese momento comienzan, a emitir sus sus primeros balbuceos, sus primeras palabras para transmitir lo que siente o lo que quiere.  En otras palabras, la necesidad obliga a la comunicación. En los adultos la necesidad de comunicarse se presenta  cuando es imprescindible aprender otro idioma para poder progresar en el comercio o en la sociedad en general.  En nuestros tiempos el aprendizaje del inglés u otro idioma es fundamental no solo en el comercio sino también para relacionarse internacionalmente.

            Por eso  han brotado como hongos las academias y colegios donde se estudian idiomas.  Así mismo en los pensa de materias de los colegios oficiales desde hace años es imprescindible la inclusion de idiomas --el inglés y el francés en los paises latinoamericanos-- para contribuir a la formación global de los estudiantes.  Ello no significa que los estudiantes aprenderán a manejar cualquiera de estos idiomas por la formación que recibirán en el bachillerato, pero el conocimiento que adquieran los ayudará en la investigaciones que harán en textos extranjeros o para entender expresiones venidas de esos idiomas que se han incorporado al vocabulario español o adaptarse mejor a un estudio más a fondo de uno de estos idiomas.  Para aprender verdaderamente otro idioma se requiere que se den varias circunstancias, tales como: la edad del aprendizaje, la disponibilidad de dinero para estudiar en el extranjero y la dedicación exclusiva a ese estudio.

            La edad en que  se estudie en firme otro idioma es vital para el rápido dominio el mismo.  La edad ideal para estudiar cualquir idioma es la infancia, por diversas razones, entre ellas, el cerebro no está aún atosigado de información por lo que el proceso de aprendizaje por lo general se dá con mayor rapidez y eficiencia. Esto es tan cierto que las particularidades del nuevo idioma se fijan tan fuerte en el cerebro que así pase mucho tiempo sin practicarlo éste no se olvida.  Conocí una señora en Puerto Ordaz que aprendió el inglés cuando era niña y luego pasó más de diez años sin practicarlo.  Cuando a su esposo lo trasladaron a esta ciudad a trabajar con una compañía americana, ella le fue de mucha ayuda para familiarizarlo con la colonia de este país que allí vivía.  El inglés también le sirvió para realizar trabajos esporádicos donde el dominio de este idioma se  requería.  Ella me refirió que casi desde el principio el contacto con personas que dominaban el inglés hizo que la mecánica del idioma y los conocimientos relativos al mismo aforaran rápidamente a su mente.  Otro caso: yo aprendí el inglés cuando tenía 26 años.  Pasé dos años en Canadá (Montreal) estudiándolo y luego regresé a mi país con un dominio, tanto hablado como escrito, bastante  aceptable del mismo.  Tanto que comencé a trabajar en Puerto Ordaz en una compañía americana en el área administrativa.  Con el tiempo, sin embargo, al predominar el español en mis actividades el dominio del inglés fue mermando pues no retorné a un país de habla inglesa que me oblgara a utilizarlo.  

            Un idioma nuevo  no se puede estudiar en tres meses, seis meses o uno o dos años en la misma ciudad donde uno vive y donde está practicando el idioma materno constantemente.  Por eso se requiere una buena disposición de dinero que le permita a uno trasladarse a un país de habla inglesa a estudiarlo y vivir allí por lo menos dos años para practicarlo.  El estudiar el inglés o cualquier otro idioma en un país de habla española es inútil, es como gastar pólvora en zamuro.  Es verdad que hay personas que son fáciles para el estudio de idiomas pero esto son las menos, la mayoría de las personas no lo son.  En cualquier caso el  factor edad así como el tiempo que se dedica a este estudio y a la práctica del idioma son determinantes.

            Por último, cabe destacar que el estudio de un idioma, como todo aquello que se realiza con seriedad, precisa una dedicación exclusiva.  Si usted cree que trasladarse a un país inglés es suficiente para aprender este idioma, está completamente errado.  Usted tiene que ponerse a estudiarlo con la misma dedicación que le requiere el estudio de una carrera.  Siempre recordaré a un joven mejicano que conocí en Montreal cuando  estudiaba allí el inglés.  Él creyó que bastaba trasladarse allí y vivir en esa ciudad durante un año para que el nuevo idioma se le fijara en su mente.  Por supuesto, estudiaba muy poco, y como tenía 21 años, vivía más pendiente de las fiestas y de las muchachas que del estudio.  Cuando  al finalizar el curso (creo que era de ocho meses) fuera reprobado, tuvo que  regresar a su país sin haber logrado su propósito.  No me canso de repetirlo: estudiar un idioma requiere dedicarse exclusivamente a ello si se espera resultados efectivos.  Y si usted necesita regresar a su país, por diversas razones (logró su objetivo, se le acabó el dinero para mantenerse en ese país y no le permiten trabajar, etc.), no importa, pero debe mantenerse actualizado con el idioma que aprendió leyendo constantemente y sobre todo practicándolo todos los días.  (No se contente con solo utilizarlo esporádicamente o durante sus vacaciones).  Si no lo hace a lo largo perderá el tiempo y el dinero que invirtió. 

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